09 julio 2020

Maquia: Una historia de amor inmortal

 
Maquia es una iorph, una raza cuya longevidad es tal que a ojos de los humanos son inmortales. Viven separados del resto del mundo tejiendo historias en un inmenso telar (hibiol), pero la aparente paz de Maquia y todos los iorph pronto se desvanece ante la invasión de un poderoso y ambicioso reino, escapando Maquia por puro azar, terminando sola en una tierra que no conoce.

Dio la casualidad que Maquia: Una historia de amor inmortal (Sayonara no Asa ni Yakusoku no Hana o Kazaro, 2018) se estrenó un fin de semana que me iba a ser imposible ir a verla, así que pocas esperanzas me quedaban de poder visionarla, y por lo poco que había visto y leído sobre ella era una auténtica pena no hacerlo. Pero hubo un poco de suerte, ya que muchas salas la mantuvieron unos días más, aunque con poquísimas sesiones y la mayoría matinales, lo cual personalmente no me importaba, pero seguro que eso no ayudó mucho a que acudiera una masa muy grande de espectadores a visionarla.

Pero al menos un servidor (y nueve personas más, que era el total de espectadores que había en la sala) tuvo la suerte de poder ver otro anime en pantalla grande, además resulta ser el debut en la realización de largometrajes de la prolífica guionista Mari Okada (El himno del corazón), a la cual habrá que seguirle la pista, puesto que ha sabido hacer no solo un film hermoso en el plano estético (los fondos y escenarios están muy cuidados), sino crear una historia preciosa y contarla con gran sensibilidad, tratando temas muy interesantes y universales de una manera delicada.

Al principio Maquia no sabe apenas nada de la vida, se siente sola en la isla de paz donde vive. La Anciana le advierte, quizá sospechando de lo que les viene encima, de que, si sale alguna vez al exterior, nunca ame a nadie si no quiere conocer lo que significa verdaderamente la soledad. Pero cuando la protagonista encuentra a una pequeña criatura desamparada no puede dejarla a su suerte, se hace cargo de ella, intenta ser madre y luego intenta comprender lo que significa serlo, todavía más cuando los años pasan y ella apenas cambia.

Hay una escena muy bonita y trágica en la que la protagonista se da verdadera cuenta de su soledad, ese momento es un punto de inflexión en la historia y uno de los segmentos más emotivos y tristes de la misma. Okada es certera con esta secuencia, ya que rara será la persona que no se sienta identificada con ella, pero a pesar de ello, con la actitud de la mayoría de los personajes (solo un niño y Maquia echan a llorar), se nos dice que es la ley de la vida, y que lo importante es que vivió feliz. Idea que pulula por toda la película y que tendrá su punto culminante al final de la misma, en otro de los instantes más emotivos y también lacrimógenos del film, que logra hacer un nudo en el estómago.

Desde el primer momento Maquia deslumbra a nivel visual, los escenarios están repletos de detalles (desde el níveo pueblo de los iorph a la sucia ciudad industrial, pasando por la capital del reino invasor con su imponente castillo de verticales paredes) y la animación fluye de forma natural, además de que los acompaña la siempre estupenda música de Kenji Kawai, que engrandece las imágenes y logra que las emociones emerjan todavía más.

Maquia: Una historia de amor inmortal es un gran debut de Mari Okada, una cinta fantástica donde el drama prevalece, donde el amor de un ser sensible y aparentemente débil por otro todavía más indefenso hace que el primero cambie para siempre, donde la belleza de la risa de un niño y la certeza de la muerte se mezclan con el deseo de tener una vida plena. Una muy bonita cinta animada.


LO MEJOR:
-Su preciosa y sensible historia. Excelente debut de Mari Okada.
-Estéticamente es muy bonita, la animación es muy buena.

LO PEOR:
-Ese personaje que aparece (y desaparece) en un par de ocasiones sin mucha explicación.

¿Quién debería verla?
Desde luego cualquiera que guste del anime, así como historias de fantasía y aventuras, especialmente aquellas en las que las relaciones entre los personajes tienen especial importancia.

¿Y quién no?
Quien espere una cinta donde prime la acción.

El momento:
Cuando Maquia recoge a Erial del abrazo protector de su madre.

La secuencia:
Cuando entierran a un entrañable animal y Maquia empieza a ser consciente de su situación.

La imagen:
La despedida final de Maquia y Erial.

La edición en BD/DVD: 
Maquia: Una historia de amor inmortal tiene las consabidas ediciones sencillas y una cuidada edición coleccionista (que, afortunado yo, me regalaron) que incluye la película en DVD y en Blu-ray Disc, además de interesantes extras sobre la producción, diferentes vídeos promocionales y tráileres y anuncios. También contiene extras físicos: dos postales y tres libretos, uno es una historia que transcurre en la aldea iorph y los otros dos están dedicados a comentar los diferentes aspectos de la historia y los personajes, así como detalles técnicos y diversas entrevistas a miembros del equipo.

La única pega que le pongo a esta edición es que Selecta Visión no haya optado (como en el resto de sus ediciones especiales) por una caja más robusta, como, por ejemplo, las también estupendas ediciones de La tortuga roja, de Karma Films, o El niño y la bestia, de Acontracorriente.

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