06 noviembre 2011

Eva

Alex es un reconocido ingeniero que, tras diez años de ausencia, regresa a Santa Irene para hacerse con un encargo: terminar lo que diseñó años atrás, crear una IA para un niño robot. Buscando modelos que le sirvan, se topa con Eva, la hija de su hermano David y Lana, un antiguo amor.

Ya lo he comentado en otras ocasiones, y creo que no me cansaré de repetirlo, son muchos los que se quejan del cine español, dicen que sólo se hacen películas de la Guerra Civil y dramas o comedias huecas donde la féminas enseñan chicha, y luego llegan películas como Eva (ídem, 2011) y simplemente parecen ignorarlas...

Eva es la ópera prima de Kike Maíllo, que hasta la fecha sólo había dirigido algún corto y la serie catalana Arroz pasado, y que en este, su primer largometraje, demuestra ambición y muy buen hacer. Ambición por la historia (escrita a ocho manos por Sergi Belbel, Cristina Clemente, Martí Roca y Aintza Serra), puesto si bien no es épica, el argumento, y más tratándose de un film español, es arriesgado y desde luego original por estos lares; y muy buen hacer porque su puesta en escena es elegante y tanto los personajes como los acontecimientos son creíbles, además de haber conseguido generar una atmósfera que te mantiene ahí pegado.

Mucho ayuda el reparto a convertir una buena película en muy buena, y esto es lo que hace en parte el elenco de Eva. Y si hay que empezar por alguien es por la debutante Claudia Vega, la niña que interpreta al personaje que da título al film, una chiquilla que desprende energía por los cuatro costados, que es descarada, dulce y simpática a la par que malhumorada y orgullosa, borda el papel la jovencísima actriz. El veterano Lluís Homar (Los ojos de Julia) participa con un papel secundario pero de esos que no se olvidan, su androide Max protagoniza algunos de los mejores momentos del film; a Daniel Brühl te lo encuentras en grandes producciones como Malditos bastardos, en producciones patrias como la actualmente en cartelera Intruders, o en películas como la que nos ocupa, cumple más que meritoriamente con su papel de un tipo un tanto retrotraído en su mundo particular; Alberto Amman y Marta Etura ya estuvieron casados curiosamente en Celda 211, aquí vuelven a ser pareja y, aunque Amman no tiene un papel muy grande, está menos perfilado que el de sus compañeros, mantiene el tipo, mientras que Etura, que también está en cartelera con Mientras duermes, me conquista nada más sonríe. También habría que señalar el trabajo de Anne Canovas (Amor a la italiana), como la jefa de Alex.

Vi Eva el mismo día que disfruté de Las aventuras de Tintín, y he de decir que acabó por gustarme más la obra de Kike Maíllo. Es una película sin muchos sobresaltos, sin acción, con paisajes gélidos y personajes que no dicen todo lo que sienten, y con una niña que encandila a cualquiera con su desparpajo y, aunque la sorpresa final no me sorprendió (valga la redundancia), el conjunto me dejó con gratísimas sensaciones. Merece la pena.


LO MEJOR:
-El reparto, destacando Claudia Vega, Lluís Homar, Marta Etura y Daniel Brühl.
-El trabajo de Kike Maíllo tras las cámaras.
-La ambientación, los efectos especiales, la fotografía.

LO PEOR:
-Que la gente no vaya al cine en masa a verla.

¿Quién debería de verla?
Todo el mundo.

02 noviembre 2011

Capitán Trueno y el Santo Grial

Años llevábamos esperando que trasladaran a la gran pantalla las aventuras del personaje creado por Víctor Mora y Ambrós en 1956. Juanma Bajo Ulloa lo intentó infructuosamente, posteriormente se habló que Calparsoro podría hacerse cargo del proyecto, para finalmente ser Antonio Hernández el que se llevara el héroe al agua. Para ello eligió como Capitán Trueno a Sergio Peris-Mencheta (Resident Evil: Ultratumba), con quien ya trabajó en Los Borgia, Natasha Yarovenko (Habitación en Roma) fue la seleccionada para dar vida a Sigrid, mientras que el atleta Manuel Martínez se metería en la piel de Goliat y Adrián Lamana (Cuéntame cómo pasó) en la de Crispín. Después de reunir el reparto sólo faltaban unos milloncejos de presupuesto (entre 10 y 15) y comenzar a rodar..., y, sorprendentemente, se rodó.

Ya cuando salió el teaser tráiler no pintaba bien la cosa, pero aún así yo era de los que le daban otro voto de confianza. Pero al aparecer, tiempo después, el tráiler final ya estaba claro que iba a ser un desastre, aún así, cuantas más críticas negativas leía, más curiosidad tenía por verla, por lo que acabé metido en una sala de cine para comprobar por mí mismo si era tan mala como decían o si por lo contrario era una buena adaptación. Y sí, es una mala película, pero, ¡cáspita!, al menos no se le puede negar que han intentado hacer una buena adaptación.

La aventura comienza en Palestina, donde Trueno y sus amigos participan en la Cruzada del rey Ricardo (de dicho rey hizo Sean Connery en Robin Hood, príncipe de los ladrones, sólo que aquí no sale Connery). Durante el asalto a un castillo, Trueno se topa con un viejo que tiene escondido un valioso cáliz en su celda (me pregunto cómo demonios ocultó una cosa tan grande cuando lo apresaron), el viejo le pide que lo lleve a España y busque a un caballero custodio. Posteriormente, Ricardo le pedirá al Capi, precisamente, que vaya a España para investigar sobre una misteriosa carta, y de paso que custodie a la (bella) princesa Sigrid.

La filmografía española no es lo que se dice muy amplia en lo que respecta al cine de aventuras, quizá El corazón del guerrero pueda ser considerado una muestra de ello, pero fuera parte de ese título (que no he tenido el placer de ver todavía) no me viene a la memoria ningún filme español que se adscriba al género, por lo que Capitán Trueno y el Santo Grial (ídem, 2011) era una oportunidad única para realizar una gran película de aventuras. Por desgracia, y a pesar de contar con un buen presupuesto, el intento ha resultado ser fallido, firmando Antonio Hernández una obra carente de sentido de la aventura, con unas escenas de acción por lo general muy mal rodadas, mareantes en ocasiones gracias a un montaje de planos de dos segundos, y además con un guión que tampoco es que sea una maravilla. A todo ello hay que sumarle un casting que cojea. Peris-Mencheta, aunque físicamente cumple, no se le ve convencido en su papel, a Natasha Yarovenko tampoco se le ve muy suelta; pero si hay uno que falla de pleno es Manuel Martínez, que sí, es la viva imagen del Goliat del tebeo, pero tiene muchas limitaciones como actor, y cada vez que habla (que no lo hace mucho, quizá porque el propio realizador veía las acotaciones del atleta) se nota. Para mí, el personaje más carismático es uno de los malos, interpretado por Ramón Langa.

Por si fuera poco, y una vez estrenada la película, su protagonista, a través de su cuenta en Twitter, ha despotricado contra el director así como el guionista y productor, Pau Vergara, afirmando que aún le deben dinero, además no se presentó en un evento promocional, asegurando que nadie le había avisado. Y más polémica hay que añadir a eso, ya que el actual presidente de la Academia soltó unas perlitas cuanto menos que polémicas viniendo de quien viene.

