Ad Mortem, de Blanca Mira y Eduard Balust

 

Sigurd es un jovenzuelo que vive felizmente en Japón con su madre, pero dicha felicidad se esfumará el día en el que la misma sea asesinada. Esta, antes de expirar, le dará un reloj con el nombre de su padre y le pedirá que vaya a buscarlo a Alemania. Y allí irá el inexperto muchacho, donde se topará con una realidad mucho más dura de lo que se podría esperar.

Ganador del X Concurso Manga Norma Editorial, Ad Mortem está escrito por Blanca Mira y dibujado por Eduard Balust, con la primera tuve el gusto de charlar un poco en el último Expocómic Japan Weekend de febrero mientras me dedicaba el ejemplar, aunque por aquellas fechas todavía no me había leído la obra y, por tanto, no pude compartir mis impresiones sobre la misma.

Al echar una mirada al tomo lo primero que llama la atención es, obviamente, el dibujo, con un diseño de personajes atractivo, con predominio de las líneas finas y claras, y unos fondos y escenarios notablemente currados y realistas, además la lectura es clara y fluida gracias a una correcta disposición de viñetas.

La historia tiene muchos elementos de interés, comenzando por eso mundo dividido entre humanos y nigromantes (y del que tenemos una presentación en las primeras páginas del cómic), con dos bandos enfrentados, La Hermandad y la Casta; luego están los reclamos a los que se han de someter los nigromantes, que me ha parecido una de las cosas más curiosas y que extrañamente da pie a momentos un tanto cómicos y surrealistas (véase el primer reclamo del protagonista). También está el propio protagonista, que al inicio es incluso demasiado inocente y, a fuerza de descubrir el mundo en el que vive (y del que el lector parece conocer más que él) va endureciéndose por el camino.

El problema es que, según me comentó Blanca Mira, el guion inicial daba para unos tres tomos, pero no tuvo otra que reducirlo para que pudiera contarse en un solo volumen, por lo que la historia avanza un tanto precipitadamente, la evolución del personaje va a marchas forzadas y algunas situaciones resultan poco naturales. Ahí apunto el odio de Sigurd hacia su progenitor, que un servidor no terminó por creer en parte por su personalidad y en parte porque no he visto que padeciera tanto como para llegar a querer acabar con él; o momentos como cuando se queda atrapado con una nigromante y de un instante a otro pasa de querer matarle a contarle todas sus penas y, encima, ayudarle con su reclamo (por mucho que él la ayudase antes en ese aspecto); otra cosa que tampoco me convenció fue la rapidez de la prensa, que anunciaba el avistamiento de un monstruo, con imagen incluida de un lugar importante para el protagonista, y es ir allí en un par de viñetas y estar todo patas arriba... Detalles que se suman y terminan por restar, pero cuya solución pasaba por tener más páginas..., o por quitar cosas en el guion.

La edición, como es lógico, corre a cargo de Norma Editorial, en un tomo con sobrecubierta, 193 páginas de tebeo, dos de ellas a color, y sin los habituales extras (por eso de dedicar más páginas de las normales a la obra en sí), salvo una paginilla para los agradecimientos. Buena calidad a un precio competente de 8 euros (si no recuerdo mal).

Es cierto que la historia pide más desarrollo, que no son pocos acontecimientos (grandes o pequeños) que resultan un poco precipitados, pero eso no hace que Ad Mortem sea un manga fallido, ya que, a pesar de todas las faltas que se le pueda ver, es una lectura amena que transcurre en un mundo interesante y con un dibujo muy currado. No me desagradaría leer más historias de Sigurd y compañía.

LO MEJOR:
-Un mundo atractivo, un buen dibujo, una historia interesante...

LO PEOR:
-La historia en sí es interesante, pero sí que es verdad que le falta más desarrollo.
-Desde el primer momento se ve que Ludwig es un cacho de pan, así que el odio de Sigurd hacia el primero no es del todo comprensible.