26 noviembre 2020

Para Sama

Narra la historia en primera persona de Waad y Hamza, desde los inicios de la revolución en Siria, hasta el fin del asedio a Alepo.

No hay guerras más crueles que aquellas que se dan entre compatriotas y, aunque en Para Sama (For Sama, 2019) no se vean combates y apenas algunas bombas, sí que se observan las consecuencias. Waad Al-Kateab capta con su cámara y narra a Sama, su hija, lo que está pasando en su ciudad y con ello también se lo cuenta al resto del mundo, centrándose especialmente en el hospital que dirige su marido, el cual no por ser un lugar para la asistencia de los heridos está exento de ser bombardeado.

Por sus pasillos vemos los damnificados, muchos de ellos niños, daños colaterales de un régimen asesino que se negó a concederle la libertad a su pueblo (recuerdo aquella entrevista a Al Assad, años ha, en la que decía que el país todavía no estaba preparado para la democracia). También asistimos a momentos cotidianos de Waad y Hamza, conocemos a sus vecinos, un poco su día a día y lo que les impele a permanecer en Alepo con niños a pesar de la situación extrema en la que se encuentran.

Para Sama es, en definitiva, un testimonio y una prueba de una revolución que nació con la ilusión de liberar a un país pero que se convirtió, intervención Rusa y de otros actores mediante, en una descarnada guerra donde se ha usado armamento ilegal (como bombas de racimo y gas de cloro), se ha atacado a hospitales y población civil sistemáticamente, enquistándose, no viéndose todavía claro su fin definitivo.


LO MEJOR:
-Que con documentales como el de Waad Al-Kateab no caiga en el olvido tan vergonzoso conflicto.
-Que quizá algunos entiendan la verdadera tragedia de los refugiados al ver películas como esta.

LO PEOR:
-Esas erratas en los subtítulos.
-Que no triunfara la revolución.
-Que el mundo, y especialmente Europa, haya fallado a los sirios y los refugiados.

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