04 abril 2006

Divagando


En estos momentos no me encuentro muy inspirado, así que perdonadme si escribo una auténtica porquería, pero es que simplemente quiero escribir algo; el qué aún no lo sé.

Quizás no estaría mal empezar escribiendo sobre una gratificante visita que hice el pasado sábado a Barbate (que está en la provincia de Cádiz -por si alguien no lo sabía-). Allí visité el faro de Trafalgar, y me quedé maravillado ante la belleza de aquel paraje. Ese mismo día visité el Pinar de la Breña y el acantilado y, aunque este ya lo había visitado tiempo atrás, también disfruté como un niño. Mas al ver lo cerca que estaba la localidad de Barbate del pinar me preocupé enormemente, ¿por qué? Pues porque aquel lugar es una auténtica mina para los especuladores urbanísticos.

Sólo hay que observar un pinar que hay a la entrada de Barbate para darse cuenta de ello, ese pinar (y al contrario que el de la Breña) está plagado de basuras y escombros, claramente está siendo preparado para talarlo y construir (curiosamente el ayuntamiento de la mencionada localidad ha cedido unos terrenos de dicho pinar a la Junta de Andalucía para erigir un centro de salud). Se trata de un pinar en mal estado de conservación, pero que si el ayuntamiento -y los ciudadanos- se esforzara estaría en perfecto estado, mas se ve que no interesa.

Sobre el Pinar de la Breña también hay peligros, de hecho hasta hace poco había un proyecto de construir un hotel en él, empero fue paralizado. No obstante, y observando como andan muchos ayuntamientos, es posible que dentro de relativamente poco se presente otro proyecto similar con el beneplácito de las administraciones locales.

Un buen ejemplo es el de un pueblo vecino de Barbate, Zahara de los Atunes, cuyo desarrollo urbanístico es de todo menos sostenible. La especulación está a la orden del día en ese pueblo, especulación que es más que probable esté desvirtuando lo que antaño fue el municipio, y por lo tanto está quitando el atractivo que tendría hacia el potencial turista; mas eso no suelen verlo los promotores, ellos tan sólo piensan “en verde”.

Todo ello me hace pensar en Marbella y sus alrededores, cada vez que visito esta ciudad no puedo evitar el pensar si realmente todas esas casas son necesarias. No resulta muy difícil mirar a cualquier lado y percatarse de edificios que están construidos ilegalmente, me atrevo a afirmar que más de la mitad son construcciones ilegales, pero que después la han legalizado, o puede que desde un principio se construyeran con la bendición de los politicuchos que abundan por allí, previo pago, claro, de las correspondientes comisiones.

Y observando toda la corrupción que se está destapando en la actual administración e incluso entre la policía local ¡aún hay gente que dice que el difunto Jesús Gil no era un político corrupto! Hablando francamente, por mucho que hiciera Gil por Marbella, ese tipo se forró a costa de especular y quién sabe qué cosas más. Marbella necesita un limpiado a fondo, que huele a podrido desde el Peñón de Gibraltar.

Cambiando un poco de tema, hoy (lunes 3 de abril) también he ido a dar un paseo. Esta vez me he pasado por el Parque Natural de los Alcornocales, que como ya sabréis se encuentra mayoritariamente en la provincia de Cádiz. Mientras paseaba miraba los magníficos alcornoques y quejigos, y me sentía pequeño ante tanta belleza, la verdad es que me sentía libre de toda banal preocupación, estaba en comunión con la naturaleza, tan sólo tenía que cerrar los ojos para comprender que la mayoría de los problemas que nos afectan de algún modo son irrisorios, son simples inventos del ser humano para distraer la mente, o puede que sean inventos de los más poderosos para que los que están bajo su mando nunca logren ascender, nunca puedan aspirar realmente a una “vida mejor”.

Pero esa vida mejor no es la que nos impone la actual sociedad capitalista, o sea, el tener cada vez más bienes materiales, si no que es estar más lleno por dentro. Porque es muy rara la ocasión en la que un objeto te hace sentirte realmente bien, de hecho no son pocas las ocasiones que uno siente ciertos remordimientos por comprarse tal o cual cosa, porque ha sido una compra compulsiva, o porque simplemente era algo que no necesitaba. Mas si uno va al campo, y se sienta sobre una piedra, y observa cómo se mueven las ramas de los árboles con el viento, y escucha el sonido que produce, si escucha los pájaros cantar; resulta muy raro que alguna persona no se sienta realmente bien, en paz. Esos son los grandes momentos de la vida, cuando toda preocupación se diluye como el azúcar en el agua. (No sé si me he explicado...).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto ha sido una putada, se me ha ido la luz en mitad del comentario y me ha borrado como unas 20 lineas que ahora voy a resumir en la conclusion: "hoy son Marbella, Barbate y Zahara de los atunes, y mañana sera el resto del Estado Español, pq la economia de este esta basada en una burbuja inmobiliaria que tarde o temprano estallara y todo se ira al traste, ese sera, posiblemente, un momento en que todo suba salvo los salarios y sera el momento en que empiecen a putear a la clase obrera, pero como no hay mal que por bien no venga, probablemente sea un buen momento para comenzar una revolucion, pero las revoluciones las hacen los pueblos, no los individuos, asi que ya veremos"

Sobre el otro tema, lo de los grandes momentos de la vida y la paz interior, estamos de acuerdo, (salvo en lo del alma) esta sociedad, nos quiere hacer ver, que los buenos momentos se obtienen cuanto mas dinero tienes, el otro dia en el telediario decian que cada vez menos jovenes leen (solo menores de 15 años leen habitualmente, yo tb leo, pero a mi o no me consideran joven, o no quisieron preguntarme), pero a lo que iba, lo mas importante para los mayores de 15 años es salir de marcha, escuchar chuntachuntachunta y eso si, llevar kilos de material electronico encima, en el coche, la moto ..., pq aunque en casa no halla apenas para comer, el niño tendra la moto minimo y sus padres se endeudaran para que el niño tenga la moto, y yo me pregunto al igual que lo haces tu, ¿de verdad es necesario todo eso? Pues si, la sociedad lo necesita para sobrevivir, nosotros no somos los culpables, somos las victimas.

Salud y Revolucion.

Sonajero

Neovallense dijo...

Eso del aalma tampoco me convencía a mí, tan sólo lo puse para intertar quequedara más claro todo. No obstante lo he quitado, y así me quedo más tranquilo.