Manu y Jean-Gab son dos amigos con pocas luces a los que les encargan un trabajito fácil y lucrativo, pero resulta que por el camino se encuentran con algo en el maletero y deciden improvisar.
De Quentin Dupieux solo he visto la absurda pero muy divertida La chaqueta de piel de ciervo allá en la 17 Muestra Syfy, ademas de tener la referencia de la no menos original Rubber, así que cuando supe del estreno de Mandíbulas (Mandibules, 2020) me pareció que era una buena opción de regresar al cine tras tres semanas sin poder acudir a una sala.
Y aunque a punto he estado de no poder verla, pues el primer intento fue abortado por causas de fuerza mayor, la verdad es que merece la pena ver esta loca película protagonizada por más que peculiares personajes. Destaca la pareja protagonista, interpretada por Grégoire Ludig y David Marsais, que ya habían trabajado juntos en la serie Le Folle Histoire du Palmashow (y una película de la misma), un dúo que me recuerda al de Jim Carrey y Jeff Daniels en Dos tontos muy tontos por su carácter infantil e ingenuidad, pero más allá de eso nada tiene que ver con el film de los hermanos Farrelly, ya que aquí el absurdo lo ocupa todo.
Y básicamente la película son ellos y sus encuentros con otros personajes con sus peculiaridades (como la gritona y desconfiada Agnès interpretada por Adèle Exarchopoulos), y su búsqueda de un lugar donde llevar a cabo su inverosímil plan.
Pero por muy inconcebible que sea casi desde el primer instante, lo cierto es que es muy fácil entrar en el juego que propone Dupieux, porque Mandíbulas es un divertimento surrealista que aunque no te partas de risa no te dejas de divertir en ningún momento. Altamente recomendable.
De Quentin Dupieux solo he visto la absurda pero muy divertida La chaqueta de piel de ciervo allá en la 17 Muestra Syfy, ademas de tener la referencia de la no menos original Rubber, así que cuando supe del estreno de Mandíbulas (Mandibules, 2020) me pareció que era una buena opción de regresar al cine tras tres semanas sin poder acudir a una sala.
Y aunque a punto he estado de no poder verla, pues el primer intento fue abortado por causas de fuerza mayor, la verdad es que merece la pena ver esta loca película protagonizada por más que peculiares personajes. Destaca la pareja protagonista, interpretada por Grégoire Ludig y David Marsais, que ya habían trabajado juntos en la serie Le Folle Histoire du Palmashow (y una película de la misma), un dúo que me recuerda al de Jim Carrey y Jeff Daniels en Dos tontos muy tontos por su carácter infantil e ingenuidad, pero más allá de eso nada tiene que ver con el film de los hermanos Farrelly, ya que aquí el absurdo lo ocupa todo.
Y básicamente la película son ellos y sus encuentros con otros personajes con sus peculiaridades (como la gritona y desconfiada Agnès interpretada por Adèle Exarchopoulos), y su búsqueda de un lugar donde llevar a cabo su inverosímil plan.
Pero por muy inconcebible que sea casi desde el primer instante, lo cierto es que es muy fácil entrar en el juego que propone Dupieux, porque Mandíbulas es un divertimento surrealista que aunque no te partas de risa no te dejas de divertir en ningún momento. Altamente recomendable.
LO MEJOR:
-La pareja protagonista.
-Que no tiene ningún tipo de complejo y ofrece diversión directa y un tanto desquiciada.
-La valentía de Quentin Dupieux.
LO PEOR:
-Que no arrase en taquilla.
¿Quién debería verla?
Quien guste del humor absurdo y desprejuiciado.
¿Y quién no?
A quien le busque a todo la lógica.
Otras comedias con sus cosas absurdas:
La caza
El amor está en el agua
Have a Nice Day
Swiss Army Man
La vida secreta de Walter Mitty
Amanece, que no es poco
-La pareja protagonista.
-Que no tiene ningún tipo de complejo y ofrece diversión directa y un tanto desquiciada.
-La valentía de Quentin Dupieux.
LO PEOR:
-Que no arrase en taquilla.
¿Quién debería verla?
Quien guste del humor absurdo y desprejuiciado.
¿Y quién no?
A quien le busque a todo la lógica.
Otras comedias con sus cosas absurdas:
La caza
El amor está en el agua
Have a Nice Day
Swiss Army Man
La vida secreta de Walter Mitty
Amanece, que no es poco
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