02 abril 2020

Dunkerque

Si hay un director que levanta pasiones ese es, sin duda, Christopher Nolan. Desde que hiciera el film de culto Memento ha ido ganando adeptos, cobrándose el favor del público gracias a El caballero oscuro y manteniendo una filmografía notablemente interesante desde entonces, aunque el cierre de su trilogía sobre el hombre murciélago no fuera brillante. Por tanto su último filme, con el cual se alejó del género fantástico momentáneamente al menos (este año estrena Tenet, donde parece que regresa a la ciencia ficción), fue todo un acontecimiento cinematográfico (y más con algunas opiniones vertidas por el cineasta antes del estreno), de esos a los que acuden incluso personas que no son asiduas a las salas, y también de los que crean debate una vez los créditos finales aparecen y el espectador regresa al mundo real.

Dunkerque (Dunkirk, 2017) narra los hechos acaecidos en las playas del homónimo municipio francés, donde 400.000 soldados británicos y franceses se vieron atrapados por los nazis, sin posibilidad de escape.

Como bien dijo la crítica, nos encontramos ante la película más sencilla de Nolan, donde no hay grandes giros de guion ni muchas sorpresas (por eso de estar basada en hechos históricos en buena medida, obviamente), y con la que el realizador británico ha pretendido que el espectador se sienta en la piel de uno de esos cientos de miles de hombres desesperados por escapar de la ratonera donde los habían metido. El film comienza, precisamente, con unos soldados buscando algo que rapiñear en la ciudad y luego huyendo ante los incesantes disparos de los alemanes y, tras mostrarnos el desolado paisaje de la costa, divide la historia en tres, trazando tres líneas paralelas aunque cronológicamente no comiencen a la par, encontrándose a partir de un determinado momento.

Como iba diciendo, por un lado está la playa y, más concretamente, dos soldados anónimos que desean huir como sea; por otro la historia de un marinero que se hace a la mar dirección a la maldita playa, y una tercera línea cuyos protagonistas son tres pilotos que, con el combustible justo, deben eliminar la amenaza aérea nazi. Como suele ser habitual en el cine de Nolan (en Interstellar hay una gran prueba de ello), usa el montaje (y la música de Hans Zimmer, que prácticamente está en todo momento presente, marcando el ritmo de la acción... quizá en algún momento de forma machacona) sabiamente para ir creando tensión y, aunque no llega al paroxismo de su anterior y mencionada obra, la cierto es que consigue mantener el interés y un muy buen ritmo en su poco más de hora y media de metraje (en la que es su película más corta, solo por detrás de su debut tras las cámaras, Following), logrando instantes en los que el espectador se siente uno más de los hombres desesperados por regresar a casa.

Hombres como Tommy, el soldado que interpreta, Fionn Whitehead, que podría considerarse como el protagonista de la cinta, aunque en esencia sea un film coral, el cual no es que tenga mucha experiencia delante de las cámaras, pero que cumple bien su papel. Damien Bonnard (Llévame a la Luna) encarnó otro papel de importancia, aunque sin duda los más conocidos son Tom Hardy (Mad Max: Furia en la carretera), como un piloto que lucha hasta el final, Mark Rylance (El puente de los espías) como el sufrido marinero, Kenneth Brannagh (Mi semana con Marilyn) como el comandante Bolton y Cillian Murphy (Operación Anthropoid) como un traumatizado soldado. Le acompañan Barry Keoghan ('71), Aneurin Barnard (Citadel) y Tom Glynn-Carney (The Last Post), James D'Arcy (El atlas de las nubes), entre otros. Todos cumplen en sus papeles, aunque es bien cierto que, al haber tan pocos diálogos, con algunos puede costar un poco sentir empatía.

Dunkerque es un film cuasi documental, no es una cinta especialmente épica aun siendo evidentemente ambiciosa, sino que se centra más en un grupo reducido de individuos para mostrar la desesperación de todos los demás. Una grata experiencia cinematográfica.


LO MEJOR:
-El ritmo, la forma de contar uno de los grandes rescates de la historia (si no el mayor).
-La realización, la fotografía, el diseño de producción, el sonido y el destacable montaje, aunque al final quizá alarguen de más el vuelo.

LO PEOR:
-La música puede resultar un tanto machacona en algunos instantes.

¿Quién debería verla?
Quien guste el cine de Nolan y/o el cine bélico, es una buena muestra.

¿Y quién no?
He dicho Nolan.

La imagen:
El avión planeando sobre la playa.

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