23 marzo 2017

Swiss Army Man

Si un martes vi la rara Psiconautas, los niños olvidados, al día siguiente me lancé a la piscina y visioné una cinta no mucho más normal, puesto que se trata de una extravagancia de lo más absurda y delirante, divertida.

Hank ha naufragado y permanece solitario en una desértica y minúscula isla, lanzando mensajes al mar a la espera de que alguien los reciba y le rescaten de su aburrimiento y soledad. Pero no llega nadie. Decide, por tanto, quitarse la vida, pero en el instante en que se pone la soga al cuello y se dispone a soltar amarras, aparece en la playa el cuerpo de un hombre aparentemente inerte, y es solo en apariencia porque, poco a poco, descubre que tiene todo tipo de poderes y habilidades que le servirán de gran ayuda para llegar otra vez a la civilización.

Daniel Scheinert y Dan Kwan (que firman como Daniels) son dos curtidos realizadores de videoclips que decidieron meterse en el mundillo del cine y firmar un largometraje. Hasta ahí todo normal, son muchos los cineastas que proceden del mundo de los vídeos musicales, desde Ridley Scott hasta Michael Bay, pasando por Juan Antonio Bayona, pero es que Scheinert y Kwan han debutado con un film tan loco, escatológico y absurdo...

Porque un film en cuyo centro esté la relación entre un naufrago y un cadáver es un argumento muy extraño, y claro, los cadáveres, por la descomposición y tal, producen gases y se tiran flatulencias, así que gran parte del humor que salpica la película de principio a fin se basa en dichos gases y demás mierdas (con perdón), chistes que llegan a ser repetitivos pero no cansinos, entre otras cosas porque se va diversificando la temática (la masturbación también tiene momentos de relevancia) y son importantes para que la relación entre los personajes, digamos que evolucione y vaya surgiendo una amistad de lo más rara que se haya visto en una sala jamás.
Leyendo el párrafo anterior creo que a muchos se les quitarán las ganas de ver Swiss Army Man (ídem, 2016), pero si bien es cierto, como en casi cualquier película, que es necesario seguir el juego que proponen los directores y guionistas, bajo esos chistes más o menos malos y vulgares, tras todas las situaciones absurdas e hilarantes, se observa que la historia no está carente de fondo, que los personajes aprenden y cambian, que el naufrago comienza a encontrarse y a pensar en vivir sin pensar tanto en el qué dirán, y que el muerto..., bueno, el muerto recuerda la vida y, quizá, aprenda algo de lo que significa su estado.

Como es lógico, dado el argumento, el elenco es parco, siendo los protagonistas indiscutibles Paul Dano (Cowbows & Aliens, Prisioneros) y Daniel Radcliffe (La mujer de negro), fantástico naufrago el primero, y genial cadáver el segundo, entre ambos se desarrolla una amistad de la más curiosa y original, con la que los dos aprenderán muchas cosas. En un papel muy secundario pero a la par muy importante, Mary Elizabeth Winstead (Calle Cloverfield 10 -film que algún día publicaré reseña-), apareciendo muy brevemente otros rostros como el de Richard Gross (Mi nombre es Harvey Milk) como padre de Hank; Aaron Marshall como un policía, o Marika Casteel (Steve Jobs) como una reportera que no creerá lo que huele y ve.

Swiss Army Man es una película muy loca y extravagante, repleta de humor absurdo, escatológico y estrambótico, tan raro como puede ser teniendo en cuenta que narra la historia de amistad entre un naufrago y un cadáver. Una de las películas más originales y divertidas que se han estrenado en años.


LO MEJOR:
-El loco argumento y cómo lo han llevado a cabo Dan Kwan y Daniel Scheinert.
-El dúo protagonista, geniales Paul Dano y Daniel Radcliffe (con este papel te olvidas de Harry Potter).
-Que es divertida de principio a fin.
-La banda sonora y el uso que le dan a la música en varios momentos, comenzando a tararearla los personajes.

LO PEOR:
-Que puede resultar al inicio reiterativo los chistes de pedos, y un pequeño parón narrativo más o menos a mitad de la cinta.

¿Quién debería verla?
Es ideal para verla en una reunión con amigos, más si gustan del humor surrealista o absurdo; también debería verla quien desee ver algo nuevo y original.

¿Y quién no?
Quien espere ver a Daniel Radcliffe de nuevo con varita mágica (aunque una “varita” sí que aparece).

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