Passengers

La Avalon, una nave interestelar, se dirige a Homestead II, un planeta que será colonizado por los 5000 pasajeros del crucero, pero algo falla y uno de ellos se despierta 90 años antes de la llegada al planeta.

El hecho de que Jennifer Lawrence, con la compañía además del muy demandado Chris Pratt, protagonizara otra película de ciencia ficción me era suficiente como para sentir interés por verla, pero al llegar su estreno y leer comentarios no muy positivos, aún sin perder la curiosidad, me acerqué a ella precavidamente, sin esperar mucho no me fuera a llevar un gran chasco.

Será porque entré a la sala con no pocos recelos, pero la verdad es que  la cinta de Morten Tyldum (The Imitation Game) terminó por gustarme mucho más de lo esperado, y eso que no es, precisamente, un film redondo.

Porque sin duda estamos ante un argumento muy interesante. Dos pasajeros de una nave perdida en la inmensidad del espacio a la que le queda todavía casi un siglo para llegar a su destino, es la muerte segura en soledad. Y comienza muy bien, mostrando la soledad del personaje, su desesperación inicial y su suicida resignación final, así como la complicada decisión que toma, una decisión egoísta pero que, probablemente, cualquiera tomaría en su lugar... Tirando la historia más adelante por terrenos más románticos, siendo en gran medida un film romántico de ciencia ficción, pero que también tiene unos apuntes interesantes sobre la sociedad en la que se mueven los personajes, con los privilegios según el tipo de pasaje.

El gran pero del filme escrito por John Spaiths (Prometheus, Doctor Strange) es su último tramo, donde no es que fuercen, es que fuerzan y retuercen lo máximo para alcanzar un final feliz a la par que le complican mucho la vida a los protagonistas, lo que resta verosimilitud en momentos como la apertura de la puerta o, luego, el rescate del cuerpo y el proceso médico posterior... Y, aun así, a pesar de que se han esforzado notablemente para que echara pestes sobre la película, un servidor terminó más que satisfecho.

Quizá Chris Pratt (Guardianes de la galaxia) y Jennifer Lawrence (La gran estafa americana) tengan algo que ver con ello, ambos están estupendos, destacando el primero, quien soporta todo el peso del filme en una parte muy importante del mismo, y donde saca a relucir una buena vena dramática; mientras que Lawrence también tiene su momento destacado, de explosión dramática podríamos decir. Al tratarse de un film de náufragos espaciales, pocos rostros más hay, pero sin duda uno que hay que nombrar es el de Martin Sheen (Masters of Sex), el barman robótico que da sabios y complacientes consejos, aunque sea incapaz de distinguir dilemas morales.

Passengers (ídem, 2016) es una entretenida aventura espacial con mucho romance y algunas imágenes realmente hermosas (los paseos en el exterior de la nave), con un cuidado diseño de producción y unas cuantas ideas interesantes que podrían haber llevado más allá, pero que aún así, y a pesar de un forzado happy end, en todo momento resulta muy entretenida e incluso emocionante. A mí me dejó contento.

LO MEJOR:

-Chris Pratt, Jennifer Lawrence y Martin Sheen.

-Buena banda sonora de Thomas Newman, gran diseño de producción, buenos efectos visuales, realización eficaz...

LO PEOR:

-Se fuerza, y mucho, el final feliz, llegando a resultar poco verosímil.

-Que no hayan sido valientes y llevado la historia hasta sus últimas consecuencias, no aprovechar más ciertos detalles como las clases de pasajes.

¿Quién debería verla?

Es un film de ciencia ficción que puede gustar a cualquiera, desde seguidores de Robert Zemeckis y su Náufrago hasta las cintas románticas de Meg Ryan (pero sin pasarse).

¿Y quién no?

Los amantes de la ciencia ficción más dura.