Lo admito, aún no la había visto, a pesar de que habrán hecho mil reposiciones en televisión nunca había visto Los Goonies (The Goonies, 1985) una película de esas que es solo nombrarla que la mayoría del personal hace una genuflexión para mostrarle sus respetos mientras que los ojos le empiezan a brillar, les sale una sonrisa de oreja a oreja e incluso lloran de tanta nostalgia que les causa imaginársela. Sinceramente, ya estaba un poco harto de tanta emoción por aquí y por allá, tantas risitas al mencionar a tal o cual personaje, así que viendo que la iban a proyectar en un cine (y encima a un gran precio) no podía hacer otra cosa que ir raudo (pues era una sesión única) y comprobar por mí mismo si en verdad la película del director de Arma letal era merecedora de tanto misticismo.
¿Quién no ha soñado alguna vez con encontrar un mapa de un tesoro e ir en su búsqueda? Pues esa es, como ya sabréis, la premisa de Los Goonies, un grupo de amigos que encuentra un viejo mapa olvidado en el desván de la casa de uno de ellos y que, aunque no estén todos con ganas de aventuras, finalmente van a la caza del tesoro para así librar a su pequeño pueblo de unos especuladores que quieren echar todo abajo para construir un campo de golf. Obviamente no será ir y tocar el santo, ya que en el proceso se toparán con unos criminales que les acabarán persiguiendo por las entrañas de la Tierra, un gigante de rostro picassiano, y por supuesto con muchas trampas que colocaron los antiguos dueños del mencionado tesoro.
Ciertamente, Los Goonies es una gran aventura, pero la veo veinte años tarde. Si lo hubiese hecho cuando todavía estaba en edad de crecimiento probablemente lo habría flipado en colores, y también lo más seguro es que con cada revisionado me habría retrotraído a aquella primera vez. Pero no ha sido así y, aunque me lo he pasado muy bien, no me ha producido el efecto que causa en mí filmes como La historia interminable o La guerra de las galaxias, por poner dos ejemplos bien conocidos por todos. Si bien la mayor parte del tiempo ha sido todo un descubrimiento, el último tramo no me resultó tan atrayente, dejándome al final con una sensación agridulce; por un lado el original comienzo de la persecución, así como la búsqueda inicial del tesoro y la exploración de los primeros pasajes, pero llegados al destino, no sé, seguía siendo aventura, pero no me entusiasmó.
Es curioso ver a los actores cuando eran unos churumbeles, y también comprobar si esos niños que tanto éxito tuvieron han llegado a adultos en condiciones. A Sean Astin, el protagonista principal, no parece que le haya ido mal, pero tampoco para tirar cohetes, sin duda su participación en El señor de los anillos como amigo gordo del protagonista (como él mismo ha dicho) ha sido el punto álgido en su carrera, y por el número de proyectos que tiene para este año y el siguiente no será su final; Josh Brolin es el mayor en Los Goonies, y probablemente sea al que mejor le ha ido, ha trabajado con grandes directores, ha participado en películas exitosas y premiadas (como Valor de ley) y lo que le queda; Jeff Cohen ha cambiado mucho, desde luego ya no es el “gordito”, pero su carrera cinematográfica es casi inexistente; Corey Feldman tiene la misma cara que de pequeño, la diferencia radica en que no trabaja en muchas producciones populares (las secuelas de Jóvenes ocultos no han sido un fenómeno precisamente); Jonathan Ke Quan fue descubierto por Spielberg en Indiana Jones y el templo maldito, después poco más hay aparte de la que nos ocupa; Joe Pantoliano dejó de usar peluquín, y ha trabajado en dos grandes películas como son Matrix y Memento, entre otras. Por hablar un poco de las féminas, Kerri Green no ha tenido una carrera muy prolífica, aunque ha hecho algo más de cine y televisión, y Martha Plimpton sí que ha participado en numerosas series (The Good Wife, por ejemplo) y alguna que otra película.
Los Goonies no ha me ha provocado una epifanía, pero sí que ha logrado hacerme pasar un rato muy divertido. Su guion está muy cuidado (¿dónde estás, Chris Columbus?), los personajes son todos entrañables (hasta los malos tienen algo) y el sentido del humor me ha resultado hasta sorprendente en ocasiones, sobre todo por los chistes sexuales y de estupefacientes (muy acertado el protagonista de dicha escena) en una peli dirigida a niños (púberes), sin duda en estas fechas de lo políticamente correcto sería imposible colarlos. No sé el efecto que tendrá sobre los niños de hoy en día, pero no me es complicado imaginar el que producía a los de antaño... y es una pena que no la viera con la edad ideal.
LO MEJOR:
-El elenco, tanto buenos como malos.
-El guion de Chris Columbus (con historia de Spielberg), y la dirección de Donner.
LO PEOR:
-No haberla visto antes.
-El último tramo decae según mi punto de vista.
¿Quién debería verla?
Pues todo el que disfrute con el cine de aventuras.
2 comentarios:
Ya te vale!!!!!
Mira que no haber visto esta pelicula hace años!!!! XD
Pues sí yo la habré visto en video y la habré vuelto a ver en varias reposiciones en la televisión... y sí, si la viste en su momento en la tierna infancia o en la adolescencia, esta película te marca (coincido con las películas) y evidentemente los personajes también.
Creo que es una película de aventuras totalmente válida hoy en día, no se resiente por la cantidad de años que han pasado. Una pena que no te haya encantado... pero es que ya te vale que este 'film' tan mítico y 'místico' que no te ha 'atrapado' como si lo hubieras hecho con 10 años.
en esta películas hay muchas frases que perduran en el 'imaginario' de muchos... el guión está genial y pasas una gran tarde de 'cine de palomitas' y te puedes retraer a aquellos 'bocadillos de nocilla' de los años 80.
Slug quiere a Gordi!!!!
pd.- Ya te vale!!!! XD
Jjeje, sí que me vale xD Pero es que nunca se dio la oportunidad para visionarla, así que cuando la he tenido la he aprovechado.
Saludos ^^
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