Tras un desencanto amoroso, Krisna decide irse de Kendra, una comunidad que sobrevive en un postapocalíptico entorno, junto a su hermano pequeño Achi, guiado por Indra, una suerte de padre adoptivo, topándose por el camino con un pequeño grupo que los acogen de buen grado, al menos temporalmente...
Sleepers es, probablemente, la obra que nadie esperaba de la línea Gaijin Manga. Apareció un poco de repente, allá por 2012, en las librerías, sin grandes presentaciones, y su estilo está alejado del manga y del resto de autores de la colección publicada por Glénat/EDT y, además, su formato es diferente al del resto de volúmenes. No obstante, al menos a un servidor, le resultó atractivo a primera vista.
Sleepers es, probablemente, la obra que nadie esperaba de la línea Gaijin Manga. Apareció un poco de repente, allá por 2012, en las librerías, sin grandes presentaciones, y su estilo está alejado del manga y del resto de autores de la colección publicada por Glénat/EDT y, además, su formato es diferente al del resto de volúmenes. No obstante, al menos a un servidor, le resultó atractivo a primera vista.
Y lo es porque, aunque no estemos hablando de un tebeo que entre, en lo que se refiere a su dibujo, dentro del canon manga comercial, sí que lo es propiamente dicho a la hora de narrar la historia, el diseño de página, así como el uso del blanco y negro y las tramas.
Pero, realmente, en qué estilo de cómic lo etiquetemos es lo de menos, lo fundamental es lo que cuenta y cómo lo hace, el hecho de que esté narrado bien. Y, para tratarse de una primera obra larga, pienso que no es un mal comienzo, de hecho es ambicioso, pues desde las primeras páginas se atisba un mundo rico, atrayente y enigmático, que nos plantea muchas cuestiones (esa mano gigante en la casa o los escenarios decadentes, por ejemplo) al carecer de introducción y explicaciones y nos muestra a unos jóvenes que, como tales, comenten actos rebeldes (en este caso... un concierto) que van contra una sociedad que apenas hemos empezado a descubrir. También se nos muestra la atracción del protagonista por una amiga, su carácter introvertido y, en pocas páginas, el desamor y las consecuencias (o parte de ellas) de actuar sin reflexión previa.
Tras el viaje del trío solo presuponemos que hay un plan previo, puesto no se manifiesta hasta el final los motivos del mismo, pero en todo caso surge a raíz de un conflicto y hace que el protagonista se tropiece con otras personas que hará que crezca y conozca más de un mundo que apenas ha empezado a explorar. Precisamente ese otro grupo con el que se topan, ese particular, frágil y corrupto sistema, con sus líderes y víctimas es un tramo muy interesante de la historia, con un excéntrico personaje además, Uma, que continuamente está citando obras (a Calderón de la Barca, por ejemplo). Todo se desarrolla satisfactoriamente hasta que pasamos al último tramo, donde se exponen las razones de todo y, precisamente por ello, se tambalea. Se suma que los acontecimientos se aceleran de más, e incluso hay escenas que resultan paródicas sin querer serlo (esa repentina muestra de amor entre Sita y Kris), por no hablar de un error de continuidad muy absurdo de una flecha que se clava desde arriba para, a la página siguiente, estar clavada justo del lado contrario. Parte de los apresuramientos (como esas habilidades desarrolladas repentinamente), entiendo, se pueden deber a la limitación de espacio o del tiempo que dispuso el autor para la realización de la obra y, otra parte, a simple bisoñez, pero pienso que en muchas ocasiones es mejor dejar más incógnitas que resolverlas.
Como apuntaba arriba, en realidad el dibujo de Luis NCT está alejado del manga, sus personajes narigudos y relativamente realistas se acercan más al cómic europeo, no obstante el dinamismo, o el inteligente uso de las líneas cinéticas, son propias del tebeo nipón. Además, hace un buen uso de planos aberrantes y de “objetivos” de ojos de pez (cuando se drogan, por ejemplo), y el estilo abocetado y sucio, pero con mucho detalle, resulta muy vistoso.
La edición seguía la estela de la colección de autores españoles, rústica con sobrecubiertas solo que se publicó en un formato algo mayor. Las historia consta de 154 páginas de tebeo y 36 generosas páginas de material extra, con muchos bocetos (de diseños de personajes y páginas completas) con anotaciones del autor, así como una muestra del que era el final original y un texto donde explica sus intenciones. Tras esta obra Luis NCT ha publicado Wahcommo y Kaya (las cuales no he tenido el gusto de catar) con Astiberri y trabajado para Image en Killadelphia.
Sleepers fue tan inesperado como esta tardía reseña, un cómic con notables puntos de interés, de intrigante inicio, buen desarrollo pero un desenlace no del todo satisfactorio, entre lo arriesgado y lo manido, entre los transcendental y lo inane.
