20 julio 2023

Gigantomaquia, de Kentaro Miura

Delos y Prome vagan por el desierto, sedientos (el primero al menos), y allí son abordados por los scarabe, una tribu, mezcla de myu y hyu, que vive alejada del imperio para evitar ser exterminados, y a los que tendrán que demostrar su valía si no quieren acabar muertos.

Tomo único del maestro Kentaro Miura que transcurre en un lejano futuro postapocalíptico, donde la civilización ha retrocedido a una época mítica, donde el imperio de los predominantes hyu ataca a los myu por el hecho de no ser humanos (o ser mestizos) y, también, obtener así los titanes que reverencian los últimos. Un tomo que leí hace tiempo y me pareció más que nada una curiosidad, pero que con su relectura he disfrutado más tanto de su historia como del siempre impresionante grafismo de Miura.

Se podría decir que, fuera de Berserk, Miura tiene cadencia a dibujar mangas que transcurren en el desierto, pues otras de sus obras, realizadas junto a Buronson, también se desarrollan en ambientes áridos. Si embargo, Gigantomaquia está lejos de la ficción histórica del díptico Oh-Ro y de la postapocalíptica Japan, aunque aquí nos encontremos también con un mundo despiadado donde los más fuertes arrasan con los débiles para saciar su avaricia. Pero más que un universo ucrónico o de ciencia ficción (a pesar de tener sus toques), es uno de fantasía donde "conviven" seres gigantescos, humanos corrientes, y otros seres inteligentes con, en mayor o menor medida, cualidades de insecto y de aspecto antropomorfo.

Un universo del que vamos descubriendo detalles poco a poco y que se adivina hay mucho más allá de lo que se nos muestra (como confirma el séptimo capítulo, que funciona como epílogo). Es indudable la influencia directa del manganime Ataque a los titanes, que durante la época de la serialización de esta obra estaba en su máximo apogeo, y un servidor también ha visto detalles que le han recordado a Nausicaä del Valle del Viento (pero lo mismo es que por defecto intento encontrar semejanzas con la obra de Miyazaki).

Gigantomaquia es un tebeo lleno de interrogantes, al ser un volumen autoconclusivo y el mundo donde se desarrolla tan vasto deja muchas cuestiones por resolver, pero eso en vez de ir en su contra lo hace si cabe más interesante. Una de los enigmas que despiertan más interés es la relación entre los protagonistas, cómo llegaron a conocerse y su pasado en general. De Delos sabemos muchos detalles a lo largo de las páginas, pero de Prome solo podemos hacer conjeturas. La imagen de ambos no puede ser más diferente, de hecho la de Delos no corresponde a la del típico héroe, no es especialmente atractivo y su robusto cuerpo tiene poco de estilizado, pero su personalidad sí que es el de una persona bondadosa que busca el bien de los demás; Prome es más fría y analítica, y su aspecto es el de una frágil moza, pero por su forma de hablar probablemente no sea ni una cosa ni la otra. Es todo un misterio.

El dibujo es otro de los puntos fuertes. Muy detallado, como nos tenía acostumbrados el maestro, y con unas cuidadas coreografías de lucha, inspiradas en la lucha grecorromana, con un diseño de personajes y criaturas marca de la casa.

Panini, la editorial de cabecera de la obra de Kentaro Miura, publicó este tomo allá por 2019. El formato y calidad es el mismo que la de la edición estándar de Berserk. Tiene 232 páginas y su precio de salida fue de 10 euros. La traducción corrió a cargo de Marc Bernabé, quien cumple como siempre aunque hay alguna erratilla y, sobre todo, un momento que, quizás, sea una traducción literal, pero a mí me sigue sin cuadrar que Ogun se disponga a propinar un codazo y diga rodillazo (porque, aunque tenga características de insecto, su aspecto es del todo antropomorfo).

Probablemente nunca llegaremos a saber si Miura tenía planeado ampliar la historia en el futuro, puesto que se entreve un gran mundo por descubrir, muchas batallas que librar, enigmas que resolver y un interesante pasado que explorar. No obstante, puede que por esto mismo Gigantomaquia sea una lectura tan amena, que consigue encender la imaginación del lector.

 
LO MEJOR:
-Una historia que, siendo sencilla, se aprecia más y mejor con la relectura.
-Esa curiosa combinación de dos cosas que, parece, fascinan tanto a los japoneses: los insectos y los monstruos gigantes.
-Su sensacional dibujo.

LO PEOR:
-Su escatológico humor... aun siendo muy suave.
 
Otras opiniones:
 
Otros mangas postapocalípticos (más o menos):

2 comentarios:

Santiago Bobillo dijo...

Pues a lo mejor cae, tanto por lo que comentas como por darme curiosidad ver a Miura afrontar un tomo único.

Neovallense dijo...

Ya sabes que Miura siempre es garantía de recreación de córneas, y además es un disfrutable tomo único con un final que se puede considerar cerrado.