John Rambo ha vuelto a casa, donde tiene una familia adoptada, un rancho y una enorme maleta de traumas de guerra. Pero parece que la mala fortuna le persigue, ya que su querida Gabrielle va donde no debe impelida por un traumático pasado, y encuentra algo mucho peor de lo que podría esperar. Entonces Rambo hará lo que sea necesario para traerla sana y salva a casa.
En los últimos años Sylvester Stallone va alternando éxitos y fracasos. Sus mayores éxitos sin duda le vienen de la saga Rocky, con Creed: La leyenda de Rocky y su estupenda secuela, así como con el pequeño papel en Guardianes de la galaxia Vol. 2, siendo muestras de sus traspiés películas como la secuela de Plan de escape (que tan mal quizá no le fue, dado que tiene una tercera parte) o cintas tan desconocidas como Cuenta pendiente. No obstante, el actor, a pesar de la edad y la competencia, conserva su atractivo como héroe de acción para muchos (entre los que me encuentro, todo sea dicho), aunque obviamente quizá diga menos a las generaciones más jóvenes.
Probablemente de ahí se deba el hecho de que Rambo: Last Blood (ídem, 2019) no haya tenido un gran recibimiento, yo no lo llamaría fracaso a día de hoy, pero sí que ha sido un poco tibio. No han ayudado las críticas y comentarios negativos en general, que suelen coincidir en el hecho de que hasta su último tramo no es Rambo, que resulta sosa o incluso aburrida. Curiosamente, a un servidor sí que le ha gustado.
Desde luego la última parte de la cinta es una descarnada carnicería, una venganza que se deleita con todo tipo de muertes: empalamientos, decapitaciones y amputaciones, puñaladas varias, disparos a bocajarro... Todo ello con un gran ritmo y un entorno tan sugerente y aprovechable para todo tipo de trampas como unos túneles. Es un espectáculo gozoso para los amantes de las experiencias fuertes... Pero el resto del film, donde se nos muestra los traumas del protagonista y su relación con Gabrielle y María, también tiene su interés y no aburre. Es verdad que es una historia convencional, los diálogos no están repletos de matices ni te sorprende con ningún giro, pero mientras avanzan los minutos y el protagonista y sus allegados se enfrentan a nuevos avatares, te mantiene ahí e, incluso, aunque la acción se concentra al final, tiene alguna explosión de violencia muy destacable (ese martillo para la secuencia del rescate de Gabrielle da mucho juego).
La cinta, dirigida por Adrian Grünberg (Vacaciones en el infierno) y escrita por Stallone junto a Matthew Cirulnick, fue rodada en parte en España y cuenta con tres nombres conocidos de nuestra cinematografía, como son Paz Vega (Lucía y el sexo, The OA) con el papel de una mujer que ayuda al héroe, y Óscar Jaenada (Piratas del Caribe: En mareas misteriosas) y Sergio Peris-Mencheta (Capitán Trueno y el Santo Grial), que son dos hermanos que comparten un delictivo negocio. Junto a Adriana Barraza (Dora y la ciudad perdida) y Yvette Monreal (Familia de acogida), la familia adoptiva de Rambo, conforman el grueso principal del elenco.
Es inferior a John Rambo, pero Rambo: Last Blood, sigue siendo un buen entretenimiento, especialmente para los seguidores de Sly, pero también para aquellos que busquen un film de acción sin complicaciones, puesto que solo por esos minutos finales de acción descarnada les merecerá la pena pagar una entrada.
LO MEJOR:
-A otros no les ha parecido así, pero a mí me ha gustado el conjunto de la cinta, y no solo su última parte plagada de acción.
-Que entre el reparto haya tres nombres españoles con papeles importantes.
-Que Sylvester Stallone siga en forma.
LO PEOR:
La historia, aunque cumple, resulta convencional. Alguna sorpresilla le habría sentado bien.
¿Quién debería verla?
Fanes del Stallone y del cine de acción en general.
¿Y quién no?
Quien espere acción a raudales de principio a fin.
