Como en todo festival (si, continúo con la VII Muestra Syfy) que se precie debe haber una película rarita para que las mentes sesudas puedan luego escribir largas y maravillosas críticas. Yo, que no soy muy sesudo, escribiré algo, aunque no sé si largo.
La historia de Amer es difícil de explicar, de hecho es difícil de aseverar que tenga historia, al menos una que enlace los tres fragmentos en los que se divide. Por lo que procederé a hacer un pequeño análisis de ellos.
En el primero, el único que captó verdaderamente mi atención, la protagonista es una niña que parece que no le hacen mucho caso, y a la cual le gusta mucho mirar por las cerraduras; también tenemos a una siniestra abuela y a un abuelo muerto no menos fúnebre (nunca mejor dicho). Esta parte es quizá la que tenga más argumento, pero sin abusar. En realidad todo gira alrededor del muerto, aunque al principio no lo sepamos. Pero si hay que destacar algo es que realmente genera canguelo, hay situaciones que asustan, y es que la mencionada anciana no es que dé mucha confianza, y eso que ni se le ve la cara.
En el segundo fragmento vemos a la niña, ya crecidita, junto con su madre (que también aparece en el primero), ambas salen de la mansión donde se desarrolla la primera parte y van a dar un paseo al pueblo, donde harán unas compras, la madre se teñirá el pelo, la hija jugará con un niño, y al ir tras la revoltosa pelota se topará con unos moteros. También hay que añadir que la niña tiene cara de ser un poco guarrilla (con perdón), o sea, que le gusta atraer la atención de los demás, los machotes especialmente (de hecho tiene cierto pique con la madre). El mayor interés de esta parte es vislumbrar la ropa interior inferior a la muchacha.
El tercer y último fragmento nos volvemos a la mansión. La protagonista en este caso creo que es la niña ya mayor (eso lo supongo, sobre todo por el vestido que lleva, ya que la actriz es la que hace de madre en las dos partes anteriores, por lo que lo mismo me estoy equivocando). Lo primero que vemos es que dicha mujer llega al pueblo y coge un taxi, desde el principio vemos que hay cierta atracción con el taxista, pero la cosa parece quedarse en eso (de hecho en los dos últimos fragmentos son evidentes las connotaciones sexuales de muchos de sus planos). Ya en la mansión comienzan a suceder cosas extrañas, como si hubiera un intruso. Al final nos damos cuenta de quién es el intruso.
Amer, que supone el debut (¡y vaya debut!), en la dirección de Hélène Cattet y Bruno Forzani (que ya han trabajado juntos en un par de cortos), es un film experimental casi sin diálogos de difícil digestión, se hace muy largo y el final no merece tanto la pena como para ver todo lo anterior (al menos en Vinyan, la película más rara -que yo viera- de la muestra del pasado año, éste sí que merecía la pena). Hay más de una imagen acertada, desde luego, pero eso no justifica que el resto se haga tan pesado, aunque el principio me resultó hipnótico, hubo muchos más momentos en los que me revolvía en la butaca lleno de impaciencia.
LO MEJOR:
-El primer fragmento.
-El erotismo que impregna el personaje de la muchacha en la segunda parte, toda una Lolita.
LO PEOR:
-Se hace largo, y en demasiadas ocasiones tedioso.
¿Quién debería verla?
Parece obvio, pero he de suponer que los amantes del cine experimental.
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2 comentarios:
Qué bien me vino para echar una siestecita después de la comilona.
Gracias Amer.
Y además las butacas no son del todo incómodas, y hay espacio para estirarse un poco xD
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