En fin, que Capitán Trueno y el Santo Grial dejará a pocos contentos (no sé qué tipo de personas le pone un 10 en Filmaffinity), uno no puede dejar de preguntarse qué han hecho con el dinero que tenían de presupuesto.


LO MEJOR:
-Los primeros 20-30 minutos son rescatables, fuera parte de ello hay algunos momentos e imágenes potentes, tal y como debería haber sido el resto de la película.
-Que Elsa Pataky no haya hecho de Sigrid.

LO PEOR:
-La mayoría de las peleas están mal rodadas y/o montadas.
-Que se ha perdido una gran oportunidad de realizar una buena película de aventuras hispanas.

¿Quién debería verla?
Los curiosos.

29 octubre 2011

Contagio

Son muchas las películas que se han hecho que versan sobre virus mortíferos: Estallido, 28 días después y su secuela, El origen del planeta de los simios, 12 monos, Soy leyenda, La invasión de los ultracuerpos (al fin y al cabo, la invasión era por esporas), The Children y muchos films más exploran desde diferentes perspectivas lo posibilidad de una pandemia que traiga el caos y la muerte a nuestra complaciente civilización. Contagio (Contagion, 2011) viene a ser el enésimo largometraje sobre el asunto, con la diferencia de que éste lo dirige un cineasta tan particular y polifacético como Steven Soderbergh, que lo mismo realiza un filme sobre el tráfico de drogas o un drama sobre una asistente legal que lucha contra una multinacional que envenena un acuífero, o sobre un grupo que decide robar un casino.

Contagio es una película que parece hecha desde un traje de aislamiento, es un trabajo realizado desde la frialdad, pensado desde un punto de vista clínico y puesto en escena para inquietar. Desde la secuencia inicial, donde se nos muestra los primeros casos de infectados, haciendo hincapié en cada objeto que tocan estos, a la última escena, que se puede ver como una crítica al sistema de producción actual, destila un alejamiento del director a la hora de contar la historia, pero a la par aumenta la verosimilitud y acerca al espectador al drama del que es testigo. Para ello Soderbergh no recurre a lo espectacular aun siendo cine catastrófico, me imagino que si hubiese sido Roland Emmerich este habría metido más de una escena de explosión y, desde luego, una multitudinaria secuencia de saqueos, en cambio aquí lo que vemos son calles desiertas repletas de basura, fríos laboratorios donde intentan cultivar el virus, gente que roba en un supermercado, un padre que aísla a su hija del mundo y mucha gente debatiéndose sobre qué hacer para proteger a los suyos.

Parece que Soderbergh es como Woody Allen, todos los actores quieren trabajar con él, porque de otro modo no se entiende que en una misma película encontremos nombres como el del Matt Damon (Más allá de la vida), Laurence Fishburne (Matrix, Apocalypse Now), Marion Cotillard (Origen), Jude Law (Gattaca, Inteligencia Artificial), Kate Winslet (Revolutionary Road, El lector), Gwyneth Paltrow (Country Strong), Josie Ho (Dream Home), Elliot Gould (American History X) entre otros muchos, conformando un reparto coral, pero cuyo mayor peso cae en los personajes de Fishburne, Damon, Winslet y Law, todos ellos además bordando sus respectivos papeles, aunque habría que precisar que el de Jude Law me ha gustado especialmente, sobre todo por su posicionamiento.

Concluyendo. Contagio es un film estudiado al milímetro, en el cual podemos ver de forma creíble no sólo el caos que podría causar (en parte ya hemos sido testigos con la gripe aviar, el mal de las vacas locas, o la más reciente crisis de los pepinos) un bichito que ni llegamos a ver con nuestros ojos, sino que además cuán ardua es la tarea de encontrar el origen de la infección, por no añadir que nos deja apreciar una vez más la fragilidad de nuestra propia existencia, y de nuestro modo de vida y de producción presentes.


LO MEJOR:
-El impresionante elenco. No sé cómo hace Soderbergh para reunir tantos rostros conocidos.
-La frialdad desde la que está contada hace que sea más realista.
-El momento cuando los médicos informan al personaje de Matt Damon sobre su pérdida.

LO PEOR:
-Una secuencia de autopsia un poco desagradable.
-Que no es crítica con las farmacéuticas, pero sí, y mucho, con los blogueros.  

¿Quién debería verla?
Si te gustan las películas que te mantienen en vilo.

¿Y quién no?
Si eres demasiado aprensivo.

25 octubre 2011

Yes we camp! Trazos para una (r)evolución, de VV.AA.

Todos conocemos el movimiento 15M, supongo que muchos (eso espero) habéis salido a la calle, al menos esos días en plena campaña electoral, para pedir una democracia participativa auténtica (entre otras muchas cosas) y no la pantomima que tenemos en la actualidad. Es un movimiento que ha tenido mucho impacto y que, aunque muchos lo quieren dar por muerto, sigue muy vivo (como ya se re-demostró el 15 de octubre), un fenómeno que ha impactado a todo el mundo en mayor o menor medida, incluido, claro está, a artistas de diversa índole.

Yes we camp! Trazos para una (r)evolución es una antología de historietas, ilustraciones y artículos de más de cuarenta autores (entre los que se cuentan Carlos Giménez, Paco Roca o Eduard Punset) sobre lo que supuso para ellos dicho movimiento, donde muestran su visión del mismo o reflexionan acerca de su evolución futura, así como del momento actual en que vivimos. En el tomo abundan los cómics críticos con el sistema, o con la represión policial y la actitud de los políticos; algunos son muy optimistas, otros sin embargo ven los años venideros muy negros; otros tantos son simples vivencias personales del autor, donde explica cómo vivió el momento. La mayoría de los artículos e historietas te dan que pensar, aunque no todos plantean pensamientos muy profundos, sí que invitan a meditar sobre la situación presente.

Al ser tantos los autores la variedad del dibujo y el estilo narrativo es muy alta, nos encontramos ante un tomo muy heterogéneo, donde hay tebeos realistas y otros caricaturescos, ora ilustraciones sórdidas, ora luminosas. Vamos, que hay tantos estilos como autores.

Dibbuks es la editorial de esta obra, una edición sin ánimo de lucro y me lo creo, ya que la edición es muy buena, encuadernada en cartoné con solapas, con papel satinado, impreso a color (aunque muchos cómics son en blanco y negro), de 128 páginas en total, y al precio de 9,50 €, lo que es un precio muy ajustado.

Yes we camp! Trazos para una (r)evolución es una antología que invita a la lectura pausada, dado los temas que toca, la gran carga emocional y reflexiva que tienen los cómics y textos que incluye, yo al menos fui incapaz de leérmelo de una vez, lo hice en varias tandas, degustando sin prisas lo que los autores cuentan. Una lectura recomendada para todos aquellos que busquen una visión caleidoscópica de un movimiento que merece la pena que tenga una larga vida.


LO MEJOR:
-La gran variedad de textos y tebeos, de visiones.
-La edición es muy buena, y el precio muy ajustado.

