14 septiembre 2023

Oppenheimer

Narra la creación de la bomba atómica, centrándose en la principal figura del proyecto J. Robert Oppenheimer.

Tras el poco éxito (teniendo en cuenta cuándo se estreno y las condiciones en los que lo hizo creo que no se debería hablar de fracaso) de Tenet, y su posterior divorcio de Warner (que, casualmente, ahora está gozando de gran éxito gracias al fenómeno de Barbie) Christopher Nolan vuelve a encandilar al público y a la crítica adentrándose en terrenos históricos y en la figura de un brillante y polémico científico como fue el denominado padre de la bomba atómica, convirtiendo lo que podría ser un biopic convencional en una historia mucho más interesante gracias a, de nuevo, la estructura de la misma y la forma en que es montada.

Porque bien podría ser una narración lineal y haber sido interesante, pero el director británico opta (como ya es habitual) por contárnosla en tres líneas de tiempo (curiosamente el presente es en blanco y negro), y saltando de una a otra constantemente. En una interrogan a Oppenheimer en un juicio que no es juicio pero bien que lo parece, y desde la cual accedemos al pasado del protagonista, desde sus estudios hasta que dirigió con éxito la creación de la bomba y, por otra, otro similar interrogatorio al que es sometido Lewis Strauss, quien aspira a un puesto en el gobierno estadounidense. Esas tramas, en un inicio, están unidas apenas por unos hilos, pero en el último acto del film vamos observando claramente la causalidad que lleva una a otra y, para rematar la jugada, al final del todo se nos desvela una conversación que cambia gran parte del sentido de lo que hemos vistos, dándole un transfondo más potente si cabe (en un efecto que me parece similar a lo que hizo Almodóvar con Dolor y gloria).

El reparto está plagado de grandes nombres y de magníficos secundarios, lo que hace que gane más si cabe. Nolan ya ha contado con Cilliam Murphy (Un lugar tranquilo 2) para muchos de sus trabajos, y es un actor que a estas alturas no creo que nadie dude de su talento, ofreciéndonos a un personaje hermético y con muchas sombras; lo mismo se podría decir de Robert Downey Jr. (Vengadores: Infinity War), con un papel que le viene como anillo al dedo. Ellos son los rostros más visibles, pero se trata de una historia muy coral, con numerosos personajes, como los de Emily Blunt (Al filo del mañana), que da vida a la fuerte mujer de Oppenheimer y Florence Pugh (Midsommar) como el primer amor del mismo, así como Matt Damon (El último duelo) como el militar que le ofrece a Oppenheimer dirigir el proyecto. A ellos se le suman nombres como Alden Ehrenreich (Han Solo: Una historia de Star Wars), Jason Clarke (Terminator Génesis), Casey Affleck (Manchester frente al mar), James D'Arcy (El destino de Júpiter), Macon Blair (La caza), Kenneth Branagh (Misterio en Venecia), Rami Malek (Sin tiempo para morir) en un pequeño papel, entre otros muchos.

Hay que celebrar estrenos como el de Oppenheimer (ídem, 2023) no solo por la calidad de la obra (muestra de ello es que sus poco más de tres horas pasan verdaderamente rápidas), sino como fenómeno cinematográfico y social que despierta cada nuevo proyecto de Nolan, consiguiendo llenar salas y revitalizándolas cuando aún están en estado convaleciente tras el duro palo de la pandemia y los consecuentes cambios de hábitos de los espectadores, quienes han abandonado en masa los cines y abrazado las plataformas. Hacen falta muchas más estrenos como este y el mencionado Barbie.
 
 
LO MEJOR:
-Una buena historia magníficamente contada.
-El multitudinario reparto, destacando especialmente la labor de Murphy.
-El final.

LO PEOR:
-Algunos asuntos, como el posible alcoholismo de Kitty, se resuelven de pasada.

¿Quién debería verla?
A cualquiera que le guste en cine en pantalla grande.
 
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