04 junio 2020

Cómo entrenar a tu dragón 3

Isla Mema ha pasado de ser un lugar oscuro, donde los vikingos temían y odiaban a los dragones, a otro totalmente opuesto, un refugio para los reptiles alados, e Hipo y compañía en defensores y liberadores de dragones. Pero un nuevo y sagaz enemigo aparece, y joven sucesor de Estoico como jefe de la aldea solo ve una solución: encontrar el Mundo Oculto, un lugar donde los dragones pueden vivir en paz.

Cómo entrenar a tu dragón y su secuela son, probablemente, los dos largometrajes más sólidos de la división de animación de DreamWorks, por lo que la tercera entrega fue largamente esperada, con retraso de estreno incluido, por aquellos que gozamos con las aventuras de Hipo y Desdentao; teniendo, por tanto, altas expectativas que cumplir.

Dean DeBlois volvió a dirigir en solitario, así como a escribir el guion, este cierre de la trilogía inspirada, no olvidemos, en los libros de Cressida Cowell; una tarea difícil y exigente por lo mencionado en el anterior párrafo sobre todo, ya que no solo estaba obligado a cumplir en cuanto a nivel de entretenimiento, sino que también debía aportar novedades a la fórmula que sorprendiera a los seguidores y a los nuevos espectadores.

El inicio mantiene los ingredientes de la saga, aunque no comience directamente en Isla Mema, sino en un rescate de dragones, pronto nos vuelve a presentar la situación del hogar de los vikingos y de sus propios habitantes (que podríamos resumir como excesivo en todo), para poco después conocer al nuevo malo de la función, un experimentado cazador de dragones que supone un peligro para los míticos seres y, por supuesto, para el sueño de Hipo, que inicia un plan del todo absurdo para protegerlo pero que igualmente la aldea lo acata.
 
La verdad es que, aunque sea un hándicap, lo cierto es que el plan es coherente con la personalidad del protagonista, no obstante el espectador sabe que es irrealizable, tanto como lo puede saber Astrid o Valka. Quizá por esto, y que los personajes den muchas vueltas sin tener muy claro lo que hacer, todo ello a consecuencia de las inseguridades de Hipo, hace que la narración se vea lastrada y resulta menos interesante y amena que los dos primeros capítulos. Puede que tampoco ayude un enemigo que, aún con un trasfondo que se divisa con cierta chicha, no se le saca todo el partido que se le podía haber sacado. Quizá si hubiera tenido un poco más de protagonismo, se hubiera mostrado más de su historia, se habría dado una vuelta de tuerca a la trama y sorprendido al respetable, pero tal cual se parece demasiado a lo ya visto.

Pero aunque haya un tramo importante en que Cómo entrenar a tu dragón 3 (How to Train Your Dragon: The Hidden World, 2019) no atrape, sabe resarcirse con un último tercio particularmente conseguido, una batalla por la libertad de las bellas criaturas flamígeras, que se resuelve con un potente enfrentamiento de Hipo con su antagonista (el momento de la caída al vacío es espectacular) y donde, como en las dos entregas precedentes, los personajes tienen una gran pérdida a la par que realizan un gran acto de generosidad y verdadero amor. Todo ello se remata con un hermoso epílogo que logra emocionar hasta a los más duros corazones.

Si se notaba que DreamWorks había apostado fuerte en Cómo entrenar a tu dragón 2, este cierre de la trilogía es más ambiciosa en el apartado visual, siendo, paradógicamente, la más oscura y luminosa de las tres, la de más contrastes. Por un lado tenemos las secuencias y escenarios donde Grimmel tiene el control, entornos oscuros y tenebrosos, y por otro la propia Isla Mema, que ahora es todo un desfile de color, igualmente otros paisajes nos maravillan también con una gran diversidad cromática, además de unos efectos (como los relacionados con el agua) tan bonitos como realistas.

Así pues, en un primer visionado, Cómo entrenar a tu dragón 3 no consigue transmitir todo lo bueno que sí transmiten las dos primeras películas, pero la segunda vez resulta algo más equilibrada, gana un poco el conjunto. Aún así, es una notable cinta, una fábula sobre el crecimiento y la maduración plagada de aventuras, buen humor (el momento de la danza de Desdentao es descacharrante) y un digno, coherente y emotivo final (a la par que agridulce).


LO MEJOR:

-Visualmente supone la cima de la trilogía.
-El final y el epílogo, épicos y emotivos.
-La banda sonora de John Powell.

LO PEOR:
-Es algo inferior a las cintas precedentes, sobre todo a la segunda.
-F. Murray Abraham dobla a Grimmel, el malo, en la versión original y en la nuestra lo hace Melendi... (no hace falta añadir nada más, creo yo).
-Que, tras la compra de la compañía por Universal, DreamWorks Animation está en horas bajas... y que no parece que vaya a salir del hoyo incluso teniendo éxito este film (en EE.UU. no tuvo una gran repercusión, pero en el resto del mundo logró buenos números).

¿Quién debería verla?
Quien disfrutara con las dos primeras aventuras, amantes de los dragones y del buen cine fantástico.

¿Y quién no?
Durante toda la trilogía vemos el proceso de maduración de los personajes, por lo que para disfrutar de esta tercera entrega por completo se hace imprescindible ver las dos primeras partes.

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