LO PEOR:
-Al ser “multiautoral” es una obra irregular, con algunas historias muy buenas y otras más mediocres.

21 octubre 2011

La deuda

John Madden (Shakespeare in love) dirige La deuda (The Debt, 2010) remake de la película israelí  Ha-Hov, que nos cuenta la historia de tres agentes del Mossad, que tienen como misión capturar a un criminal nazi, para ello se infiltran en la Alemania Oriental.

Probablemente esta sea la mejor película de Madden, y con la historia que tiene entre manos, y el magnífico reparto, habría merecido una paliza si no hubiera realizado una buen trabajo.

El film se divide en dos líneas temporales, por un lado está el año 1997, donde los protagonistas tienen ya unos añitos y acuden a la presentación de un libro sobre su proeza, escrito además por la hija de dos de ellos; y la otra línea se desarrolla en 1965, y cuenta cómo encuentran al criminal y organizan su captura. Esta segunda línea es la que nos ofrece los momentos más emocionantes, y donde se centra la mayor parte del metraje, especialmente intenso es el momento de culminar el plan de atrapar al nazi y sacarlo del país, aunque no menos intenso es el último tercio del film, desarrollado en 1997, a pesar de que una parte del mismo no me convenció por completo.

Sin duda el reparto es el punto más fuerte de La deuda, ahí está Helen Mirren (La sombra del poder), tan grande como suele estar, y Tom Wilkinson (Valkiria) cuyo único pero que se le puede poner es que ha realizado muchos papeles similares; tiene menos protagonismo Ciarán Hinds (Munich), pero a mí me ha gustado mucho su trabajo. Respecto al reparto “juvenil” destacar a Jake Sully, o sea, Sam Worthingthon en un papel muy diferente al mencionado de Avatar; Jessica Chastain (El árbol de la vida) es una actriz de la que se hablará mucho desde ya, pues tiene talento y una vulnerable belleza de cualidades hipnóticas; completa el trío Marton Csokas (El mito de Bourne), con un personaje carismático y egoísta. Jesper  Christensen (pronto lo veremos en Melancolía, lo nuevo de Lars von Trier) es el nazi, un tipo frío y manipulador nato.

La deuda es un thriller cuya intensidad va creciendo poco a poco, con personajes bien definidos e interpretados, y una gran atmósfera. Te deja muy buenas sensaciones.


LO MEJOR:
-El reparto.
-Que va ganando en intensidad.

LO PEOR:
-El final, sin llegar a ser malo, hay una cosilla que no me acabó de convencer.

¿Quién debería verla?
Si te gustan las pelis de espías y suspense.

17 octubre 2011

Beginners (Principiantes)

Iba yo ilusionado a aprovechar el último día de la Fiesta del Cine, dispuesto a ver por primera vez una película de Woody Allen en una sala, cuando le pido alegremente a la taquillera una entrada para Midnigth in Paris y me dice que “no” señalándome un cartelito que indicaba que no había proyección del mencionado film debido a un preestreno. El mundo se me vino encima entonces, ¿qué hacer? ¿Irme a mi casa?, ¿elegir otra película?, ¿tirarme por un barranco? Deseché rápidamente la última opción, en esta urbe no hay lo que se dice barrancos, volver al hogar me daba pereza ya que estaba allí, por lo que opté por ver otra película.O sea, que aproveché el último día de la Fiesta del Cine.

La película en cuestión es una que ya daba por seguro que no iba a ver en pantalla grande (lo de grande es relativo, ya que fui a un Renoir), está dirigida y escrita (inspirándose en su propia experencia) por Mike Mills y protagonizada por Ewan McGregor (Los hombres que miraban fijamente a las cabras), el gran Christopher Plummer (El sicario de Dios) y la parisina Mélanie Laurent (El concierto), sin olvidarme tampoco de Goran Visnjic (Spartacus) y, por supuesto, del perro Arthur (que en realidad se llama Cosmo).

Beginners (Principiantes) (Beginners, 2010), nos cuenta la historia de Oliver, un hombre que se acerca a los cuarenta y que acaba de perder a su padre, cuando conoce a Anna sufre una especie de catarsis que le hace revivir el recuerdo de los últimos años de su progenitor. 

Si algo hay que destacar especialmente de esta película son sus actores. Plummer, que está viviendo una segunda juventud estos años con grandes trabajos, está grandioso en el papel de padre que lleva toda la vida ocultando un secreto y que, una vez que se libera de prejuicios y lo acepta por completo, renueva su espíritu y sus ganas de vivir, incluso cuando sabe que le queda poco por delante; el personaje de McGregor, que cada día crece más como actor, es uno de esos hombres perdidos y solitarios que son incapaces de hacer que dure una relación; la compañera perfecta de este último es Mélanie Laurent, con Anna, personaje luminoso que luego vemos que tiene una sombra que la persigue. La química entre ambos es más que evidente, y la mayor parte del peso del filme se apoya en su relación, aunque dicha relación, avanzada bien la trama, pierde el intenso interés del principio. Curiosamente otro personaje importante es un perro, Arthur, de cuya raza no me acuerdo pero que mencionan en más de una ocasión los protagonistas, con el que mantiene Oliver varias conversaciones un tanto surrealistas pero divertidas.

El tono de Beginners (Principiantes) varía entre el drama y la comedia, aunque podríamos decir que la atmósfera que prevalece es melancólica, la melancolía que produce la muerte de un ser amado, o que trae el enamorarse, el no saber lo que se siente con certeza, o en sentirse rechazado. En este aspecto lo que nos muestra el filme del director de Thumbsucker son retazos de vidas, de personas que son principiantes en sentir lo que siente. Un film muy recomendable.


LO MEJOR:
-Un gran reparto, destacando, como siempre, Christopher Plummer.
-Ese aire entre la comedia y el drama que impregna toda la película.

LO PEOR:
-La relación entre Oliver y Anna pierde un poco de interés en determinados momentos.

¿Quién debería verla?
Si te gustan los dramas con toques de comedia, y con personajes un tanto perdidos

13 octubre 2011

Inside Job

En 2008 comenzó una crisis mundial que a día de hoy seguimos padeciendo, una crisis que provocaron unos pocos con nombre y apellidos, Inside Job (ídem, 2010) nos cuenta cómo sucedió.

Charles Ferguson (Una guerra sin fin) es el productor, co-guionista (junto con Chad Beck y Adam Bolt) y director de este impactante documental, ganador del Oscar en la pasada edición de dichos premios, sobre la crisis financiera, una película valiente, que desde el principio deja bien clara sus intenciones.

Dividida en seis partes, cada una de ellas explicando una etapa de la crisis, desde su gestación, allá por la era Reagan, hasta la explosión de la burbuja hipotecaria-financiera, Ferguson desgaja paso a paso, mostrando información clara y entendible, el castillo de naipes que construyeron las grandes entidades financieras, bancos y aseguradoras, agencias de rating, con la connivencia de políticos que apostaron por la desregularización masiva y con el apoyo de profesores universitarios de economía, que secundaron las tesis neoliberales para beneficio de sus propias cuentas bancarias (las entrevistas a los profesores son impagables).

