Otro año más y otra Muestra Syfy más, y para inaugurar el evento ni más y ni menos que una película protagonizada por el muy ocupado Matt Damon. Antes de ello nos requisaron móviles y cualquier dispositivo electrónico que pudiera almacenar algo, ¡incluido discos duros portátiles!, que eso, como todo el mundo sabe, por sí solos no pueden grabar vídeos... total, que el personal se indignó con razón, más aun teniendo en cuenta que la película se estrenaba el día siguiente.
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Dirigida por quien escribiera los guiones de El ultimátum de Bourne, Ocean’s Twelve, La sombra de la sospecha y Timeline, el debutante George Nolfi, y basándose en un relato de Philip K. Dick, Destino Oculto (The Adjustment Bureau, 2011) nos relata cómo David Norris, un joven y polémico congresista, que va para senador, conoce a una joven atractiva y extrovertida. Pero en dicha relación pronto se interpondrán unos personajes misteriosos ataviados con sombreros, quienes controlan en la sombra la vida no sólo de Norris, sino de todo el mundo.
Al ver hace unas semanas el tráiler de Destino oculto ya me dije a mí mismo que la historia resultaba interesante, pero que el tráiler en sí tenía mala pinta. Por desgracia, no me equivoqué. Y no es que empiece mal, de hecho su comienzo hace presagiar que uno va a contemplar un film notable, la presentación de los personajes principales, la primera aparición de los hombres con sombrero, así como la química que hay entre Emily Blunt y Matt Damon lo constatan. Pero a medida que avanza la trama la cosa se va enfriando, poniendo un punto y final además demasiado blandito, que tira más para lo romántico que para el lado más oscuro, que bien seguro hubiese dado resultados mucho más interesantes e inquietantes. El camino que toma Nolfi ha dado como resultado que al hacer acto de presencia los créditos finales el espectador se quede por completo indiferente. Con eso no quiero decir que sólo por culpa del final haya fallado, sino que se trata de algo que viene del minuto cuarenta y cinco (más o menos) en adelante, ya que los acontecimientos a partir de dicho momento, básicamente, se van repitiendo; todo es una larga persecución; todo es atravesar puertas que no saben dónde te irán a llevar (algo parecido a las puertas traseras de The Matrix Reloaded), es alargar una historia para que dure lo suficiente para ser largometraje.
Si algo hay que destacar mínimamente de esta producción (aparte del entorno donde se desarrolla) es la labor de algunos de sus actores, sobre todo de Emily Blunt, la chica que estaba coladita de un velludo Benicio del Toro en la mediocre nueva versión de El hombre lobo, ella y Matt Damon (Más allá de la vida, Valor de ley) hacen una pareja con química, sobre todo en la primera parte de la película, lástima que luego los derroteros se tuerzan. El resto del reparto está correcto, nada más.
Adaptar un cuento de Philip K. Dick siempre es un reto difícil, muy pocos han realizado un producto decente inspirándose en los escritos del escritor nacido en Chicago, y sólo dos se pueden considerar grandes obras del cine fantástico, por lo que George Nolfi tenía por delante una tarea ardua que al final ha resultado fallida. Entretiene, pero deja indiferente, que es lo peor que le puede pasar a una película.
Al ver hace unas semanas el tráiler de Destino oculto ya me dije a mí mismo que la historia resultaba interesante, pero que el tráiler en sí tenía mala pinta. Por desgracia, no me equivoqué. Y no es que empiece mal, de hecho su comienzo hace presagiar que uno va a contemplar un film notable, la presentación de los personajes principales, la primera aparición de los hombres con sombrero, así como la química que hay entre Emily Blunt y Matt Damon lo constatan. Pero a medida que avanza la trama la cosa se va enfriando, poniendo un punto y final además demasiado blandito, que tira más para lo romántico que para el lado más oscuro, que bien seguro hubiese dado resultados mucho más interesantes e inquietantes. El camino que toma Nolfi ha dado como resultado que al hacer acto de presencia los créditos finales el espectador se quede por completo indiferente. Con eso no quiero decir que sólo por culpa del final haya fallado, sino que se trata de algo que viene del minuto cuarenta y cinco (más o menos) en adelante, ya que los acontecimientos a partir de dicho momento, básicamente, se van repitiendo; todo es una larga persecución; todo es atravesar puertas que no saben dónde te irán a llevar (algo parecido a las puertas traseras de The Matrix Reloaded), es alargar una historia para que dure lo suficiente para ser largometraje.
Si algo hay que destacar mínimamente de esta producción (aparte del entorno donde se desarrolla) es la labor de algunos de sus actores, sobre todo de Emily Blunt, la chica que estaba coladita de un velludo Benicio del Toro en la mediocre nueva versión de El hombre lobo, ella y Matt Damon (Más allá de la vida, Valor de ley) hacen una pareja con química, sobre todo en la primera parte de la película, lástima que luego los derroteros se tuerzan. El resto del reparto está correcto, nada más.
Adaptar un cuento de Philip K. Dick siempre es un reto difícil, muy pocos han realizado un producto decente inspirándose en los escritos del escritor nacido en Chicago, y sólo dos se pueden considerar grandes obras del cine fantástico, por lo que George Nolfi tenía por delante una tarea ardua que al final ha resultado fallida. Entretiene, pero deja indiferente, que es lo peor que le puede pasar a una película.
LO MEJOR:
-Emily Blunt, y la química que desprende con Matt Damon.
-La primera parte de la cinta, tiene suspense y buenos detalles.
LO PEOR:
-Tras cuarenta y cinco interesantes minutos la historia va decayendo de forma constante.
¿Quién debería verla?
Si deseas ver una película romántica con tu novia, es una opción.
¿Y quién no?
Los fans de Philip K. Dick.
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