Steve Rogers, el Capitán América, se ha convertido en toda una celebridad en su país, pero no es sino un hombre que nació y vivió en un tiempo muy diferente al actual, por lo que le asaltan las dudas acerca de lo que es correcto o no, así como lo que quiere para él y en quién confiar en una organización tan hermética como SHIELD.
Es normal que esperemos impacientes a cada nueva entrega cinematográfica de la Marvel, ya que ponen tanto mimo y cuidado en los efectos especiales y en el espectáculo como en la historia y el tratamiento de los personajes, teniendo siempre un gran respeto por sus orígenes comiqueros y a la vez teniendo presente que han de llegar a una mayoría de público que probablemente nunca (o casi) se hayan leído un tebeo de la factoría. Con la segunda entrega del Capitán América siguen estos preceptos al pie de la letra, una muy buena historia, con un transfondo actual, un desarrollo de los personajes magnífico y mucho espectáculo con escenas de acción tremendamente emocionantes y ciertamente espectaculares.
En esta cinta, dirigida por los hermanos Anthony y Joe Russo (Tú, yo y ahora... Dupree) y escrita por Christopher Markus y Stephen McFeely, abre el apetito de acción del espectador con una escena de asalto a un barco secuestrado, para después centrarse durante unos buenos minutos en los personajes, en Rogers y presentándonos las nuevas caras, para luego reiniciar la acción con una secuencia persecutoria trepidante y, a partir de ahí, poco a poco ir incrementando los niveles de adrenalina a la par que vamos descubriendo qué es lo que pasa, quién es el enemigo y en quién se puede confiar.
De las nuevas incorporaciones me ha encantado el personaje de Falcon, interpretado por Anthonie Mackie (En tierra hostil), es otro héroe que no conocía y que me ha caído bien desde el primer momento, además sus escenas de vuelo se cuentan entre lo mejor del film (y no es poco decir). Que Robert Redford (Los tres días del cóndor) haya participado también era uno de los grandes alicientes que hacían tuviera ganas de verla, este veterano actor y director se cuenta entre mis favoritos y verlo en pantalla grande siempre es un placer, dándole mayor rango a cada producción en la que participa. Por supuesto, Chris Evans (Snowpiercer) sigue como Steve Rogers alias Capitán América, y si ya me convenció en Capitán América: El primer vengador, aquí su personaje crece y se hace más carismático; Nick Furia, encarnado en la piel de un Samuel L. Jackson (Django desencadenado) en constante cabreo, también es un personaje fundamental en esta entrega, y al que le toca sufrir bastante; mientras que Scarlett Johansson (Her) completa con su enigmática Viuda Negra el cuadro de papeles más relevantes. A ellos se le suman Sebastian Stan (La boda de Rachel), Emily VanCamp (The Ring 2), Cobie Smulders (Cómo conocí a vuestra madre), Frank Grillo (Prison Break, Anarchy: La noche de las bestias)... Un variado elenco que cumple con creces su labor.
Capitán América: El soldado de invierno es una magnífica cinta que sigue más la estela de Los vengadores que de la primera entrega del Capi; está repleta de acción, es muy espectacular (la vi en una sala Imax y en 3D y te deja con la boca abierta en más de una ocasión) y lo mejor es que su historia está trabajada y su fondo es de plena actualidad. Imprescindible.
LO MEJOR:
-Una historia y personajes muy cuidados.
-Que engancha de principio a fin.
-La dirección de los hermanos Russo, los efectos visuales, la música...
LO PEOR:
-La escena del asalto al barco tiene momentos que, al menos en Imax 3D, resultan un poco confusos y mareantes.
¿Quién debería verla?
Quien disfrutara de anteriores entregas fílmicas de la Marvel.
¿Y quién no?
¿Fernando Trueba y Michael Haneke?
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