Después del, un tanto decepcionante, thriller surcoreano con bucle temporal, A Day, la Muestra Syfy nos ofrecía otra película vista en Sitges, que había desencantado a varios miembros de la Comunidad de la Muestra. Yo prefería mantenerme optimista, pero me olía que la cosa no iba a ser brillante...
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Varios jovenzuelos unen sus destinos temporalmente gracias a blablacar, pero aunque el viaje promete ser entretenido, un pinchazo a mitad de camino y en mitad de la nada les complica la vida, más todavía cuando, lo que parecía un accidente, se convierte en una prueba de supervivencia contrarreloj, donde un francotirador les fríe a balazos desde no se sabe dónde.
La premisa del film de Ryuhei Kitamura (Lupin y el corazón púrpura de Cleopatra, El vagón de la muerte) es notablemente estimulante, y su comienzo no resulta fallido. Nos presenta a los personajes y, a grandes rasgos, sus intereses (la mayoría de ellos quieren mojar); cuando se producen las primeras muertes lo hace de forma impactante y de manera un tanto festiva, y la situación de los supervivientes es lo suficientemente grave e insólita como para dar pie a momentos tensos a la par que se puede jugar con el humor (negro, especialmente). Si bien algo de eso se da, lo cierto es que las decisiones de los personajes son cada vez es más absurdas y estúpidas, llegando al clímax de la estupidez en el último tramo...
Pero tampoco adelantemos demasiado los acontecimientos. Los personajes actúan, en principio, de una forma más o menos verosímil (y estúpida, pero razonablemente), pero tampoco tardan mucho en darse a conocer la típica persona que sabe mucho pero no aporta nada, poniéndole peros a todos los planes que se les ocurre a sus compañeros pero sin ofrecer alternativas (salvo la de, por omisión, quedarse parados). Obviamente también está el personaje opuesto, que se le ocurre muchas cosas, pero casi ninguna tiene mucha lógica, por no hablar del personaje que se queda aislado de los demás y todo el rato está diciendo ¿qué? Pero, aún así, esos momentos tienen cierta coherencia, ofrecen entretenimiento e, incluso, algo de tensión, siendo en la última parte donde se desata la tontunez humana más grande que puede haber (¿a qué esperan a moverse cuando le meten fuego al coche..., y más cuando llega la poli?), siendo sus máximos exponentes las fuerzas del orden, que prácticamente se ofrecen en sacrificio voluntariamente. Es tal grado el nivel de estupidez que hasta indigna y cabrea, y eso que se trata de un film que tampoco es que se tome muy en serio a sí mismo (y menos mal).
Blanco perfecto (Downrange) (Downrange, 2017) es una cinta que podía haber dado más de sí, simplemente conque los personajes hubiesen actuado con una mínima lógica, sobre todo en el último tramo, habría ofrecido un entretenimiento si bien no de primera, sí como para salir de la sala con una sonrisilla tonta.
LO MEJOR:
-Su premisa inicial y que no se toma muy en serio a sí misma.
-El final la salva un poquito de la quema.
LO PEOR:
-La estupidez supina de casi todos sus personajes.
¿Quién debería verla?
A quien le mueva la curiosidad de hasta qué punto puede suspender la lógica.
¿Y quién no?
Quien no pueda con esas películas en las que los personajes actúan con nulo sentido común.
EDITADO (20/03/2019) Os dejo el vídeo de la presentación del film que realizó Leticia Dolera:
EDITADO (20/03/2019) Os dejo el vídeo de la presentación del film que realizó Leticia Dolera:
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