Viendo la de libros que tengo a la cola de ser leídos, y más todavía ensayos relacionados con los vicios friquis que me acosan, dudé mucho el hacerme con un voluminoso ejemplar dedicado a uno de los grandes maestros del tebeo nacional, Francisco Ibáñez. Pero después de escuchar al autor en una charla en el Madrid Comic Pop Up de 2023, me animé ante la ausencia en mi biblioteca de monográficos sobre la obra del autor que tantas veces me ha hecho reír.
Siendo sincero, lo que más me echaba para atrás a la hora de adquirirlo era su gran formato (mide 30,5 cm x 25,7 cm). Siempre he preferido los tomos más compactos y manejables, fáciles de transportar y de leer de camino al trabajo o a cualquier otro lugar, pero también es cierto que un tamaño generoso puede estar justificado, y en este caso lo está porque contiene una gran cantidad de material gráfico escaneado directamente de los originales, en un claro deseo de mostrar la habilidad de Ibáñez a la hora de dar vida a sus múltiples y variopintos personajes.
Siendo sincero, lo que más me echaba para atrás a la hora de adquirirlo era su gran formato (mide 30,5 cm x 25,7 cm). Siempre he preferido los tomos más compactos y manejables, fáciles de transportar y de leer de camino al trabajo o a cualquier otro lugar, pero también es cierto que un tamaño generoso puede estar justificado, y en este caso lo está porque contiene una gran cantidad de material gráfico escaneado directamente de los originales, en un claro deseo de mostrar la habilidad de Ibáñez a la hora de dar vida a sus múltiples y variopintos personajes.