Hace nueve años que los humanos se rindieron ante los invasores alienígenas, desde entonces a estos se los conoce como Legisladores y viven en el subsuelo terráqueo, mientras que las personas hacen su vida diaria más o menos con normalidad, la mayoría colaborando y una pequeña parte resistiendo en las sombras tras el fracaso de la rebelión años atrás. William Mulligan es un policía que está seguro de que los rebeldes preparan algo, por lo que vigila día y noche a Gabriel, el hermano pequeño del antiguo y fallecido líder de la resistencia, Rafe Drummond, atento a que cualquier movimiento en falso del chaval lo lleve a ellos.
Rupert Wyatt realizó una magnífica labor con su segundo largometraje, El origen del planeta de los simios, además de revitalizar una saga que ya se creía muerta. Desde entonces no había visto ninguno de sus trabajos, ni en formato de serial televisivo (TURN: Espías de Washington, The Exorcist) ni en formato largometraje (El jugador, con Mark Walhberg como prota), pero con Nación cautiva (Captive State, 2019) la cosa iba a cambiar.
Y quizá habría pasado desapercibida por delante de mis narices si no fuera por la breve crítica que leí de ella en Imágenes de actualidad, con la que tuve conocimiento del film y contaba lo suficiente como para que me interesase por ella. De hecho, solo con el detalle de que su argumento gire en torno a una invasión extraterrestre ya me tenía medio ganado, pero si además leo que al inicio se nos muestran piezas sueltas y no va ganando todo sentido hasta el final, pues me gana un poco más, y si encima me dice que es una parábola del presente, ya me tiene enganchado del todo.
Y así es, Nación cautiva nos muestra un mundo no muy halagüeño, donde los mencionados extraterrestres gobiernan desde las sombras y los hombres y mujeres trabajan para ellos con resignación o con afán, donde unos aplauden el nuevo orden mundial y unos pocos saben bien que tal régimen dictatorial no puede llevar a nada bueno, y de que es necesario prender una llama para iniciar una guerra que libere a la humanidad. Buena parte de la película consiste en ver cómo se va ejecutando el plan, cómo se mueven y reúnen las piezas sin tener exactamente claro cuál es el objetivo, mientras que paralelamente Mulligan investiga para pararles los pies y Gabriel va un poco por libre, con su propio plan junto a un amigo.
John Goodman (Calle Cloverfield 10) y Vera Farmiga (El pasajero) son las caras más reconocibles del elenco, el primero es el taciturno policía que realiza las indagaciones, y la segunda una prostituta a la que suele visitar este; también es conocido Kevin Dunn (Transformers: El lado oscuro de la luna), que es el jefe de Mulligan y, por tanto, el mandado directo de los invasores. Ashton Sanders (Moonlight) y Jonathan Majors (Territorio Lovecraft), son Gabriel y Rafe, dos hermanos que vieron cómo las cucarachas (así llaman también a los extraterrestres) mataban a sus padres; mientras que James Ransone (It: Capítulo 2), Alan Ruck (Star Trek: La próxima generación), Caitlin Ewald (Columbus) y Ben Daniels (Rogue One: Una historia de Star Wars), entre otros, son miembros de la resistencia.
Ruper Wyatt ha vuelto a firmar una destacable cinta de ciencia ficción, una serie B de invasión con generosas dosis de thriller político de los 70, un puzle que resulta apasionante mientras se va montando y que, una vez encajan las piezas, no puede uno sino aplaudirla. Muy recomendable.
LO MEJOR:Rupert Wyatt realizó una magnífica labor con su segundo largometraje, El origen del planeta de los simios, además de revitalizar una saga que ya se creía muerta. Desde entonces no había visto ninguno de sus trabajos, ni en formato de serial televisivo (TURN: Espías de Washington, The Exorcist) ni en formato largometraje (El jugador, con Mark Walhberg como prota), pero con Nación cautiva (Captive State, 2019) la cosa iba a cambiar.
Y quizá habría pasado desapercibida por delante de mis narices si no fuera por la breve crítica que leí de ella en Imágenes de actualidad, con la que tuve conocimiento del film y contaba lo suficiente como para que me interesase por ella. De hecho, solo con el detalle de que su argumento gire en torno a una invasión extraterrestre ya me tenía medio ganado, pero si además leo que al inicio se nos muestran piezas sueltas y no va ganando todo sentido hasta el final, pues me gana un poco más, y si encima me dice que es una parábola del presente, ya me tiene enganchado del todo.
Y así es, Nación cautiva nos muestra un mundo no muy halagüeño, donde los mencionados extraterrestres gobiernan desde las sombras y los hombres y mujeres trabajan para ellos con resignación o con afán, donde unos aplauden el nuevo orden mundial y unos pocos saben bien que tal régimen dictatorial no puede llevar a nada bueno, y de que es necesario prender una llama para iniciar una guerra que libere a la humanidad. Buena parte de la película consiste en ver cómo se va ejecutando el plan, cómo se mueven y reúnen las piezas sin tener exactamente claro cuál es el objetivo, mientras que paralelamente Mulligan investiga para pararles los pies y Gabriel va un poco por libre, con su propio plan junto a un amigo.
John Goodman (Calle Cloverfield 10) y Vera Farmiga (El pasajero) son las caras más reconocibles del elenco, el primero es el taciturno policía que realiza las indagaciones, y la segunda una prostituta a la que suele visitar este; también es conocido Kevin Dunn (Transformers: El lado oscuro de la luna), que es el jefe de Mulligan y, por tanto, el mandado directo de los invasores. Ashton Sanders (Moonlight) y Jonathan Majors (Territorio Lovecraft), son Gabriel y Rafe, dos hermanos que vieron cómo las cucarachas (así llaman también a los extraterrestres) mataban a sus padres; mientras que James Ransone (It: Capítulo 2), Alan Ruck (Star Trek: La próxima generación), Caitlin Ewald (Columbus) y Ben Daniels (Rogue One: Una historia de Star Wars), entre otros, son miembros de la resistencia.
Ruper Wyatt ha vuelto a firmar una destacable cinta de ciencia ficción, una serie B de invasión con generosas dosis de thriller político de los 70, un puzle que resulta apasionante mientras se va montando y que, una vez encajan las piezas, no puede uno sino aplaudirla. Muy recomendable.
-Que es muy entretenida y tiene un guion muy inteligente (y eso siendo, en esencia, cine de serie B).
-John Goodman, Ashton Anders, Vera Farmiga... y el reparto en general.
-Que “esas personas” (no digo más para no destripar) sean los líderes de la resistencia... Me parece toda una declaración y simplemente genial.
LO PEOR:
-Algún efecto visual un poco cutrecillo (el despegue de la nave alienígena).
¿Quién debería verla?
Quien disfrute del cine de ciencia ficción e invasiones extraterrestres en general, así como de las cintas de suspense.
¿Y quién no?
Quien busque algo así como Independence Day o La guerra de los mundos
No hay comentarios:
Publicar un comentario