Viendo este documental me queda todavía más claro algo que se lleva constatando estos últimos años: que tanto el premio Nobel de la Paz, Barack Obama, como el 99,9% de los gobernantes mundiales, en realidad no gobiernan, que son los grandes lobbies los que tomaron el control del sistema. De hecho, no lo tomaron, sino que los diferentes gobiernos (sin distinción de colores) se lo entregaron con gusto en pos de obtener mayor bonanza económica (para las clases adineradas, claro).

Inside Job, más que una película documental, es un film de terror, un terror muy real del que es importante que todos seamos conscientes, pues si seguimos en la ignorancia supina en la que nos quieren tener sumidos la gran mayoría de los políticos y “los mercados”, el futuro que nos espera es muy oscuro.


LO MEJOR:
-Que explica de “pe a pa“ la crisis.

LO PEOR:
-Los subtítulos, ¿quién fue el genio que decidió que las letras debían de ser blancas aún cuando el fondo fuera también blanco?

¿Quién debería verla?
Todo el mundo.

¿Y quién no?
Personas de corazón débil.

09 octubre 2011

Noches de sal, de David Mateo

Ya me he leído la segunda novela (de hecho, me los he leído todas) del Grupo Ajec que adquirí vía suscripción y, por alguna extraña razón, tengo la necesidad de expresar mi opinión de la misma en unas pocas líneas. ¿Se convertirán las reseñas literarias en algo habitual en El BLOG de NEOVALLENSE? Ni idea.

Noches de sal comienza como muchos slasher hollywoodienses: en una habitación donde unas niñas celebran una fiesta de pijamas. Al final jugarán al juego equivocado, un juego que marcará la vida de Aurora, quien esa misma noche recibe la noticia de la muerte de su madre. Años más tarde, Abel Barros, un estudiante de medicina, lee un cuento firmado por un tal Secreto que le llevará a encontrarse con Aurora, la cual está sumida en depresiones y crisis de ansiedad. A partir de ese momento el destino de ambos y de aquellos que lo rodean dará un giro inesperado.

Noches de sal es un thriller de terror, ambientado en la luminosa Valencia, cuyo comienzo es de esos que te mantienen enganchados, muy bueno y muy atinado, el autor ha sabido imprimir un gran ritmo y generar preguntas, así como crear una atmósfera atrapante (en general la atmósfera de esta novela es muy destacable). No obstante después de este inicio hay varios capítulos (fundamentalmente de la línea argumental estudiantil) que bajan mucho el listón, llegando a hacerse pesados, especialmente cuando Abel logra contactar con Aurora. La situación se estanca durante demasiadas páginas y uno está deseando de que ocurra algo verdaderamente, pero nada, Abel es tan pasivo como Aurora y su relación resulta de lo más sosa y encima casta. Hubiese estado bien un poquito de tensión sexual, y no es que no tengan oportunidades. Con esto no quiero decir que me parezca mal que David Mateo se centrara en otros aspectos de la relación, pero si no hay cierta atracción física, instantes donde las chispas salten, resta interés a la misma.

David Mateo, al que llegué gracias a un par de revistas que dirigió (Tierras de Acero MGZN e Historias Asombrosas, ambas extintas -por desgracia, porque eran muy buenas-), a su columna en la revista Scifiworld y a su blog, es el autor de la novela que nos ocupa. Sus primeras obras, La Trilogía del Dragón, la firmó con el seudónimo de Tobias Grumm, posteriormente publicaría la antología de cuentos Perversa, El Susurro del Bosque y la novela con la que dio un salto importante en su carrera fue Heredero de la Alquimia, una obra de fantasía que ha obtenido magníficas críticas y buenas cifras de ventas, poco después llegarían la que nos ocupa y Carne muerta, y viendo el ritmo que lleva estoy seguro de que en poco tiempo tendremos noticias de nuevas historias suyas. Pronto verá publicado alguno de sus libros en el mercado francés.

También comentar someramente la edición, que como ya he indicado al principio corre a cargo de la editorial granadina Grupo Ajec. El libro está editado en tapa dura, tiene sobrecubiertas y su portada es muy bonita y sugerente; la calidad del papel es estándar, no es blanco puro, es de color amarillento, por lo que su lectura resulta menos cansada para los ojos; el tamaño de letra me parece adecuado, ni está inflado como hacen muchas editoriales ni es excesivamente pequeño; y la novela ocupa casi quinientas cincuenta páginas. Su precio es de 22,60 euros, pero si la adquirís con una suscripción (acompañado, claro, con algunos otros libros del magnífico catálogo de Ajec) os sale un veinte por ciento más barato.

En fin, que Noches de sal está muy bien escrita, con un gran trabajo de documentación por detrás, tiene un inicio magnífico, cuyo interés crece por momentos hasta que, por desgracia, cae y luego, aunque vuelve a subir, resulta algo más irregular. Alterna pasajes emocionantes e inquietantes con otros no tan interesantes, hay ciertas partes que depende del tipo de lector que seas te parecerán más o menos creíbles, por lo que resulta imprescindible meterse de lleno en el mundo que ha creado el autor (cosa que no logré siempre) para conseguirlo. Eso sí el clímax te pone en tensión (cierta persecución, por ejemplo) y el final de la historia te deja buenas sensaciones.


LO MEJOR:
-El arranque, arrollador.
-Que tiene capacidad de provocar inquietud.
-Patricia y Miguel Manchón, dos personajes que me han gustado.

LO PEOR:
-Esos capítulos donde la relación entre Aurora y Abel está estancada y no pasa nada de interés. De verdad, me dieron ganas de agarrar por el pescuezo a sendos personajes.
-No me creo esa obsesión tan obsesiva de Abel por el cuento de Secreto, y me parece un poco exagerada su difusión por la universidad.

05 octubre 2011

No habrá paz para los malvados

José Coronado es reconocido por la mayoría de los espectadores gracias a sus anuncios de yogures con bífidus activos y alguna otra serie televisiva, el resto lo conoce también por sus trabajos para cine, y al menos la mitad de estos últimos lo consideran un pésimo actor. Puede que no sea el intérprete con mayores recursos del panorama nacional, pero aún así hay un director que le sabe sacar todo lo que tiene, así lo hizo en la estupenda La caja 507 (donde también exprimía a Resines), dicen que lo hizo en La vida mancha, y sin duda lo ha vuelto a hacer en No habrá paz para los malvados (ídem, 2011), un thriller muy oscuro co-escrito y dirigido por Enrique Urbizu.

El inspector Santos Trinidad es un tipo amargado, y de pocas palabras, que trabaja investigando personas desaparecidas, el mismo se ve implicado en la muerte de tres personas, pero existe un testigo que logra escapar. Santos Trinidad lo buscará, mientras que la jueza Chacón iniciará las indagaciones del triple asesinato.

Atrapante es la trama de No habrá paz para los malvados, poco tiempo deja para que el espectador se tome un respiro, la atmósfera destila cine negro del bueno, y Coronado, como apuntaba al principio, borda el papel de un tipo torturado y de dudosa moralidad.

