Tras la catarsis cinéfila que supuso Deseando amar, llevaba varias semanas echándole un ojo a 2046 (ídem, 2004), mas los horarios no me encajaban en la agenda (y eso que no tengo). Pero de tanto mirar al final cuadró.
No tenía ni idea de qué iba, pero como la mencionada experiencia con el anterior film de Wong Kar-Wai fue tan satisfactoria, tenía especial interés por comprobar si mi idilio con el cineasta chino tenía posibilidades de prosperar o tan solo era cosa de una sola película.
2046 parece una historia de ciencia ficción, y durante un rato así lo es, pero en realidad es solo un juego donde se mezclan diferentes historias, varios amores y una representación de los mismos a través de un ejercicio metanarrativo.
En estas historias el personaje de Maggie Cheung casi desaparece para centrarse en el de Tony Leung, Chow, el cual vaga sin un rumbo fijo, malganándose la vida como escritor, derrochando el poco dinero que obtiene y yendo de falda en falda, buscando compañía y quizá revivir lo que sintió. Parece que podría tener una oportunidad con el personaje interpretado por Zhang Ziyi (Tigre y Dragón), pero el cinismo y el recuerdo del amor perdido parece embargar el corazón de Chow, y a pesar de ello muestra su lado bondadoso al ayudar a una joven del hotel donde vive.
Se tarda un rato en situarse en la historia de 2046, y si no se ha visto Deseando amar dudo que se pueda comprender completamente (tampoco ayuda que el cineasta ruede sin guion). Wong Kar-Wai apuesta por una narrativa un tanto caótica, tanto como la vida del protagonista, mostrándonos un futuro lejano primero, para luego viajar al pasado en un supuesto flashback en el que nos mostrará la historia principal, y que tampoco nos dejará claro de primeras qué nos está contando.
Las comparaciones con Deseando amar son inevitables, supongo que por eso aquí Kar-Wai se alejó de la poesía visual de aquélla, siendo más convencional esta, con imágenes menos poderosas, menos romántica pero más carnal y más pasional, e igualmente amarga.
Para quien busque una secuela de In the Mood for Love en el sentido estricto, una continuación directa tanto argumental como narrativamente hablando, en 2046 no la encontrará (salvo algún esbozo). Aquí la imágenes no son tan evocadoras ni inmersivas, no te hipnotiza ni provoca fascinación alguna, está más anclada en la realidad por así decirlo y, por tanto, se aleja de toda idealización.
No tenía ni idea de qué iba, pero como la mencionada experiencia con el anterior film de Wong Kar-Wai fue tan satisfactoria, tenía especial interés por comprobar si mi idilio con el cineasta chino tenía posibilidades de prosperar o tan solo era cosa de una sola película.
2046 parece una historia de ciencia ficción, y durante un rato así lo es, pero en realidad es solo un juego donde se mezclan diferentes historias, varios amores y una representación de los mismos a través de un ejercicio metanarrativo.
En estas historias el personaje de Maggie Cheung casi desaparece para centrarse en el de Tony Leung, Chow, el cual vaga sin un rumbo fijo, malganándose la vida como escritor, derrochando el poco dinero que obtiene y yendo de falda en falda, buscando compañía y quizá revivir lo que sintió. Parece que podría tener una oportunidad con el personaje interpretado por Zhang Ziyi (Tigre y Dragón), pero el cinismo y el recuerdo del amor perdido parece embargar el corazón de Chow, y a pesar de ello muestra su lado bondadoso al ayudar a una joven del hotel donde vive.
Se tarda un rato en situarse en la historia de 2046, y si no se ha visto Deseando amar dudo que se pueda comprender completamente (tampoco ayuda que el cineasta ruede sin guion). Wong Kar-Wai apuesta por una narrativa un tanto caótica, tanto como la vida del protagonista, mostrándonos un futuro lejano primero, para luego viajar al pasado en un supuesto flashback en el que nos mostrará la historia principal, y que tampoco nos dejará claro de primeras qué nos está contando.
Las comparaciones con Deseando amar son inevitables, supongo que por eso aquí Kar-Wai se alejó de la poesía visual de aquélla, siendo más convencional esta, con imágenes menos poderosas, menos romántica pero más carnal y más pasional, e igualmente amarga.
Para quien busque una secuela de In the Mood for Love en el sentido estricto, una continuación directa tanto argumental como narrativamente hablando, en 2046 no la encontrará (salvo algún esbozo). Aquí la imágenes no son tan evocadoras ni inmersivas, no te hipnotiza ni provoca fascinación alguna, está más anclada en la realidad por así decirlo y, por tanto, se aleja de toda idealización.
LO MEJOR:
-Tony Leung y Zhang Ziyi.
-El resto del elenco también realiza una buena labor, destacando Faye Wong.
-La realización de Wong Kar-Wai, además hay que reseñar que fue valiente al desmarcarse de la línea de su anterior y aplaudido film.
-Sin llegar al nivel de Deseando amar, la música también es muy destacable.
LO PEOR:
-La impresión (o mas bien la certeza) de que deja cabos sueltos.
-Que no tiene ni de lejos el poder evocador de Deseando amar.
-Puede llegar a ser confusa, sobre todo en los primeros compases.
-Que se hace un pelín larga por momentos.
¿Quién debería verla?
Seguro que ya la habéis visto (mucho antes que yo).
¿Y quién no?
Si buscas, como el protagonista, sentir lo mismo que con la historia precedente.
Algunas películas de directores asiáticos:
Minari. Historia de mi familia
-Tony Leung y Zhang Ziyi.
-El resto del elenco también realiza una buena labor, destacando Faye Wong.
-La realización de Wong Kar-Wai, además hay que reseñar que fue valiente al desmarcarse de la línea de su anterior y aplaudido film.
-Sin llegar al nivel de Deseando amar, la música también es muy destacable.
LO PEOR:
-La impresión (o mas bien la certeza) de que deja cabos sueltos.
-Que no tiene ni de lejos el poder evocador de Deseando amar.
-Puede llegar a ser confusa, sobre todo en los primeros compases.
-Que se hace un pelín larga por momentos.
¿Quién debería verla?
Seguro que ya la habéis visto (mucho antes que yo).
¿Y quién no?
Si buscas, como el protagonista, sentir lo mismo que con la historia precedente.
Algunas películas de directores asiáticos:
Minari. Historia de mi familia
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