Isabelle es una adolescente que acaba de cumplir 17 años que, después de un verano donde pierde la virginidad, al salir del instituto un hombre le propone pagarle por tener sexo.
Su participación en Cannes, en la que tuvo una acogida polarizada, fue la primera noticia que tuve de Joven y bonita (Jeune & Jolie, 2013); la visión del tráiler, sutil e intrigante, hizo que estuviera atento a cuando llegara a España.
Esta es mi primera experiencia con François Ozon, el realizador y guionista galo, autor de filmes como la premiada En la casa o 8 mujeres, y, dado que se ha saldado de forma positiva, probablemente no sea la última. A Ozon le han acusado de contar la historia de una forma fría, personalmente no considero que sea así, aunque sí la calificaría como de distante, se limita a mostrar cómo una chica muy joven, que acaba de descubrir el sexo de forma un tanto frustrante, concierta encuentros con hombres mayores que ella a cambio de dinero. La cámara no juzga, muestra, no intenta explicar los motivos que la llevan a hacerlo (cosa que, de todos modos, la misma protagonista explicará).
Al que sí calificaría como fría es a Isabelle, solo con su hermano pequeño muestra su lado más cálido y en cierto modo tierno, con la madre tiene una actitud totalmente opuesta, incluso cruel en algún instante; y con otros es un tanto manipuladora y “juguetona”. La actriz que le da vida, Marine Vacth, con tan solo dos largometrajes a sus espaldas, es, junto con Adèle Exarchopoulos, el gran descubrimiento del cine francés de 2013, pero donde la protagonista de La vida de Adèle era la calidez y naturalidad, Marine es el punto frío y calculador. Como la cámara, el hermano de Isabelle, Victor, nunca la juzga, el chico, interpretado por un muy convincente Fantin Ravat, está en una edad en la que empieza a sentir curiosidad por el sexo, teniendo una relación muy estrecha con su hermana. La madre, interpretada por Géraldine Pailhas (Don Juan DeMarco), no es tan cerrada como para creer que su hijita no tiene ni debe tener relaciones sexuales, pero cuando descubre el secreto de su hija, intenta comprender sus motivos sin ningún éxito; mientras que el padrastro, al que da vida Frédéric Pierrot (Declaración de guerra), mantiene una actitud más comprensiva..., y cierta ambigüedad. Además de estos personajes principales, habría que añadir los interpretados por Johan Leysen (El americano), el que es el cliente recurrente, y Charlotte Rampling (Melancolía).
En algún momento los continuos devaneos sexuales de la protagonista pueden resultar monótonos, sin embargo la mayoría del tiempo Joven y bonita es un film que te deja con la mirada fija en la pantalla, intentando captar lo que siente y piensa Isabelle y, se capten o no finalmente, lo cierto es que el film de Ozon no deja indiferente.
LO MEJOR:
-La joven protagonista.
-La banda sonora, con canciones que explican mucho.
-La dirección de Ozon, distante, que muestra sin juzgar.
LO PEOR:
-Algún instante en la que la consecución de encuentros sexuales se hacen ligeramente monótonos.
¿Quién debería verla?
Quien guste ver cine que no le deje indiferente.
¿Y quién no?
Quien espere mucho sexo explícito.
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