02 julio 2012

Einstein y el dodo

Gracias de nuevo al bueno de Bibliotecario he podido degustar otra obra teatral, esta vez de un tono muy diferente a El funeral, ya que si ésta era una comedia musical, Einstein y el dodo es un monólogo no exento de humor, pero de un tono serio y dramático. En esta obra Ricardo Joven es Einstein, quien en 1945, después de que el gobierno estadounidense ordenase lanzar las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, se recluye en un apartamento de la Gran Manzana, donde le contará a su hija Liesserl (aunque comienza a relatárselo a un niño japonés) la trágica historia del pájaro dodo.

Einstein y el dodo es una obra que intenta poner un poco de luz sobre cómo se debió de sentir el famoso científico después de haber animado al gobierno estadounidense a realizar el proyecto Manhattan (ante la posibilidad de que los nazis desarrollaran antes la tecnología) y el uso que hizo el gobierno de Truman de las bombas, es eso y también es una reflexión mucho más amplia acerca de la naturaleza humana, o, lo que es lo mismo, su estupidez. Y para ello Ricardo Joven (que también escribió la obra) usa la historia del dodo, nos cuenta cómo fue su evolución, y cómo se extingue a manos de los garrotes de los hombres en apenas cien años, estableciendo un paralelismo entre esta historia, la de la bomba atómica y la propia vida de Einstein.

La interpretación de Ricardo Joven es muy intensa, comienza de forma más o menos calmada, pero a medida que va narrando el cuento y va creciendo la indignación (y enajenación) del personaje, va subiendo notablemente en intensidad, hasta alcanzar un clímax que te deja huella, no sales del teatro como habías entrado, sino que da píe a la reflexión.

En fin, que Einstein y el dodo es una obra muy recomendable, es reflexiva, es dramática, es intensa, tiene muchos toques de humor y un final que difícilmente puede dejar indiferente.


LO MEJOR:
-La intensa interpretación de Ricardo Joven.
-Empieza, digamos, suavemente, y acaba con ruido. Deja poso.

LO PEOR:
-El Teatro Espada de Madera es realmente bonito, aunque pasado un rato sus asientos empiezan a cuadricular los traseros.

2 comentarios:

Bibliotecario dijo...

Gracias por la mencion. Coincido practicamente en todo contigo, es sin duda una obra digna de ver, donde su interprete brilla muchisimo.

Solo discrepo un poco sobre el teatro. Creo que era un antiguo claustro reformado, y asi tenia cierto encanto. Desgraciadamente, ayer realizo su ultima representacion, pues cerraban.

Neovallense dijo...

Malos tiempos para los teatros (los pequeños al menos).

Merçi por tu opinión.