28 octubre 2021

Titane

Tras un accidente vial en su más tierna juventud, Alexia mantiene una relación especial con los autos, tanto que ahora se dedica a bailar sobre ellos en festivales tuning.

Julia Ducournau no pudo darse mejor a conocer que con Crudo, una película impactante, con más de una macabra escena, y sólido guion, que sorprendió y dejó satisfecho a los amantes de las emociones fuertes y también de las buenas historias. En este, su segundo film, lo tenía complicado si quería volver a sorprender de similar manera.

Si algo ha destacado la producción de Titane (ídem, 2021) es por su hermetismo. Cual película de Nolan, la han guardado celosamente de ojos ajenos y prácticamente hasta que no llegó a Cannes (donde se llevó la Palma de Oro) no se pudo ver nada. Este celo, y las pocas y atractivas imágenes que vi, fueron suficientes (además del recuerdo de Crudo) para estar atento a su llegada a las salas.

Titane no es lo que se dice una historia fácil de ver, no hay una presentación de personajes donde te den información suficiente de los mismos, sino que vas conociéndolos a medida que avanza. Alexia, a priori, parece una joven más o menos normal, pero el espectador pronto se da cuenta de que no es precisamente una santa... Y esta es una de las características de este film, el hecho de que esté protagonizada por una persona horrible hace que por momentos pueda hasta ponerte mal cuerpo (porque Ducournau no es nada sutil cuando lo desea), con gráficos y crudos instantes que seguro hacen las delicias de amantes del gore. Por suerte, y aunque nunca abandona del todo la violencia descarnada, llegado un punto la historia vira hacia una relación paterno-filial tan curiosa como de incierto futuro, que paradójicamente hará que conectemos con el personaje y casi olvidemos todo lo que ha hecho previamente.

La gran protagonista, Alexia, es interpretada por Aghate Rouselle (que debuta como protagonista en un largometraje) un papel que no es fácil y está lejos de ser simpático, pero que se va humanizando poco a poco a medida que avanza su relación con Vincent, Vincent Lindon (El odio), un hombre con un serio trauma que busca curarse como sea. Sobre estos dos personajes pivota la trama, aunque hay otros que tienen su importancia, como los interpretados por Garance Marillier (Ad Vitam), que vuelve a trabajar con la directora, Laïs Salameh(Skam France), Myriem Akheddiou (Dos días, una noche) o Bertrand Bonello (Casa de tolerancia).

Titane parece que bebe del cine de Cronenberg y cierto cine japonés donde la carne y el metal se fusionan, un film que lo mismo nos habla de personas que solo saben hacer daño, que de personas heridas desesperadas por curarse. Una transgresora película, notablemente rara por momentos, que no deja indiferente, a la que se le puede poner la pega de que no queda claro qué es lo que nos quiere contar.


LO MEJOR:
-El reparto, en especial los dos protagonistas.
-La fotografía, la dirección (incluyendo un plano secuencia la mar de majo) y la música.
-Que es una película arriesgada y original, lo cual no es decir poco en estos tiempos de adaptaciones (que tampoco me parece mal que los haya, pero...).

LO PEOR:
-La crudeza de algunas de sus imágenes (aunque esto para algunos puede ser lo mejor).

¿Quién debería verla?
Si te gustó Crudo, el cine de Cronenberg y las pelis raras en general.

¿Y quién no?

No es nada recomendable para gente especialmente sensible.

Cine fantástico de autor:

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