Esta es una de las películas que con más expectación esperaba, llevaba tanto tiempo leyendo cosas prometedoras de ella, así como de su director Darren Aronofsky y de la actuación de Natalie Portman, que ansiaba que llegara el día en que pudiera ir a verla. Al final lo hice ni más ni menos en una tarde llena de cine, donde primero vi Valor de ley.
Hasta ahora de Aronofsky no había visto ninguno de sus trabajos anteriores, aunque, sin siquiera saber verdaderamente de qué van algunos de ellos, me llaman la atención poderosamente, aun después de haber visto Cisne negro (Black Swan, 2010), un film de primerísimos planos y atmósfera enfermiza. Con ello no quiero decir que Cisne negro no me parezca una buena película, no me cabe duda que es un gran trabajo, y que el hecho de que me haya engendrado sensaciones como angustia y desazón quiere decir que probablemente el director haya alcanzado sus objetivos; pero lo cierto es que en algún momento pensé salirme de la sala, me sentía enfermo, el ambiente era enfermizo, la atmósfera claustrofóbica…, y Natalie Portman (El profesional (León)) ha realizado quizá el mejor papel de su carrera: descarnado e intenso.
Cisne negro nos cuenta la historia de Nina Sayers, una bailarina del ballet de Nueva York que vive con su sobreprotectora madre y que desea más que nada ser como Beth, la gran estrella de dicho ballet durante años. Dicha oportunidad se le aparece cuando es elegida por el director para ser la protagonista de una nueva versión de El lago de los cisnes, donde tendría los papeles de cisne blanco y cisne negro. Pronto sentirá que Lily, una recién llegada, quiere quitarle el puesto.
Enfermiza, ya lo he dicho, pero a mí juicio ésa es la palabra que mejor define la nueva obra de Aronofsky. Desde el mismo comienzo nos lo deja claro, la protagonista no está muy allá, se le va un tanto la olla, se cruza consigo misma, con esa parte que reprime de sí, que tiene guardada en su interior por culpa de una madre que la controla, que la trata como si fuera una niña, que desea que llegue hasta donde ella no pudo llegar, convirtiéndola en una persona insegura e inestable. La nerviosa cámara la sigue muy de cerca, a unos pocos pasos, constantemente, es su rostro o su nuca lo que vemos, mientras se mueve por los tristes escenarios de su vida cotidiana… De hecho son los primeros planos, y no sólo en la protagonista, los que más se repiten; y se repiten en unos decorados en los que abundan las sombras, es la noche la que reina en este filme, el día apenas se deja notar.
Si hay algún personaje que aporte algo de luz es una luz mortecina, como la de la actriz que siempre se me olvida el nombre pero nunca se me olvidarán sus ojos, Mila Kunis (El libro de Eli), cuyo personaje, Lily, es diametralmente opuesto a Nina, siendo una chica abierta y desinhibida, pero que provoca en esta última tanta simpatía como recelos; otro personaje con no menos sombras es el del director del ballet, al que da vida Vincent Cassel (Su majestad Minor), un tipo manipulador que parece estar más que dispuesto a beneficiarse a todas sus protagonistas; una de esas beneficiadas es Winona Ryder, cuyo papel le viene como anillo al dedo, ya que es la reina destronada, la que fuera una gran estrella cuyo brillo se ha apagado, en el caso de la actriz parece que comienza a remontar el vuelo tras una época difícil, éste trabajo así como otros pequeños papeles en grandes producciones, como en Star Trek, hacen discernir que saldrá del hoyo; por supuesto no hay que olvidarse del personaje que encarna Barbara Hershey (Los últimos guerreros), típica madre sobreprotectora y posesiva, que parece no darse cuenta de que su hija ya hace tiempo que dejó de ser una infante, y que incluso logra oprimir al espectador en ciertas escenas.
Cisne negro es una película que se adentra en los recovecos de una mente perturbada y que perturba, y a eso ayuda, además de unas grandes interpretaciones, la fotografía, la escenografía y puesta en escena, y las propias coreografías. Puede gustarte o no, pero seguro que al final de la proyección no sales como entraste.
LO MEJOR:
-Natalie Portman, muy muy buena su interpretación; aunque sin minusvalorar el trabajo de quienes la secundan, como la guapa Mila Kunis, Vincent Cassel y Barbara Hershey.-La cariñosa secuencia de Natalie Portman y Mila Kunis.
-La dirección de Aronofsky, no hay que negar que ha conseguido generar una atmósfera opresiva.
LO PEOR:
-Precisamente esa atmósfera puede ser poco digerible según para qué tipo de público o incluso según el estado anímico en el que esté uno.
¿Quién debería verla?
Si te van los filmes de atmósferas recargadas y personajes torturados.
¿Y quién no?
Lo dicho, no es una película complaciente con el espectador, así que si te gusta el cine más bien ligerito pasa de esta peli.
Lo próximo:
Leer critica Cisne negro en Muchocine.net
2 comentarios:
Sí que es opresivo y enfermizo el ambiente, pero es un rollo que le va mucho a Aronofsky. Si en esta estuviste a punto de salirte, entonces yo no vería ni "Requiem por un sueño" ni "Pi, fe en el caos". Comenzaría por alguna de las otras dos, que son algo más luminosas o simplemente dramáticas, "La fuente de la vida" o "El luchador".
Saludetes.
Esas dos son precisamente las películas que más me atraen, sobre todo "La fuente de la vida"...
Gracias por las recomendaciones ^^
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