Del revés (Inside Out)

Después de un año en el que faltaron a la cita, eran muchas las ganas que tenía el personal de degustar una nueva película de Pixar Animation Studios, y eso se ha notado en la atenta mirada de los espectadores y de la crítica al que será el primer (de dos, el siguiente es El viaje de Arlo) estreno de 2015 del estudio que creó Ratatouille. Un servidor que, como es habitual, no ha visto ningún tipo de avance del film dirigido por Pete Docter (Up) y Ronaldo Del Carmen, no tenía un interés especial, sin embargo, la curiosidad, las magníficas críticas que ha cosechado desde el primer momento y, también, la esperanza de que la compañía del flexo volviera a sorprenderle, han hecho que recientemente se pasara por una sala de cine para meterse de lleno en la cabeza de una niña pre-púber.

Riley, una niña que se aleja de la infancia y se acerca irremisiblemente a la adolescencia, vive feliz y contenta en Minnesota hasta que no tiene otra que mudarse a San Francisco con sus padres. Ella y Alegría, Miedo, Asco, Ira y Tristeza tendrán que adaptarse a los cambios, a la nueva aventura que les depara la vida.

Si con Cars 2 y Monstruos University (y los anuncios de otras secuelas) se mosqueó un poco el personal porque daba la sensación de que Pixar estaba tirando por el camino fácil a base de crear franquicias, va Lasseter y compañía, toman nota, y lanzan una película que no solo no es secuela ni precuela ni spin-off, sino que tiene como protagonistas las emociones de una niña. Emociones caracterizadas a través de unos curiosos personajillos que trastean con los mandos de la mente de Riley, mostrando de dicha manera, con cierto interés didáctico y mucho de entretenimiento, el valor de cada una de las emociones.

Porque cada emoción tiene su función y en el filme se muestra desde el principio: Alegría es la “primigenia”, está obsesionada con tener el control y hacer que la chiquilla siempre sonría, y luego van apareciendo el resto; Asco para protegerse de llevarse nada extraño a la boca, Miedo para que la alegría exacerbada no tenga como consecuencia la realización de acciones imprudentes, Ira para cuando le tocan las gónadas..., ¿y Tristeza? La pequeña y azul Tristeza es echada a un lado por Alegría no vaya a ser que la líe trocando un recuerdo jocoso en otro depresivo... Y es ahí donde surge el segundo conflicto del film (el primero, ya se sabe, es la mudanza) puesto que Tristeza actúa por instinto, sin saber por qué en ocasiones, lo que lleva a que abandone la sala de control junto a Alegría y, por causa de ello, haga sucumbir la mente de Riley, cayendo de una en una las islas de su personalidad. Para evitar que todas se derrumben tienen que regresar a la sala de control como sea y establecer el orden, ya que Asco, Miedo e Ira no es que tengan un gran conocimiento en el manejo de los controles (ni, desde luego, brillantes ideas), provocando más problemas al intentar poner soluciones.

Aunque los protagonistas sean eminentemente las emociones, de lo que va la historia escrita entre nada más y nada menos que catorce manos (entre ellas las de los realizadores) es, como ya ocurriera con la maravillosa Toy Story 3, sobre crecer, decir adiós a la infancia (aunque el amigo imaginario sea un personaje un tanto odioso, hay cierta escena que coprotagoniza que en verdad merece la pena, y que dice mucho sobre el film), un tema del que, sin duda, hay muchas grandes obras.

En definitiva, que entre sagas, reinicios, remakes y adaptaciones, Del revés (Inside Out, 2015) viene a exigir protagonismo, es una cinta original, con una brillante idea que, si bien en su parte central le falta algo, su arranque y sobre todo su desenlace son magníficos.

LO MEJOR:

-El inicio y, especialmente, el último tramo, realmente estupendo.

-Una historia original y bien llevada a cabo.

LO PEOR:

-Su desarrollo no es tan interesante como el inicio y el desenlace.

¿Quién debería verla?

Obviamente los seguidores de Pixar, los que gusten del buen cine animado y del buen cine en general.

¿Y quién no?
¿Quién carezca de emociones?