Cyrano está enamorado de Roxanne pero, por su aspecto físico, nunca se ha declarado a pesar de que se conocen desde la infancia. Un día, ella le confiesa que se ha enamorado de alguien a primera vista, y le pide que le diga que le escriba cartas de amor.
¿Otra peli de Cyrano de Bergerac?, me pregunté al ver el cartel con la destacada figura de Peter Dinklage, y la descarté de inmediato. No obstante, otro día, en una visita al cine para ver Uncharted, vi unas imágenes en unas pantallas y el risueño rostro de Haley Bennet, captando entonces más mi interés, y cuando vi un nuevo cartel y leí el nombre de su director, me convencí de que la vería en pantalla grande.
Y ese realizador es Joe Wright, el mismo que sorprendió con su debut adaptando Orgullo y prejuicio, y que ha trasladado a la gran pantalla otros filmes de época de exquisita puesta en escena y fastuoso vestuario y decorados.
Cyrano (ídem, 2021) comparte esos puntos en común con la mayor parte de su filmografía, un film de época inspirado en una obra, pero en esta ocasión en un musical que se inspiraba a su vez en la conocida obra teatral de Edmond Rostand, la cual ya ha sido llevada a la gran pantalla con éxito en más de una ocasión, siendo famosa la versión de Gérard Depardieu de protagonista, o la de Steve Martin como el narigotudo personaje y ambientada en tiempos modernos. Aquí, sin embargo, el protagonista en vez de tener ese 'defecto' físico tiene la característica de ser enano, hecho por el cual siente que Roxanne es inalcansable (de hecho la tiene en un muy alto pedestal).
La historia es, por tanto, la ya conocida, pero tiene el detalle que los actores cantan. Son números musicales, en su mayoría, discretos, casi íntimos, sin grandes muchedumbres siguiendo complicadas coreografía (aunque alguno hay). Son más como soliloquios donde los personajes describen cómo se sienten, siendo algunos alegres, otros melancólicos y algún otro triste pero muy bonito y emotivo (el de los guardias al final, por ejemplo, es maravilloso).
Cyrano, como apuntaba arriba, es encarnado en esta ocasión por Peter Dinklage, actor muy conocido por su (excelente) trabajo en Juego de tronos y que aquí hace una buena labor; la nombrada Haley Bennet (The Equalizer: El protector), la amada en secreto, rebosa vitalidad, aunque sea un personaje, probablemente sin saberlo, muy cruel en ocasiones, ya que le pide al que ella ve como un amigo no solo que le acerque a otro hombre que ni siquiera conoce, sino mucho más en ciertos momentos, por lo que puede uno sentir hasta cierta antipatía por su forma egoísta de actuar (y sus consecuencias tiene). Ambos, por cierto, interpretaron los mismos papeles en el musical del que parte el film. Por otra parte, Kelvin Harrison Jr. (El juicio de los 7 de Chicago) da vida a Christian, un joven apuesto que se enamora a primera vista de Roxanne, pero que tiene serios problemas a la hora de hablar con las damas. Ben Mendelsohn (Rogue One: Una historia de Star Wars), actor al que han encasillado en personajes malvados, es el antagonista de la función, un duque que lo quiere todo y todo lo tiene; siendo Bashir Salahuddin (Historia de un matrimonio) la mano derecha y el mejor amigo de Cyrano.
Quien ya conozca la obra original, u otras versiones cinematográficas, quizá no vea Cyrano como una propuesta atractiva, porque al fin y al cabo el núcleo de la historia es el que es. No obstante, el aditivo de las canciones, el buen elenco, la siempre eficaz realización de Wright y un desenlace que no busca la aprobación de las masas, hacen que sea una película que merezca la pena ver.
¿Otra peli de Cyrano de Bergerac?, me pregunté al ver el cartel con la destacada figura de Peter Dinklage, y la descarté de inmediato. No obstante, otro día, en una visita al cine para ver Uncharted, vi unas imágenes en unas pantallas y el risueño rostro de Haley Bennet, captando entonces más mi interés, y cuando vi un nuevo cartel y leí el nombre de su director, me convencí de que la vería en pantalla grande.