En los últimos años Sylvester Stallone va alternando éxitos y fracasos. Sus mayores éxitos sin duda le vienen de la saga Rocky, con Creed: La leyenda de Rocky y su estupenda secuela, así como con el pequeño papel en Guardianes de la galaxia Vol. 2, siendo muestras de sus traspiés películas como la secuela de Plan de escape (que tan mal quizá no le fue, dado que tiene una tercera parte) o cintas tan desconocidas como Cuenta pendiente. No obstante, el actor, a pesar de la edad y la competencia, conserva su atractivo como héroe de acción para muchos (entre los que me encuentro, todo sea dicho), aunque obviamente quizá diga menos a las generaciones más jóvenes.
Probablemente de ahí se deba el hecho de que Rambo: Last Blood (ídem, 2019) no haya tenido un gran recibimiento, yo no lo llamaría fracaso a día de hoy, pero sí que ha sido un poco tibio. No han ayudado las críticas y comentarios negativos en general, que suelen coincidir en el hecho de que hasta su último tramo no es Rambo, que resulta sosa o incluso aburrida. Curiosamente, a un servidor sí que le ha gustado.
Desde luego la última parte de la cinta es una descarnada carnicería, una venganza que se deleita con todo tipo de muertes: empalamientos, decapitaciones y amputaciones, puñaladas varias, disparos a bocajarro... Todo ello con un gran ritmo y un entorno tan sugerente y aprovechable para todo tipo de trampas como unos túneles. Es un espectáculo gozoso para los amantes de las experiencias fuertes... Pero el resto del film, donde se nos muestra los traumas del protagonista y su relación con Gabrielle y María, también tiene su interés y no aburre. Es verdad que es una historia convencional, los diálogos no están repletos de matices ni te sorprende con ningún giro, pero mientras avanzan los minutos y el protagonista y sus allegados se enfrentan a nuevos avatares, te mantiene ahí e, incluso, aunque la acción se concentra al final, tiene alguna explosión de violencia muy destacable (ese martillo para la secuencia del rescate de Gabrielle da mucho juego).
La cinta, dirigida por Adrian Grünberg (Vacaciones en el infierno) y escrita por Stallone junto a Matthew Cirulnick, fue rodada en parte en España y cuenta con tres nombres conocidos de nuestra cinematografía, como son Paz Vega (Lucía y el sexo, The OA) con el papel de una mujer que ayuda al héroe, y Óscar Jaenada (Piratas del Caribe: En mareas misteriosas) y Sergio Peris-Mencheta (Capitán Trueno y el Santo Grial), que son dos hermanos que comparten un delictivo negocio. Junto a Adriana Barraza (Dora y la ciudad perdida) y Yvette Monreal (Familia de acogida), la familia adoptiva de Rambo, conforman el grueso principal del elenco.
Es inferior a John Rambo, pero Rambo: Last Blood, sigue siendo un buen entretenimiento, especialmente para los seguidores de Sly, pero también para aquellos que busquen un film de acción sin complicaciones, puesto que solo por esos minutos finales de acción descarnada les merecerá la pena pagar una entrada.
LO MEJOR:
-A otros no les ha parecido así, pero a mí me ha gustado el conjunto de la cinta, y no solo su última parte plagada de acción.
-Que entre el reparto haya tres nombres españoles con papeles importantes.
-Que Sylvester Stallone siga en forma.
LO PEOR:
La historia, aunque cumple, resulta convencional. Alguna sorpresilla le habría sentado bien.
¿Quién debería verla?
Fanes del Stallone y del cine de acción en general.
¿Y quién no?
Quien espere acción a raudales de principio a fin.
2 comentarios:
El personaje Rambo ya me aburre un poco, pero un amigo también me habló bien de ella, así que no se, no se...
Si te gusta un poco el trabajo de Stallone, casi seguro que la disfrutes. Esta entrega es un poco diferente al resto de la franquicia, aunque tiene bastante acción (y llega a ser muy violenta), esta está concentrada en su última parte, el resto funciona más bien como una cinta de suspense, con sus gotas de acción.
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