Patrizia es una ambiciosa joven que, por casualidad, conoce al ingenuo Maurizio Gucci, al que decide pescar. Pero sus ganas de ascender no terminarán al entrar a formar parte de la adinerada familia.
Si La casa Gucci (House of Gucci, 2021) hubiera tenido el mismo reparto pero cualquier otro director, la verdad es que no le habría hecho el mínimo caso, pero para mí el hecho de que Ridley Scott estuviese a las riendas del proyecto marcaba la diferencia. No obstante, no es de extrañar el interés de trasladar esta truculenta historia a la gran pantalla, puesto está plagada de personajes un tanto rocambolescos y trufada de traiciones y conspiraciones familiares.
Una familia con pocos miembros y cada cuál más particular. Maurizio es el estudiante tímido y apocado, un tipo algo ingenuo (y cobarde) y de gustos (en inicio al menos) sencillos, al que Adam Driver (El hombre que mató a Don Quijote) le insufla vida y hace que nos sea simpático desde el principio. Patrizia no puede ser más diferente, a ella le gusta ser admirada y, aunque no parece que le falten muchas cosas gracias al trabajo de la empresa familiar, su ambición es muy grande y su astucia también, siendo una transformada Lady Gaga (Ha nacido una estrella) la que le da esa ávida mirada. Esta pareja unida por el "destino" es el centro de una historia rodeada por grandes secundarios como Rodolfo Gucci (Jeremy Irons), el desconfiado, y consumido por sus fantasmas, padre de Maurizio, fue en su momento la parte creativa de los Gucci, ahora vive aparentemente retirado; mientras que Aldo Gucci (Al Pacino) es el hermano de este y la otra mitad de la empresa, un hombre más pragmático y la parte netamente empresarial de la familia que, curiosamente, es el padre de un 'portento' creativo como Paolo Gucci, quien se ve como un genio, pero tiene la mala pata de que el resto del mundo solo lo vea como un excéntrico y pobre idiota. Este, por cierto, y aunque no lo parezca, es interpretado por Jared Leto (Blade Runner 2049). Para terminar con los secundarios tendríamos a la pitonisa Pina, encarnada por Salma Hayek (Eternals), y quien ejercerá una gran influencia sobre Patrizia.
Con todos estos personajes, y alguno más (como el de Jack Huston), La casa Gucci es todo un desfile de esperpento, de bajezas humanas y también de alguna bondad, que discurre de forma amena e inmersiva mientras la pareja se conoce y, luego, se establece por sí sola, pero cuando las conspiraciones y maquinaciones familiares se adueñan de la trama empieza a pesar sus algo más de dos horas y media de metraje.
Si La casa Gucci (House of Gucci, 2021) hubiera tenido el mismo reparto pero cualquier otro director, la verdad es que no le habría hecho el mínimo caso, pero para mí el hecho de que Ridley Scott estuviese a las riendas del proyecto marcaba la diferencia. No obstante, no es de extrañar el interés de trasladar esta truculenta historia a la gran pantalla, puesto está plagada de personajes un tanto rocambolescos y trufada de traiciones y conspiraciones familiares.
Una familia con pocos miembros y cada cuál más particular. Maurizio es el estudiante tímido y apocado, un tipo algo ingenuo (y cobarde) y de gustos (en inicio al menos) sencillos, al que Adam Driver (El hombre que mató a Don Quijote) le insufla vida y hace que nos sea simpático desde el principio. Patrizia no puede ser más diferente, a ella le gusta ser admirada y, aunque no parece que le falten muchas cosas gracias al trabajo de la empresa familiar, su ambición es muy grande y su astucia también, siendo una transformada Lady Gaga (Ha nacido una estrella) la que le da esa ávida mirada. Esta pareja unida por el "destino" es el centro de una historia rodeada por grandes secundarios como Rodolfo Gucci (Jeremy Irons), el desconfiado, y consumido por sus fantasmas, padre de Maurizio, fue en su momento la parte creativa de los Gucci, ahora vive aparentemente retirado; mientras que Aldo Gucci (Al Pacino) es el hermano de este y la otra mitad de la empresa, un hombre más pragmático y la parte netamente empresarial de la familia que, curiosamente, es el padre de un 'portento' creativo como Paolo Gucci, quien se ve como un genio, pero tiene la mala pata de que el resto del mundo solo lo vea como un excéntrico y pobre idiota. Este, por cierto, y aunque no lo parezca, es interpretado por Jared Leto (Blade Runner 2049). Para terminar con los secundarios tendríamos a la pitonisa Pina, encarnada por Salma Hayek (Eternals), y quien ejercerá una gran influencia sobre Patrizia.
Con todos estos personajes, y alguno más (como el de Jack Huston), La casa Gucci es todo un desfile de esperpento, de bajezas humanas y también de alguna bondad, que discurre de forma amena e inmersiva mientras la pareja se conoce y, luego, se establece por sí sola, pero cuando las conspiraciones y maquinaciones familiares se adueñan de la trama empieza a pesar sus algo más de dos horas y media de metraje.
LO MEJOR:
-El reparto, destacando a Adam Driver, Jared Leto (aunque destaque de más) y Lady Gaga.
-La primera parte de la cinta es muy entretenida y divertida.
LO PEOR:
-Que al final se hace algo larga.
¿Quién debería verla?
Quien disfrute del cine de Scott y apasionados de los escándalos y los crímenes escandalosos.
¿Y quién no?
-El reparto, destacando a Adam Driver, Jared Leto (aunque destaque de más) y Lady Gaga.
-La primera parte de la cinta es muy entretenida y divertida.
LO PEOR:
-Que al final se hace algo larga.
¿Quién debería verla?
Quien disfrute del cine de Scott y apasionados de los escándalos y los crímenes escandalosos.
¿Y quién no?
Familiares de los Gucci (aunque ya la han visto).
Más cine de Ridley Scott:
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