28 septiembre 2017

Noé

Noé recibe un mensaje del Creador: el ser humano será castigado por sus desmanes y tiene que construir un arca que dará cobijo durante el gran diluvio a una pareja de cada especie animal de la Tierra, para que así sea posible volver a empezar desde cero.

Llevaba un tiempo el realizador de Réquiem por un sueño queriendo llevar a la pantalla grande la historia de Noé y del diluvio universal y, como no lo conseguía, decidió plasmar la historia en papel en un cómic. Sin duda el éxito de El luchador y Cisne negro le ayudaron a que las majors tuvieran confianza en él y, aún así, una vez rodado el film, una sombra se cernió sobre el mismo a cuenta de que la visión que tenía Darren Aronofsky de las escrituras bíblicas no se corresponde con la oficial, de hecho, por ridículo que parezca, en Estados Unidos se incluyó en cartelería y demás mercadotecnia un texto informativo donde se advertía al espectador religioso de tal hecho..., pues parece ser que desde La Pasión de Cristo se le da mucha importancia al público cristiano y a no ofenderlo (sí, en EEUU hay un creciente integrismo religioso alimentado desde la política).

Para Aronofsky la de Noé y su arca es una historia ecologista, la del primer ecologista, y lo cierto es que es algo que queda patente desde el primer instante en el que aparece el personaje de Noé, que reprende con suavidad a uno de sus retoños por arrancar una flor; luego no hay más que observar que son veganos y esos múltiples planos donde se nos presenta una Tierra devastada, completamente deforestada, repleta de minas abandonadas, de desiertos interminables. Así pues, y como ha comentado el propio realizador, se podría trazar una especie de paralelismo entre el Cambio Climático que actualmente estamos sufriendo a causa de nosotros mismos y la historia del castigo divino en forma de incesantes lluvias.

No obstante, más allá del mensaje ecologista, en Noé (Noah, 2014) también se juega con los mencionados integrismos, tanto el de la muchedumbre que se deja llevar por un rey humanamente despiadado, que consume los recursos sin pensar lo más mínimo no solo en el entorno, sino en el futuro, con unas interminables ansias de poder y de poseer todo lo que esté a su alcance; y por otro lado el del propio Noé, obcecado por sus visiones y su misión, aunque también es cierto que sufriendo por ello.

Russell Crowe (La momía) encabeza el reparto y la familia protagonista dando vida a Noé, el personaje bíblico que es aquí más humano que nunca, que debe tomar decisiones muy difíciles a lo largo de todas las desventuras; la hermosa Jennifer Connelly (American Pastoral) es su mujer Naameh, lo apoya en todo momento, pero llegado un instante sus puntos de vistas se distancian tanto que no está dispuesta a seguirlo. Como hijos de la pareja tenemos a Logan Lerman, actor conocido sobre todo por ser el protagonistas de las películas de Percy Jackson (y por ser el envidiado novio de Alexandra Daddario), así como a la también criada en otra saga fantástica, Emma Watson, que coincidió con el anterior en el filme independiente Las ventajas de ser un marginado; su pareja en esta cinta es Douglas Booth, al que se le pudo ver en la última versión de Romeo y Julieta, además de, posteriormente, en el último film de las Wachowski, El destino de Júpiter. Por último tenemos a Anthony Hopkins (Thor: El mundo oscuro), como Matusalen, y a Ray Winstone (La invención de Hugo) en uno de los papeles que más me han gustado de la película.

En fin, que Noé es un interesante film, que mezcla mensaje ecologista, dilemas morales y buenas dosis de escenas épicas.

LO MEJOR:
-Esa batalla por acceder al arca.
-Un buen reparto, destacando a Ray Winstone.
-La escena en la que Noé procede con el sacrificio: tensa e insana.
-Los vigilantes, unas criaturas animadas al estilo stop-motion.

LO PEOR:
-Quizá sea un pelín larga.

¿Quién debería verla?
Quien guste de la mitología bíblica y del cine épico (y de autor).

¿Y quién no?
Quien espere un film bíblico al uso.

La cuestión...
Dado que Matthew McConaughey, al igual que el ídolo andrógino-adolescente (ya más talludito) Justin Bieber, es guiado por dios en sus interpretaciones, ¿por qué no lo eligió Aronofsky para el papel?

6 comentarios:

Santiago Bobillo dijo...

Pese a no ajustarse del todo a las fuentes originales, la película, sin duda, trasmite muy bien tanto lo épico como lo ecológico. Ah, y yo también disfruté con la actuación del antagonista.

Neovallense dijo...

Ray Winstone me dejó una grata impresión sin duda, y el film en su conjunto puede gustarte mucho o poco, pero no te deja como cuando comenzaste a verlo, desde luego, seas un deboto lector de la Biblia o no.

Saludetes y muchas gracias por tu comentario ^^

Chechu Rebota dijo...

No me atrevía a ver esta peli, porque Aronofsky me parece un director muy irregular, capaz de pasar de una gran película a un desastre gigantesco que solo buscaba inflar su ego... Y la verdad, Noé tenia pinta de ser de estas ultimas. Tras tu reseña le daré una oportunidad.

Neovallense dijo...

No soy experto del cine de Aronofsky, he visto de "El luchador" en adelante si no recuerdo mal, pero sin duda es un cineasta interesante, a pesar de que su cine no me cause ningún entusiasmo hasta la fecha (bueno, "madre!" un poco quizá sí). Así que ni me atrevería a recomendarte "Noé" ni tampoco lo contrario xD

Un saludo, Chechu, y muchas gracias de nuevo por comentar :)

Anónimo dijo...

¿Le llamas integrismo religioso a la prudencia por no ofender la fe cristiana? No sabes de lo que hablas.

Neovallense dijo...

Por eso Diox me perdonará, señor anónimo ;)