El segundo largometraje proyectado en la VII Muestra Syfy de Cine Fantástico fue ni más ni menos que un thriller de ciencia ficción suizo.
Ver films de ciencia ficción pura europeos no es muy fácil, la producción de este tipo de obras suelen tener altos costos y su rentabilidad es dudosa, más si hablamos de trabajos como el que nos ocupa, una cinta seria, de magnífica factura pero desarrollo pausado y sin mucha acción (nada que ver con la colorida El quinto elemento, de Luc Besson, la casi apocalíptica Babylon de Mathieu Kassovitz, o la, más bien cómica, La mujer más fea del mundo, de Miguel Bardem). Cargo (no confundir con la Cargo de Clive Gordon, de 2005) es una producción suiza dirigida por los debutantes Ivan Engler y Ralph Etter, en cuya sobria atmósfera se respira la mayor parte del metraje a Alien, pero en el que se deja ver también influencias de Blade Runner (al inicio) e incluso si nos ponemos a The Matrix.
Durante la práctica totalidad de la película los directores han sabido jugar sus bazas logrando mantener esa atmósfera casi asfixiante, claustrofóbica incluso, donde el desarrollo de la trama resulta atrayente, y a pesar de su avance pausado (que no lento) no invita para nada al bostezo. Otro de los puntos a favor es que el entorno y la actitud de los personajes resultan creíbles, es realista. Y ahí es donde falla en la última parte del film, ya que comienzan a suceder cosas que no nos la creemos, muy especialmente ese “baile” espacial y ese “correr” de la protagonista hacia la nave para atraparla en un último momento y salvarse de estar a la deriva en el espacio durante toda una eternidad, dicha escena me produjo una incredulidad con la que no pude evitar pensar que los directores la habían fastidiado, que habían estropeado todo lo anterior de la forma más estúpida posible. Otro punto negativo se refiere a ciertas inconexiones (perdonables, pero de muy fácil arreglo) en el guión referida a la Estación 42, pero eso es algo que es mejor que lo comprobéis por vosotros mismos.
Respecto al reparto, nos encontramos con actores desconocidos para la mayoría, así como protagonista principal tenemos a Anna-Katharina Schwabroh, que buscando veo que apenas ha trabajado en algunos episodios de diversas series; Martin Rapold es otro de los miembros del reparto, y éste sí que tiene una carrera más larga, aunque casi todo para televisión; Regula Grauwiller también tiene más experiencia y también Claude-Oliver, entre otros. Sinceramente , son nombres que nada me dicen, pero cuyas interpretaciones, sin resultarme memorables, me han parecido convincentes.
Cargo es un trabajo arriesgado tanto artística como económicamente hablando, su resultado es interesante y no llega a más por unos pocos, y bastante idiotas, errores. En otras circunstancias podríamos estar hablando de una pequeña joya cinematográfica.
LO MEJOR:
-La atmósfera, sobria y fría consigue mostrar la soledad del espacio.
-La factura técnica, muy buenos las recreaciones virtuales de los escenarios y la nave, sobre todo teniendo en cuenta que la propuesta es mucho más modesta que las producciones estadounidenses.
LO PEOR:
-Casi toda la película consiguió engancharme, pero a medida que se acerca el final algunas inconexiones del guión y sobre todo cierta escena para nada creíble, y cuyo dramatismo es nulo, lastran el buen resultado reinante.
¿Quién debería verla?
Si te gusta la ciencia-ficción, y en particular filmes en el que prima más el ambiente que la acción en sí.
¿Y quién no?
A algunos se le puede hacer lenta, así que no se la recomiendo a los impacientes.
Leer critica Cargo en Muchocine.net
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