28 mayo 2015

La vida de Pi

Basada en la novela de Yann Martel, La vida de Pi (Life of Pi, 2012) narra la aventura de Piscine Molitor Patel, el único pasajero que no se hunde con un mercante japonés en mitad del océano Pacífico, y que sobrevive durante más de doscientos días a la deriva a pesar de que le acompaña en la barca un tigre de Bengala.

Cuando vi el primer tráiler de La vida de Pi me dije al instante que tenía que verla, las imágenes eran sorprendentes y el hecho de que Ang Lee (Sentido y sensibilidad, Tigre y dragón, Hulk) apareciera como el director hacía que me entraran más ganas de que llegara la fecha de estreno. Ese mismo día fui a verla, quedándome al final con algunas preguntas y una sensación para nada desagradable.

Lo peor, a mi juicio, de La vida de Pi es una parte de los prolegómenos. Es probable que se deba a que la religión no es algo que me interese, y al inicio del film, precisamente, Pi explica sus dudas existenciales de infancia, así que me resultó un tanto pesado. No obstante, hablo de una pequeña porción de la cinta, fácilmente soportable. Pasado el trago, y especialmente cuando embarcan y llega la espectacular escena del naufragio (esa imagen, sobre todo con el 3D, de Pi flotando frente al barco que se sumerge en el océano) la emoción sube muchos punto, y una vez llega la calma climatológica nos encontramos con una imagen tan surrealista como un náufrago acompañado de varios animales. Entonces la lucha del protagonista no solo es contra la inmensidad que le rodea, sino con un tigre que en cualquier momento puede zampárselo. Una de las cosas más interesantes es ver cómo evoluciona la relación entre los dos supervivientes, sobre todo las estrategias que adopta Pi para no ser engullido por el felino, con algunos instantes muy divertidos.

Si hay algo que destaca, y mucho, en La vida de Pi es que visualmente es una auténtica delicia. La fotografía es maravillosa, y durante la cinta hay decenas de imágenes perfectas, preciosistas y poéticas: la misteriosa isla arbórea, el mar en calma chicha, las medusas y la ballena, lo que observa el tigre en el agua, el mar y el cielo fundidos. Para quien disfrute mucho con el sentido de la vista este es un filme ideal.

En cuanto al reparto, no es muy amplio y en su mayoría es desconocido, como el protagonista, encarnado en sus diferentes edades por los niños Gautam Belur y Ayush Tandon, el jovenzuelo Suraj Sharma (Homeland) y el maduro Irrfan Khan (The Lunchbox), este último es algo más conocido. De hecho el que seguro que todos reconoceremos es a Gérard Depardieu, y también el propio Ang Lee, que hace un pequeño cameo como tripulante del mercante japonés.

La vida de Pi es una película donde se reflexiona sobre la fe y que aboga por la convivencia de las diferentes religiones, es un film cuyas imágenes atrapan al espectador por su espectacularidad y belleza y, al final, cuando Pi cuenta la otra historia y pregunta cuál prefieres, uno no puede dejar de meditar sobre ello. Aunque yo, a priori, y a diferencia del escritor, me quedo con la más truculenta. Aunque lo suyo habría sido que solo nos hubiesen dado una opción (la que se muestra), para así sacar nuestras propias conclusiones.


LO MEJOR:
-La dirección de Ang Lee, los magníficos efectos especiales, la banda sonora.
-La secuencia del naufragio, la, más tardia, escena de la tormenta, y otras tantas secuencias más.
-No es imprescindible para disfrutarla, pero el 3D es muy bueno.

LO PEOR:
-Esa parte inicial donde el protagonista narra sus dudas de fe.
-¿Por qué el escritor tiene que explicarlo absolutamente todo al final? ¡Déjennos pensar!

¿Quién debería verla?
Quien busque un film de aventuras un tanto diferente.

2 comentarios:

Santiago Bobillo dijo...

No la he visto, así que queda anotada entre las pendientes. Lo de las estrategias para sobrevivir al tigre pinta divertido ja, ja, ja.

Neovallense dijo...

Visualmente es una película realmente bonita, y la convivencia entre el prota y el tigre es toda una odisea... Ya nos contarás ^^