Son dos las líneas argumentales, en una somos testigos de los trapicheos y la búsqueda de Santos, y en la otra la investigación de la jueza; en la primera línea los protagonistas son los barrios y las gentes marginales, y la violencia que en ellos hay; la segunda se desarrolla principalmente en los despachos, donde gente trajeada no hace más que ponerse mutuamente trabas absurdas, y donde muchos demuestran una incompetencia vergonzosa. Ambas tramas acabarán por unirse en un final que da que pensar.

No habrá paz para los malvados es un intenso thriller, violento, crudo y directo, cine del bueno, del que hace falta para que la gente deje de estigmatizar el cine hecho en España, y que sin embargo no pierde la identidad de ser un producto netamente español. De más que recomendable visionado.


LO MEJOR:
-José Coronado, gran inspector Santos.
-La conseguida atmósfera y ambientación, la dirección de Urbizu, el montaje.
-Una buena banda sonora, compuesta por Mario de Benito.

LO PEOR:
-Que haya gente que aún hoy se empeñe en decir que en España sólo se hace cine de la Guerra Civil.

¿Quién debería verla?
Si te gusta el suspense y el cine negro en general.

01 octubre 2011

Cowboys & Aliens

Un hombre se despierta en mitad de un campo olvidado sin recordar quién es ni de dónde viene, y encima con un extraño objeto en la muñeca. Tras un encuentro con oriundos del lugar, va a un pueblo donde parece que sí le conocen el sheriff y el cacique del pueblo, además de una bella y misteriosa mujer. De repente aparecen unas luces en el cielo y se concatenan explosiones con gente desapareciendo por los aires. El desmemoriado y aquellos que desean su cabeza tendrán que unirse  para encontrar a los secuestrados.

En una época donde la mezcla y confusión de géneros está a la orden del día, nos llega una combinación no muy habitual que se diga, pero que simplemente por su osadía ya ganó mi simpatía. Basado en el cómic del mismo nombre, Cowboys & Aliens (ídem, 2011) es la última película de Jon Favreau, director de las dos entregas de Iron Man y de Zathura, antecedentes que son interesantes conocer para estar precavidos de lo que nos vamos a encontrar, que no es otra cosa que un filme divertido, con una parte inicial más sugerente eso sí, ya que pasado un buen rato los guionistas debieron de sentirse un poco desorientados, como el protagonista, perdiendo buena parte de la fuerza precedente. Aun así se disfruta y hay tiempo para momentos notables (eso sí, importante no hacerse excesivas preguntas).

El nuevo James Bond, y al que pronto podremos ver en la versión americana (dirigida por David Fincher) de Los hombres que no amaban a la mujeres, Daniel Craig, es el protagonista principal de la cinta, un antihéroe que anda perdido y que halla el camino gracias a la hermosa Olivia Wilde, la Quorra de Tron: Legacy; le echa una mano, sin mucho empeño al principio, Harrison Ford, que resuelve con su habitual carisma el papel que le toca desempeñar, un tipo que es lo siguiente a cascarrabias, pero que no tardará en sacar su lado bondadoso; Sam Rockwell (Moon, La milla verde), hace otro personaje secundario de esos que le suelen ofrecer. Junto a ellos hay un elenco variado pero sin excesiva participación, aunque por señalar algunos mencionaré a Clancy Brown, que en Starship Troopers bordaba el papel de sargento Zim, y que también hizo de malo en Los inmortales; Adam Beach que, como es normal, suele hacer de indio americano en filmes como la incursión en el cine bélico de John Woo, Windtalkers, o en la más destacable Banderas de nuestros padres.

En fin, que si vas al cine sólo con la sana intención de divertirte Cowboys & Aliens probablemente te satisfaga. Es una película con un buen casting, unos efectos especiales que le otorgan notable espectacularidad, y una mezcla de dos géneros en principio tan dispares como son el cine del oeste y el de ciencia ficción (aunque hay algún buen ejemplo anterior de dicha combinación).


LO MEJOR:
-Que entretiene, sobre todo al inicio.
-La belleza de otra de galaxia de Olivia Wilde.
-Harrison Ford, a pesar de que su personaje acabe siendo un cacho de pan.
-Los efectos especiales son bastante apañadotes.

LO PEOR:
-Si hubiera mantenido el nivel del inicio estaríamos ante un film algo más que entretenido.

¿Quién debería verla?
Si buscas una película con la que pasar un buen rato sin muchas exigencias.

¿Y quién no?
Si pides peras al olmo.

Leer crítica en Muchocine.net

27 septiembre 2011

El árbol de la vida

La curiosidad me empujó a ver esta película del nada prolífico Terrence Malick, director que siempre me ha llamado la atención pero nunca he podido ver una de sus obras (empecé a ver El nuevo mundo pero, por razones ajenas a mi persona, no pude llegar hasta su final), así que ésta era la oportunidad de oro para contemplar uno de sus admirados (y odiados) filmes en pantalla grande.

El árbol de la vida (The Tree of Life, 2011) narra la historia de una familia que, al tener una gran pérdida, sufre un Big Bang que provoca la creación del universo.

Definir El árbol de la vida es complicado (de ahí la sinopsis), para muchos es un film extraordinario, una película poética, que reflexiona sobre la religión, la familia, la vida y la muerte, el amor, toda una retahíla de metáforas encadenadas de gran trascendencia. Personalmente me ha parecido una obra de una belleza muy superior a la media, Malick es un esteta perfeccionista hasta el límite, y nos ofrece con este su quinto largometraje cientos de planos de esos que no puedes dejar de admirar. Pero tanta belleza cansa, la película es pesada, se puede convertir en un tostón insufrible para el espectador menos paciente, el director le quiere dar tanta profundidad que olvida que una buena película, además de ofrecer la oportunidad al espectador de pensar sobre su condición humana, tiene un aspecto puramente lúdico. Sin embargo, también pienso que una película como esta es necesaria, ya que hay tantas que olvidan aportar algo más aparte de “sano divertimento”, que no viene mal que de vez en cuando nos llegue algo diferente.

Brad Pitt es el “protagonista” de la historia junto con Jessica Chastain, que actualmente está en cartelera también  con La deuda, y muy pronto con Criadas y señoras; Sean Penn es su hijito, Jack, con unos años cumplidos, y estoy de acuerdo con el propio actor, que criticó cómo había quedado su personaje en el montaje final del filme, es como si le faltara algo, si lo hubiesen eliminado la película no habría perdido nada. Hunter McCracken es Jack infante-adolescente, un chaval que tiene un gran protagonismo y que lo hace realmente bien; les acompañan sus “hermanos”, Laramie Eppler y Tye Sheridan.

Mención aparte se merece la banda sonora compuesta por Alexandre Desplat (aunque también tiene temas clásicos), muy importante además este apartado, porque tantas imágenes hermosas sin una buena música que las acompañase hubiera dado como resultado una obra coja, y Desplat, que este año está muy trabajador, creando muy buenas partituras, lo consigue con nota.

El árbol de la vida es una película rara, son muchos los que han ido a verla atraídos por su reparto y han salido escopeteados de la sala, no es un film fácil de ver, requiere paciencia (mucha paciencia), eso o ser un fan incondicional de su director.


LO MEJOR:
-Cada plano es una delicia visual con tantos matices como espectadores.
-La banda sonora.
-La labor actoral.

