Valeria y sus dos hijos huyen a Francia con la esperanza de un futuro mejor; Tanit y sus retoños terminan en Nairobi donde lo tienen muy complicado para salir adelante; Shaila acepta un trabajo en Dubái al no encontrar una salida digna en Calcuta, donde deja a su marido e hijos. Tres historias distintas de tres familias dispares pero con un común denominador: la Crisis Climática.
Ganadora del premio a mejor película de animación en los 30º Premios Forqué (que también ha optado a varios galardones en diferentes certámenes), el proyecto de esta cinta, dirigida por David Baute (Éxodo climático) y escrita por Yaiza Berrocal, nació en 2018 y desde entonces, como ha apuntado su productor Edmon Roch, se han celebrado varias cumbres del clima y seguimos directos hacia el punto de no retorno, por lo que es muy necesaria, más teniendo en cuenta los espléndidos resultados artísticos, dramáticos y divulgativos de la propuesta.
Al menos para un servidor que, desde que se nos presenta a los personajes hasta los créditos finales, quedó enmudecido por unas historias de gran calado humano, tan duras como sobrecogedoras, que golpean a cualquiera con un mínimo de conciencia y preocupación por esta hermosa esfera celeste que es el hogar de todos.
Pero quiero creer que puede lograr remover no solo a los que estamos preocupados por la problemática que expone (que deberíamos ser mayoría), sino a cualquier persona, puesto que describe dramas de familias que, aun separadas por continentes, les mueve lo que a todos: el bienestar de los suyos. Aun no ocurriendo las grandes tragedias en tierras del llamado primer mundo (que libres no estamos de padecerlas, como desgraciadamente hemos averiguado recientemente), son historias cercanas, tan terribles como reales.
Ganadora del premio a mejor película de animación en los 30º Premios Forqué (que también ha optado a varios galardones en diferentes certámenes), el proyecto de esta cinta, dirigida por David Baute (Éxodo climático) y escrita por Yaiza Berrocal, nació en 2018 y desde entonces, como ha apuntado su productor Edmon Roch, se han celebrado varias cumbres del clima y seguimos directos hacia el punto de no retorno, por lo que es muy necesaria, más teniendo en cuenta los espléndidos resultados artísticos, dramáticos y divulgativos de la propuesta.
Al menos para un servidor que, desde que se nos presenta a los personajes hasta los créditos finales, quedó enmudecido por unas historias de gran calado humano, tan duras como sobrecogedoras, que golpean a cualquiera con un mínimo de conciencia y preocupación por esta hermosa esfera celeste que es el hogar de todos.
Pero quiero creer que puede lograr remover no solo a los que estamos preocupados por la problemática que expone (que deberíamos ser mayoría), sino a cualquier persona, puesto que describe dramas de familias que, aun separadas por continentes, les mueve lo que a todos: el bienestar de los suyos. Aun no ocurriendo las grandes tragedias en tierras del llamado primer mundo (que libres no estamos de padecerlas, como desgraciadamente hemos averiguado recientemente), son historias cercanas, tan terribles como reales.
El hecho de que sea cine animado no le quita ni un punto de conmoción. El poder expresivo de la animación hace que sea igualmente impactante este drama sobre refugiados que no pueden serlo oficialmente, con instantes en los que, con apenas una frase o una mirada de los personajes, logra un estremecimiento que no consigue con igual eficacia la imagen real.
Mariposas negras (ídem, 2024) me ha tenido en vilo en todo momento. He padecido con sus protagonistas, me han hecho mella sus desgracias y han reafirmado mis convicciones. Sus tres historias, todas basadas en personas reales como bien podemos apreciar al final, hacen ver al público espectador que estamos ante un fenómeno global y que nadie está libre de sufrirlo.
Mariposas negras (ídem, 2024) me ha tenido en vilo en todo momento. He padecido con sus protagonistas, me han hecho mella sus desgracias y han reafirmado mis convicciones. Sus tres historias, todas basadas en personas reales como bien podemos apreciar al final, hacen ver al público espectador que estamos ante un fenómeno global y que nadie está libre de sufrirlo.
Desgraciadamente pasará con más pena que gloria por salas, pero su mensaje debería llegar lejos, a los adultos actuales y a los futuros, a los que les preocupen estos temas y a los que no. Quizás sea otra semilla que, con el tiempo, germine en un futuro mejor.
LO MEJOR:
-Todo, desde el guion, la dirección, su estética y limitada aunque expresiva animación, hasta la música y el mensaje de socorro que lanza.
LO PEOR:
-Que su impacto mediático y en la cartelera sea testimonial, que no llegue a un público masivo.
-Todo, desde el guion, la dirección, su estética y limitada aunque expresiva animación, hasta la música y el mensaje de socorro que lanza.
LO PEOR:
-Que su impacto mediático y en la cartelera sea testimonial, que no llegue a un público masivo.
-Que no se contemple a los desplazados por el clima como refugiados.
¿Quién debería verla?
Todo el mundo, incluso negacionistas (de hecho, especialmente estos últimos).
¿Quién debería verla?
Todo el mundo, incluso negacionistas (de hecho, especialmente estos últimos).
Otras opiniones:
Animación que cala:
No hay comentarios:
Publicar un comentario