07 diciembre 2023

Korokke y la chica que dijo no, de Josep Busquet y Jonatan Cantero

Anzu es una niña que vive feliz junto a su abuelo y a su enfermiza ¿tía, hermana? (no lo tengo claro), Hanako. A través de su abuelo, que fue un samurái muy respetado, conoce el mundo de los yokai y a uno de ellos personalmente, Moppu, un kappa que la ayudará cuando termine en las garras de los Batto, una ambiciosa familia capaz de hacer todo, como oscuros acuerdos con tenebrosos seres, con tal de lograr sus objetivos. De ahí que terminen por solicitar auxilio al legendario Korokke, un oni que, dicen, no se dedica a devorar humanos y sí a salvarlos, aunque la primera impresión dista mucho de ser buena.

Conocí la existencia de Korokke y la chica que dijo no a través de la newsletter de Fundación Japón, desde la cual difundieron la noticia que había obtenido un premio en la decimotercera edición de los Japan International Manga Award. En ese mismo instante supe de la campaña de micromecenazgo que había abierta para financiar su segunda parte, decidiéndome a apoyarla y obtener la recompensa de las dos aventuras del temible yokai.

Lo primero que me sorprendió al tener la obra en las manos fue su gran formato, de unos 22,5 por 30 centímetros y, al abrirlo y hojearlo, ver sus grandes viñetas. Ya metido en la lectura, sorprende que los autores, el veterano Josep Busquet y Jonatan Cantero, eviten los diálogos y los textos explicativos en muchas viñetas, entendiéndose bien lo que pasa, así como el transcurrir del tiempo en muchas de ellas, pero es cierto que en la primera lectura no me quedó todo claro, no siendo hasta la segunda que me he fijado en ciertos detalles y, con ello, entendido mejor lo que nos cuenta. Por tanto, requiere una lectura atenta y algo de esfuerzo por parte del lector, lo cual no es malo, y aún así me siguen quedando algunas cuestiones en el aire, como algunas relaciones y parentescos entre los personajes (como he anotado arriba), el hecho de que el tío desaparezca sin saber a dónde va (además de a beber), o los motivos por los que el padre de Serori, a la postre el encargado de detener a los malhechores del lugar, rinda tanta pleitesía a los Batto sin el más mínimo rechistar (y alguna otra consideración menor).
Pero quitando esas preguntas que me surgen y que algunas se deben, pienso, a que se da por sentado que el lector conoce ciertos temas culturales, Korokke y la chica que dijo no es un tebeo que se disfruta. Y más quien guste de la mitología en general y la japonesa en particular, pues es todo un desfile de seres míticos del imaginario nipón, que además no están metidos en la trama de forma forzada, sino orgánicamente, teniendo algunos meros cameos, otros importancia y otros pueden tener una aparición relativamente fugaz pero impactante, como el Mikoshi Niudo del comienzo, que nos sirve además como presentación del fantástico Japón que habitan los protagonistas.

El dibujo de Cantero luce muy bien gracias al mencionado formato del volumen, un generoso tamaño con el que recrearnos las córneas con un arte con estilo propio y prolijo en detalles cuando así lo requiere, con viñetas que ocupan una página o incluso doble página, imaginativos diseños para una galería de yokais muy numerosa. Acompaña muy bien el color, con un estilo que recuerda a acuarelas, con variedad cromática pero colores suaves.

La edición de Spaceman Project se podría decir que es lujosa, con tapa dura, buen papel, unas 96 páginas de cómic y un par de extras de interés, como una galería de 15 yokais y una primera versión de las páginas iniciales. En las 3 últimas páginas podemos ver los nombres de los que apoyaron la campaña de micromecenazgo. Su precio de salida fue de 25 euros.

En definitiva, que estamos ante un tebeo que se disfruta tanto por la vista, gracias a su vistoso dibujo y edición que hace que luzca, como por una historia que se desvela relativamente sencilla pero que se nota una gran documentación detrás, y unos personajes heterogéneos, algunos de ellos con capas que se van mostrando a medida que pasan las páginas.
 
 
LO MEJOR:
-Buen dibujo, buena historia y buena edición.

LO PEOR:
-Esas cuestiones que me han quedado pendientes.
-Personalmente no entiendo por qué los Batto pasan a querer acabar con Anzu de forma repentina (y evidente).
 
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2 comentarios:

Santiago Bobillo dijo...

Pues tienes razón en que hay alguna que otra cuestión que no queda del toco clara... Pero, como también señalas, es una obra de lo más disfrutable, igual que su precuela.

¡Buena salida de este año y mejor entrada en el que viene!

Neovallense dijo...

Por descontado que se disfruta, tanto visualmente como con la historia.

¡Requetefeliz año! ^^