LO PEOR:
-Que es pesada.
-Sean Penn tenía razón, a su personaje, tal y como ha quedado en el montaje, le falta algo.

¿Quién debería verla?
Gente valiente y paciente.

23 septiembre 2011

La piel que habito

Esta es la primera película de Pedro Almodóvar que veo en cines, pero si sigue por este camino creo que no será la última. De hecho, a no ser que la memoria me falle, contando ésta, he visto completas dos películas del director manchego. La otra es Todo sobre mi madre.

Inspirada en la novela Tarántula de Thierry Jonquet, La piel que habito (ídem, 2011), nos cuenta la historia de Robert, un cirujano plástico obsesionado con la piel y con conseguir fabricar una que sea resistente a las amenazas exteriores, tales como el fuego o las picaduras de insectos.

La sinopsis anterior es de lo más simple, lo reconozco, pero ante el temor de chafar algo prefiero dejar ese pequeño bosquejo que es tan sólo la punta del iceberg de la décimo novena (dieciocho en realidad, ya que cuento una que realizó en Super 8) película de Almodóvar. La misma es un thriller y un drama, contiene elementos de ciencia ficción y toques de terror, y todo ello sin perder la personalidad del autor. Un filme difícil de clasificar que comienza sin ofrecer respuestas, y que una vez acontece cierto acontecimiento se nos van desvelando poco a poco los porqués, y cuando ello ocurre no deja uno de sorprenderse, sobre todo porque conseguir mantener la credibilidad en ciertos instantes es complicado, y el realizador de Hable con ella lo logra sobradamente, juega sus bazas con sabiduría y nos mantiene pegados a la butaca.

Tras más de veinte años sin trabajar con el intérprete, Antonio Banderas es protagonista principal de una película de Pedro Almodóvar, y lo hace con un personaje complejo, profundamente desgarrado, y enfermo, haciendo un trabajo sin alardes, meticulosamente contenido, pero efectivo; Elena Anaya le da la réplica, en un papel que no cobra por completo sentido hasta bien avanzada la película, y lo hace genial; Marisa Paredes también tiene un hueco importante como sirvienta del primero, mientras el resto del reparto, cuenta con otros nombres como Eduard Fernández, Roberto Álamo o Blanca Suárez.

La piel que habito es un film de venganza y redención, de locura y de ética, de dolor y de amor, una película que nos atrapa poco a poco y no nos suelta hasta el final. Un trabajo arriesgado y valiente, que no dejará indiferente a nadie.


LO MEJOR:
-Cuanto más avanza la trama más te atrapa.
-Que es arriesgada. Que no deja indiferente.
-Un buen reparto y una buena dirección.
-La banda sonora, obra de Alberto Iglesias. Como mínimo, tiene ganada una nominación más al Goya.

LO PEOR:
-Los rótulos, no me pegan, parecen de película de aficionados, sobre todo al comienzo, que me chocaron lo suyo.

¿Quién debería verla?
Si buscas una película que te sorprenda, o al menos que no te deje indiferente, ésta es una gran elección.

¿Y quién no?
Los que odian el cine español y particularmente el cine de Almodóvar, porque está claro que antes de verla ya tendrán dictada su sentencia.

19 septiembre 2011

Arrietty y el mundo de los diminutos

Tras unos días dando la tabarra a propios y extraños, y después de unos meses de espera, al fin he visto el penúltimo trabajo del Studio Ghibli.

Es curioso, pero hasta esta misma semana no era consciente de las ganas que tenía de verla en pantalla grande. Cuanto más noticias salían acerca del número de salas en las que se iba a exhibir, cuanto más se acercaba la fecha, más me iba embargando la urgente necesidad de apremiar a todo el mundo que fuera raudo a un cine y no se perdiera el evento. Sé que no a todos les interesa el cine animado salvo aquel que esté protagonizado por un ogro verde o por tigres dientes de sables y ardillas que persiguen con ansias una bellota, o en general esas cintas que dicen tienen un humor irreverente, pero que por desgracia se están haciendo un tanto repetitivas salvo honrosas excepciones; hay muchos que es ver que se trata de un film no procedente de los grandes estudios de animación estadounidenses, o aquellos que siguen sus pautas, que les da miedo arriesgarse mínimamente, y más si se trata de anime. Por desgracia sigue habiendo prejuicios, y por dicha razón (además de alguna otra) las películas animadas procedentes de oriente que llegan a las salas comerciales son escasísimas, y cuando lo hacen suelen ser estrenos muy limitados. Por suerte, Arrietty y el mundo de los diminutos (Karigurashi no Arrietty, 2010) no es uno de esos casos, habiendo tenido un estreno mucho mejor de lo esperado, y por lo tanto las expectativas de relativo éxito se han disparado entre aquellos que veneramos el estudio creador de Mi vecino Totoro.

Existen unos pequeños seres llamados Incursores que viven escondidos en las casas, dichos Incursores se dedican a tomar prestadas cosas (tales como un pañuelo de papel o un terrón de azúcar), pero siempre teniendo la precaución de que no nos demos cuenta de ello y de que no los veamos cuando lo hacen, ya que si son vistos por algún humano deben de mudarse inmediatamente ante posibles peligros. Arrietty es una Incursora que en su primera exploración por la casa de un “serhumano” es vista por un niño enfermizo llamado Shô...

Hiromasa Yonebayashi, de 36 años, se convierte en el director más joven que ha dirigido una película del Studio Ghibli. Esta es su primera incursión en el largometraje como director, pero no obstante no es un novato como lo era Goro Miyazaki al realizar Cuentos de Terramar, sino que tiene muchos trabajos a sus espaldas, habiendo realizado tareas de intercalador en La princesa Mononoke hasta ocupar puestos de mayor responsabilidad como fue en El viaje de Chihiro, así como en otros trabajos fuera del estudio fundado por Hayao Miyazaki e Isao Takahata en 1984. De hecho, en esta ocasión el maestro Miyazaki no quería dejar nada al azar y ha apoyado y trabajado desde el primer momento en el proyecto, escribiendo él mismo (junto con Keiko Niwa) el guión que adapta libremente el libro de Mary Norton.

Desde el primer instante se me dibujó una sonrisa, y en mis labios permaneció hasta el fundido al negro. Yonebayashi no llega al nivel de las obras dirigidas por Hayao Miyazaki, sin embargo sí que son muchos los momentos que transmite esa magia que sólo las películas del maestro suelen transmitir. Durante la poco más de hora y media de metraje demuestra imaginación y soltura, sobrados recursos y talento para esperar grandes obras futuras. Lo cierto es que Arrietty y el mundo de los diminutos, aunque no llegue al nivel de las grandes obras del estudio, es una dulzura de película de principio a fin, su colorido y una maravillosa primera parte, hacen que sea absolutamente fascinante ir descubriendo el mundo de los humanos (y el de los mismos Incursores) junto a la protagonista.