Y ese realizador es Joe Wright, el mismo que sorprendió con su debut adaptando Orgullo y prejuicio, y que ha trasladado a la gran pantalla otros filmes de época de exquisita puesta en escena y fastuoso vestuario y decorados.
Cyrano (ídem, 2021) comparte esos puntos en común con la mayor parte de su filmografía, un film de época inspirado en una obra, pero en esta ocasión en un musical que se inspiraba a su vez en la conocida obra teatral de Edmond Rostand, la cual ya ha sido llevada a la gran pantalla con éxito en más de una ocasión, siendo famosa la versión de Gérard Depardieu de protagonista, o la de Steve Martin como el narigotudo personaje y ambientada en tiempos modernos. Aquí, sin embargo, el protagonista en vez de tener ese 'defecto' físico tiene la característica de ser enano, hecho por el cual siente que Roxanne es inalcansable (de hecho la tiene en un muy alto pedestal).
La historia es, por tanto, la ya conocida, pero tiene el detalle que los actores cantan. Son números musicales, en su mayoría, discretos, casi íntimos, sin grandes muchedumbres siguiendo complicadas coreografía (aunque alguno hay). Son más como soliloquios donde los personajes describen cómo se sienten, siendo algunos alegres, otros melancólicos y algún otro triste pero muy bonito y emotivo (el de los guardias al final, por ejemplo, es maravilloso).
Cyrano, como apuntaba arriba, es encarnado en esta ocasión por Peter Dinklage, actor muy conocido por su (excelente) trabajo en Juego de tronos y que aquí hace una buena labor; la nombrada Haley Bennet (The Equalizer: El protector), la amada en secreto, rebosa vitalidad, aunque sea un personaje, probablemente sin saberlo, muy cruel en ocasiones, ya que le pide al que ella ve como un amigo no solo que le acerque a otro hombre que ni siquiera conoce, sino mucho más en ciertos momentos, por lo que puede uno sentir hasta cierta antipatía por su forma egoísta de actuar (y sus consecuencias tiene). Ambos, por cierto, interpretaron los mismos papeles en el musical del que parte el film. Por otra parte, Kelvin Harrison Jr. (El juicio de los 7 de Chicago) da vida a Christian, un joven apuesto que se enamora a primera vista de Roxanne, pero que tiene serios problemas a la hora de hablar con las damas. Ben Mendelsohn (Rogue One: Una historia de Star Wars), actor al que han encasillado en personajes malvados, es el antagonista de la función, un duque que lo quiere todo y todo lo tiene; siendo Bashir Salahuddin (Historia de un matrimonio) la mano derecha y el mejor amigo de Cyrano.
Quien ya conozca la obra original, u otras versiones cinematográficas, quizá no vea Cyrano como una propuesta atractiva, porque al fin y al cabo el núcleo de la historia es el que es. No obstante, el aditivo de las canciones, el buen elenco, la siempre eficaz realización de Wright y un desenlace que no busca la aprobación de las masas, hacen que sea una película que merezca la pena ver.
LO MEJOR:
-La despedida epistolar de los soldados, y lo que viene después.
-La realización, la música y las canciones (unas más que otras), el vestuario y el diseño de producción.
-La despedida epistolar de los soldados, y lo que viene después.
-La realización, la música y las canciones (unas más que otras), el vestuario y el diseño de producción.
-El guion es obra de Erica Schmidt, quien también escribió el del musical off-Broadway
-Que el final no sea complaciente con el espectador.
LO PEOR:
-Lo cruel que puede llegar a ser Roxanne.
¿Quién debería verla?
Quien guste del cine de Joe Wright, los musicales y las historias de época.
-Que el final no sea complaciente con el espectador.
LO PEOR:
-Lo cruel que puede llegar a ser Roxanne.
¿Quién debería verla?
Quien guste del cine de Joe Wright, los musicales y las historias de época.
Otras películas de Joe Wright:
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