14 marzo 2019

Mirai, mi hermana pequeña

Me pilló por sorpresa que el último trabajo de Mamoru Hosoda (La chica que saltaba a través del tiempo) se fuera a proyectar en la sección oficial del Nocturna 2018 (donde consiguió el premio a Mejor Guion y fue la mejor película para el público), pero no titubeé en comprar un par de entradas para asistir al evento. Y allí que fui el viernes 26 de octubre y, tras ver el cortometraje Moura, me pregunté el porqué de ese plano repetido nada más comenzar el film...

Kun espera impaciente que sus padres regresen del hospital, ilusionado por conocer a su hermanita pequeña, todavía sin nombre. La recibe con fascinación, pero a medida que pasan los días y nota que sus progenitores no le prestan tanta atención como antes, se frustra y enfada con su hermana, pero con cada uno de los ataques de celos provoca un extraño fenómeno que le hará conocer no solo a la pequeña competidora por el cariño de sus padres, sino buena parte de la historia familiar.

Desde Summer Wars, los temas recurrentes de Hosoda giran sobre la familia, especialmente a partir de Wolf Children, en la que hablaba de la maternidad, y su anterior trabajo, El niño y la bestia, en la que reflexionaba sobre la paternidad, ambas cintas, según explicó el realizador, inspiradas en sus propias experiencias personales. Se supone que Mirai, mi hermana pequeña (Mirai no Mirai, 2018) versa sobre la fraternidad, la relación entre hermanos, y ese es un tema que toca sin duda, de hecho es el tema de inicio del film, pero al final se puede afirmar que sobre lo que va es la familia, y la historia de la misma, de la que vamos conociendo retazos a lo largo de la historia, conformando un árbol de múltiples ramas y microhistorias, y con las que la percepción del mundo de Kun se vuelve más rica y hacen que cambie poco a poco.

Este carácter, en cierta forma, episódico del film, le da cierta variedad al mismo; aunque todos estos “viajes” sean más o menos costumbristas, algunos de forma más seria y otros de manera más cómica (el plan para guardar los muñecos del día de las niñas, por ejemplo), todos se centran en un aspecto que luego le servirá a Kun para madurar y aceptar a su hermana por completo. También es verdad que no todos los “episodios” resultan tan entretenidos, habiendo algún instante que al menos a mí se me hizo más largo de lo recomendable (hablando de los muñecos, o el alegórico tramo de la estación de tren...), pero al final las sensaciones que deja el conjunto, por suerte, son agradables.

Al final de Mirai, mi hermana pequeña vi la respuesta al hecho de que Hosoda repitiera el plano, prácticamente seguido, en los primeros compases de la película, cuando se completa el círculo y la historia llega a su fin. Ese detalle se convierte por sí mismo en uno de los que hacen que el filme gane algún punto, y si se le une una estupenda animación y unos personajes entrañables, nos queda una notable cinta que quizá no sorprende, pero sí que tiene su propia personalidad y ofrece muchos momentos cómicos y emotivos (los últimos minutos son especialmente hermosos). Merece la pena.


LO MEJOR:
-A pesar de su carácter episódico, al final la historia queda bien hilvanada.
-La estupenda animación marca de la casa, aunque el uso del ordenador se podría haber limitado más en ciertos puntos (como el paseo en moto).
-La belleza de muchas de sus imágenes.

LO PEOR:
-Algún momento que se alarga un poco de más.
-Que no se llevara el Oscar a mejor película de animación.

¿Quién debería verla?
Los que gusten del cine de Hosoda y del anime en general.

¿Y quién no?
Si no te gustó las tres últimas películas del cineasta nipón, probablemente tampoco te entusiasme esta.

2 comentarios:

eter dijo...

No puedo evitar haber salido algo decepcionado -o desorientado- del cine.

Es una película algo raro, ese caracter episódico la hace extraña de ver y aunque se entienden, no terminé de conectar con el segmento del bisabuelo o el de la madre.

Entiendo que la película va sobre la familia y me gusta que metan incluso al perro ahí, pero no deja de parecerme algo inconexa.

Es tierna y se ve con una sonrisa en la boca, y tiene recursos como la carrera del abuelo o todo lo de la hermana que funcionan muy bien.

Me ha gustado más que "El niño y la bestia", que la veía demasiado parecida a "los niños lobo", pero no puedo evitar pensar que Hosoda ha perdido un poco de chispa en sus últimas películas.

Neovallense dijo...

Estoy de acuerdo que el cine de Hosoda ha perdido algo de la fuerza que tenía en "Summer Wars" o "La chica que saltaba a través del tiempo", quizás se ha encasillado un poco y le esté restando frescura a sus historias, aunque es innegable que es un realizador con talento.

A mí me gustaría que su próximo proyecto se saliera de la temática o, al menos, de los escenarios más o menos cotidianos de sus últimos trabajos ("El niño y la bestia" era un mundo algo más exótico, pero relativamente cercano) y arriesgue más. Todavía nos puede volver a sorprender.

¡Muchas gracias por dejar tus impresiones, eter!