Arrietty es un personaje al que adoras nada más aparece fugazmente por vez primera, otra de las muchas féminas de carácter fuerte y decidido que tanto le gusta escribir al creador de Nausicaä del Valle del Viento, es ella la gran protagonista de la cinta; el otro personaje clave es Shô, un niño humano que va a pasar unas semanas en una casa en mitad del campo buscando tranquilidad ante su enfermedad, es un chiquillo triste, que no aprecia la vida, que no ve futuro, pero que aprenderá mucho gracias a una pequeña e inesperada amiga. Haru es otro personaje clave para el futuro de los Incursores, hace años que creyó ver a unos de estos seres y está obsesionada con demostrar que existen; mientras que Sadako, la (creo) abuela tía de Shô, quiere creer que existen, pero dejarlos vivir tranquilos. También aparecen los padres de Arrietty, la madre es un poco histérica y está demasiado acomodada, mientras que el padre es un tipo de pocas palabras, pero que se preocupa mucho por el futuro de su hija.

Otro punto que habría que destacar es la banda sonora, es la primera vez que un artista no japonés compone por completo la partitura (Carlos Núñez colaboró en algunos temas del soundtrack del debut de Goro Miyazaki), es la músico francesa Cécile Corbel la que pone melodías (y canciones, más de las habituales) a las imágenes, y hay que decir que es un gran trabajo, muchas melodías estilo celta con un cierto deje de tristeza.

Arrietty y el mundo de los diminutos es una pequeña delicia de principio a fin, un filme detallista que estoy seguro ganará con el tiempo y los revisionados, es un prometedor debut que nos hace sentirnos más optimistas sobre el futuro de Ghibli, que nos hace vislumbrar que una vez se retiren Takahata y Miyazaki podremos disfrutar durante mucho tiempo con nuevos trabajos del que es uno de los mejores estudios de animación del mundo.


LO MEJOR:
-Su primera parte me resultó especialmente hermosa.
-Que transmite con pasmosa facilidad emociones. Tiene muchos pequeños detalles.
-Que es un gran debut en la dirección.
-Una gran banda sonora.
-Buen doblaje al español (con más de una voz conocida).
-Que Aurum haya realizado un estreno de estas características, espero que el público responda positivamente.

LO PEOR:
-Los prejuicios de muchos, que les impiden ver ésta y otras grandes y pequeñas joyas de animación.

¿Quién debería verla?
Si te gusta el cine animado y especialmente si disfrutaste con filmes precedentes de Ghibli. Tanto niños como adultos la disrutarán.

Leer en Muchocine.net

16 septiembre 2011

¡Hoy estreno!

Hoy llega a nuestras salas la penúltima película del Studio Ghibli, dirigida por el debutante Hiromasa Yonebayashi, Arrietty y el mundo de los diminutos, que adapta el libro de Mary Norton.


 
¡¡ID AL CINE SIN FALTA!!

13 septiembre 2011

Sin reservas

Esta no es una película que tuviera en mi agenda para ver, sin embargo acabó por engancharme gracias a un comienzo de esos que atrapan, por lo que en vez de hacer lo que tenía pensado, terminé por acomodarme, arroparme y verla (si aún existieran los anuncios en TVE habría sido otra historia).

Kate es una chef de cierto prestigio que lleva un control absoluto sobre su trabajo y vida, pero un día se ve obligada a hacerse cargo de su sobrina, y encima su jefa contrata a un sub chef de lo más extravagante; ambas cosas la harán sentir que pierde el control sobre lo que la rodea.

Como ya comento en el primer párrafo, fue el inicio del filme lo que me hizo visionarla por completo, ya que dicha parte nos presenta al personaje interpretado por Catherine Zeta-Jones, y es un personaje que atrae, y no sólo por la belleza de la actriz; además no tarda mucho en aparecer el punto de giro que el espectador sabe bien supondrá un descuadre para la vida del controlador personaje, y para rematar el duro palo ve como su feudo es invadido por un hombre excéntrico del que desconfía desde el primer instante. Si bien desde ese preciso momento sabemos cuál será el final, Sin reservas (No reservations, 2007) es un film que se degusta de principio a fin, a pesar de que no mantenga ese gran interés y curiosidad que despierta al principio, durante el resto del metraje se deja ver y hay ciertos destellos de lo que nos ofrecía al principio, como, por poner un ejemplo, el momento en que Nick hace que Zoe vuelva a comer en condiciones.

Otro punto a destacar de esta película, dirigida por Scott Hicks (Shine, Corazones en Atlántida), es, además de la música de Phillip Glass, el trío protagonista, empezando por la ya nombrada Catherine Zeta-Jones (La trampa, Chicago) que realiza una interpretación muy creíble; pasando por la niña Abigail Breslin, que ya sorprendió a propios y extraños en Pequeña Miss Sunshine, y que aquí lo hace francamente bien; y un jovial Aaron Eckhart, muy diferente al personaje que encarnó un año más tarde en El caballero oscuro; sin embargo los secundarios no sobresalen especialmente, debido sobre todo a que los protagonistas son el centro de los focos o, mejor dicho, de los fogones.

En definitiva, Sin reservas es un drama romántico (y al parecer remake del filme alemán Deliciosa Martha) disfrutable, con sus toques de humor, un comienzo muy bueno, buenas interpretaciones, y un final feliz.


LO MEJOR:
-El principio del filme, si hubiese mantenido ese nivel durante toda la cinta habría sido un peliculón.
-El reparto, sobre todo el trío protagonista.
-La banda sonora.

LO PEOR:
-Que pierde interés a medida que avanza la trama, con algún que otro repunte en ciertos momentos. Eso sí, nunca llega a estrellarse.
-Que es predecible.

¿Quién debería verla?
Los que hayan visto Deliciosa Martha y sientan curiosidad por ver la visión americana, aunque ya por los protagonistas es una razón plausible para su visionado, y si también disfrutas de los dramas románticos con final feliz, pues mejor que mejor.

08 septiembre 2011

Ghost in the Shell 2.0

En el año 1995 Mamoru Oshii sorprendió a todo el mundo con una de las películas más impactantes de los noventa Ghost in the Shell. En ella se combinaba de una forma nunca vista la animación tradicional y digital, dando como resultado uno de los filmes animados más impresionantes que se habían visto hasta la fecha, y si a eso se le añade una historia (que adaptaba el manga de Masamune Shirow) plagada de acción que reflexionaba acerca de la condición humana, y una banda sonora de lujo, tenemos todos los ingredientes necesarios para crear un film de culto.

En 2008, para conmemorar el estreno de la imprescindible The Sky Crawlers, se estrenó en Japón un remozado del mencionado filme, obviamente me refiero a Ghost in the Shell 2.0 (Kôkaku kidôtai 2.0, 2008).

Nos encontramos en el año 2029, la Sección 9, con la ciborg Motoko Kusanagi a la cabeza, investiga un caso de un hacker llamado el “Titiritero”, que piratea los “espíritus” para controlar así a las personas.