Pero, realmente, en qué estilo de cómic lo etiquetemos es lo de menos, lo fundamental es lo que cuenta y cómo lo hace, el hecho de que esté narrado bien. Y, para tratarse de una primera obra larga, pienso que no es un mal comienzo, de hecho es ambicioso, pues desde las primeras páginas se atisba un mundo rico, atrayente y enigmático, que nos plantea muchas cuestiones (esa mano gigante en la casa o los escenarios decadentes, por ejemplo) al carecer de introducción y explicaciones y nos muestra a unos jóvenes que, como tales, comenten actos rebeldes (en este caso... un concierto) que van contra una sociedad que apenas hemos empezado a descubrir. También se nos muestra la atracción del protagonista por una amiga, su carácter introvertido y, en pocas páginas, el desamor y las consecuencias (o parte de ellas) de actuar sin reflexión previa.
Tras el viaje del trío solo presuponemos que hay un plan previo, puesto no se manifiesta hasta el final los motivos del mismo, pero en todo caso surge a raíz de un conflicto y hace que el protagonista se tropiece con otras personas que hará que crezca y conozca más de un mundo que apenas ha empezado a explorar. Precisamente ese otro grupo con el que se topan, ese particular, frágil y corrupto sistema, con sus líderes y víctimas es un tramo muy interesante de la historia, con un excéntrico personaje además, Uma, que continuamente está citando obras (a Calderón de la Barca, por ejemplo). Todo se desarrolla satisfactoriamente hasta que pasamos al último tramo, donde se exponen las razones de todo y, precisamente por ello, se tambalea. Se suma que los acontecimientos se aceleran de más, e incluso hay escenas que resultan paródicas sin querer serlo (esa repentina muestra de amor entre Sita y Kris), por no hablar de un error de continuidad muy absurdo de una flecha que se clava desde arriba para, a la página siguiente, estar clavada justo del lado contrario. Parte de los apresuramientos (como esas habilidades desarrolladas repentinamente), entiendo, se pueden deber a la limitación de espacio o del tiempo que dispuso el autor para la realización de la obra y, otra parte, a simple bisoñez, pero pienso que en muchas ocasiones es mejor dejar más incógnitas que resolverlas.
Como apuntaba arriba, en realidad el dibujo de Luis NCT está alejado del manga, sus personajes narigudos y relativamente realistas se acercan más al cómic europeo, no obstante el dinamismo, o el inteligente uso de las líneas cinéticas, son propias del tebeo nipón. Además, hace un buen uso de planos aberrantes y de “objetivos” de ojos de pez (cuando se drogan, por ejemplo), y el estilo abocetado y sucio, pero con mucho detalle, resulta muy vistoso.
La edición seguía la estela de la colección de autores españoles, rústica con sobrecubiertas solo que se publicó en un formato algo mayor. Las historia consta de 154 páginas de tebeo y 36 generosas páginas de material extra, con muchos bocetos (de diseños de personajes y páginas completas) con anotaciones del autor, así como una muestra del que era el final original y un texto donde explica sus intenciones. Tras esta obra Luis NCT ha publicado Wahcommo y Kaya (las cuales no he tenido el gusto de catar) con Astiberri y trabajado para Image en Killadelphia.
Sleepers fue tan inesperado como esta tardía reseña, un cómic con notables puntos de interés, de intrigante inicio, buen desarrollo pero un desenlace no del todo satisfactorio, entre lo arriesgado y lo manido, entre los transcendental y lo inane.
LO MEJOR:
-El comienzo y desarrollo de la historia y personajes.
-Un dibujo atractivo a pesar de su estilo sucio y, aparentemente, rápido.
-Las múltiples referencias, desde cinematográficas, literarias, a movimientos como el 15M o mitológicas.
LO PEOR:
-Además de los detalles o errores apuntados, las faltas ortográficas (no muy graves, pero recurrentes).
-El desenlace, con sus explicaciones, no me terminan de convencer.
La quinta de los gaijines:
-El comienzo y desarrollo de la historia y personajes.
-Un dibujo atractivo a pesar de su estilo sucio y, aparentemente, rápido.
-Las múltiples referencias, desde cinematográficas, literarias, a movimientos como el 15M o mitológicas.
LO PEOR:
-Además de los detalles o errores apuntados, las faltas ortográficas (no muy graves, pero recurrentes).
-El desenlace, con sus explicaciones, no me terminan de convencer.
La quinta de los gaijines:
2 comentarios:
El único tomo de los gaijines que no llegó a mis estanterías, en parte por no terminar de llamar mi atención la sinopsis y el dibujo.
Increíble que te falte uno de los gaijines. :O
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