Lo primero que hay que dejar claro es que Ghost in the Shell 2.0 es prácticamente igual que la versión del 95, lo que la diferencia son algunas secuencias que se han realizado en CGI con planos ligeramente distintos, la fotografía no es ahora con tonos verdosos sino dorados, siguiendo el estilo de Ghost in the Shell 2: Innocence o Avalon, y ya está, todo lo demás es igual, incluso el doblaje en español lo han dejado tal cual sin ningún cambio (el japonés parece que sí lo han realizado de nuevo, aunque con los mismos actores), por lo tanto que nadie espere una reinvención de la historia o de las escenas. A pesar de ello, o más probablemente por todo ello, este filme sigue siendo tan fascinante como el anterior.
GITS 2.0 vs. GITS

Hablaba en Akira que su inicio era uno de los mejores que había visto en mi vida, con Ghost in the Shell me pasa lo mismo, su secuencia inicial es de esas que te atrapan, que te presenta un mundo supertecnificado sin necesidad de explicarte nada, luego, después de maravillarte, te saca de ese ensueño donde la tecnología es el Dios a quien adorar para mostrarte los arrabales de la misma, pasamos de los grande rascacielos a la suciedad de las calles, donde los humanos intentan reafirmarse como individuos y no perderse en la marabunta que supone la gigantesca ciudad, un cruce entre Hong Kong y Tokio, y tampoco diluirse en la Red de redes, mantener la conciencia de que se es humano.

He aquí la gran cuestión de la que se habla, ¿qué es lo que nos hace humano?, ¿acaso no lo es un programa que dice ser consciente de su existencia y reclama asilo como ser viviente? Si sólo te queda el cerebro de tu cuerpo original, ¿eres humano?, ¿cómo sabes que ese cerebro no es en realidad una placa base con circuitos integrados y microchips?, ¿cómo sabes que no te han programado para pensar que tienes cerebro?, ¿cómo sabes que tus recuerdos son tuyos?

Ghost in the Shell 2.0 no añade nada a la película original y ni falta que hace. Sólo es una puesta al día de su entorno visual, para que sea así más coherente con Innocence y la filmografía (cyberpunk) en general de Oshii. La red es vasta e infinita, y Ghost in the Shell una obra maestra.


LO MEJOR:
-La animación, los escenarios..., visualmente es apabullante.
-La dirección de Oshii.
-La maravillosa banda sonora de Kenji Kawai.

LO PEOR:
-¿Para qué hacer una revisión de un film perfecto?

¿Quién debería de verla?
-Sí te gustó la original ésta te seguirá gustando igual.

¿Y quién no?
-Si esperas ver muchos cambios respecto a Ghost in the Shell.

Las escenas:
Hay varias escenas de este filme que me encantan, una es, como ya he comentado, la secuencia inicial; otra es el momento en el que Kusanagi y Batou charlan en la bahía (ese contrazoom le aporta una gran intensidad); la tercera podría ser la batalla que mantiene Kusanagi con el acorazado, sobre todo gracias a un gran uso de la banda sonora; y luego tenemos también la típica escena que mete Oshii en buena parte de sus películas, que es una gran música que acompaña a unas imágenes espectaculares, sin diálogos.

02 septiembre 2011

Eagle. La forja de un presidente, de Kaiji Kawaguchi

Ya que Glénat relanzó varios de sus mangas a un precio más que competitivo, decidí hacerme con uno que me llamaba bastante la atención, Eagle. La forja de un presidente.

Como su título indica, la historia de Eagle se centra en la carrera que sigue un candidato, en este caso del partido Demócrata, hasta llegar a la Casa Blanca. Empezando, como no podía ser de otro modo, con la lucha fratricida de las primarias, para posteriormente enfrentarse a su rival del partido Republicano. Lo que hace especial al asunto es que el candidato en cuestión es estadounidense de origen japonés, por lo que lo tiene aún más difícil. Paralelamente está la historia de Takashi Jo, joven periodista de un diario nipón que ha sido seleccionado por Kenneth Yamaoka (el mencionado candidato Demócrata) para que siga su campaña. Obviamente el chaval se pregunta por qué lo elige a él siendo un novato sin nombre en el mundillo, aunque muy pronto el mismo Kenneth se lo hará saber.

Si bien la historia no comienza mal, tampoco lo hace de forma espectacular, uno se lee el primer tomo interesado, pero sin sensación de estar leyendo algo especial. Es a partir del segundo tomo cuando la cosa empieza a ponerse verdaderamente emocionante, cuando te atrapa y le vas cogiendo cariño o tirria a los personajes, algunos de ellos, por cierto, pueden llegar a ser sumamente ambiguos, como el propio Kenneth, mientras que otros, en contraposición, resultan transparentes, como Jo, pero siempre cada uno de ellos siguen sus propios sueños y/o intereses, lo que hace que en ocasiones choquen de forma inevitable. A pesar de las centenares de páginas de cada tomo, no se hacen pesadas, Kawaguchi es un genio a la hora de generar intriga, por lo que constantemente crea preguntas al lector y con ello ganas de seguir leyendo para obtener respuestas.

La labor de documentación de Kaiji Kawaguchi debió de ser titánica y agotadora, porque cada una de las tramas, subtramas, los diálogos, todo, rezuma veracidad. Y es que la fiesta de la democracia tiene poco de fiesta y mucho de guerra, todo vale para hacer caer al rival, hacer públicos sus trapos sucios, chantajear, amenazar, incluso el asesinato, todo vale para tener la opción de ser el líder de la nación más poderosa del mundo. Precisamente, gracias a esa gran documentación, es por la que seguro consiguió que la realidad imitara a la ficción en otra ocasión, me refiero, obviamente, a los paralelismos del manga que nos ocupa con la campaña hacia la Casa Blanca de Barack Obama, el primer candidato no caucásico que se presentó y encima ganó las elecciones de Estados Unidos, si bien la campaña donde se desarrolla Eagle es de 2000, y Obama ganó en 2008.

Respecto al dibujo, el estilo de Kawaguchi, lo que es a mí, no me llama especialmente la atención, no obstante poco a poco me fui acostumbrando y acabé por adaptarme. No se puede negar que cada viñeta está muy trabajada, que los fondos son detallados y realistas, y que los personajes son expresivos, y, en fin, que el dibujo consigue transmitir emociones.

En cuanto a la edición hay que decir que es más que correcta. Su precio original era de diez euros los tres primeros tomos y quince los dos últimos, con el relanzamiento dicho precio se quedó en la mitad, por lo que más ajustado imposible, sobre todo si tenemos en cuenta que son tomos de más de cuatrocientas páginas, superando las seiscientas el quinto volumen. El papel es bueno, no tiene sobrecubiertas ni solapas, pero tampoco hace falta, las portadas son muy llamativas y capturan perfectamente el espíritu de la obra, y la traducción también es satisfactoria. Además al final de casi todos los tomos (el cuarto creo que era el que fallaba), a modo de epílogo, hay artículos de diferentes autores, algunos de notable interés.

En fin, que en Eagle. La forja de un presidente podréis encontrar muchas intrigas políticas, ser testigos de lo que ocurre tras la puerta trasera de eso que se llama democracia, la ardua lucha por el poder, donde el dinero juega un gran papel, y donde las traiciones son el pan de cada día. Un seinen harto recomendable, sobre todo si eres de los que disfrutan con un buen thriller político.


LO MEJOR:
-Que la historia te atrapa cada vez más.
-El estilo de dibujo puede gustarte más o menos, pero no hay que negar que es muy detallista y cuidado.
-La edición de Glénat en megatomos. Incluso sin rebaja su precio era bueno.

LO PEOR:
-Nada viene a mi memoria que sea tan malo como para ponerlo aquí.