Durante los días 6, 7 y 8 de mayo, justo el fin de semana siguiente al del
XII Salón Manga de Jerez, se celebró el evento sobre
manga,
anime y cultura japonesa más importante de la Comunidad de Madrid, el
Expomanga.
El día que fui al evento fue el acostumbrado, o sea el sábado, y el que suele ser más multitudinario en todo salón, cosa que comprobé ya desde el comienzo.
A las once y pico de la mañana llegamos a la cola, una cola de esas que uno se queda patidifuso nada más verla, sobre todo porque se perdía en la lejanía (os recomiendo ver el vídeo del final para comprobar cuán larga era), por suerte para nosotros teníamos a un infiltrado en ésta, ya que de otro modo nos hubiera tocado estar mucho tiempo sufriendo las inclemencias del tiempo, pues unas nubes tan oscuras como el sobaco de un grillo descargaban con ímpetu todo el agua que contenían sobre los sufridos
frikis,
otakus y demás fauna exótica que, resignados o la mar de contentos, aguardaban su turno para comprar una entrada. Una vez pagada ésta (cuatro euros en vez de los cinco de la pasada edición), fuimos raudos al recinto, el mismo en el que se celebró el
Expocómic 2010, con la agradable diferencia de que en vez de ocupar el recinto superior la zona en cuestión era la inferior, mucho más espaciosa, y aún así hubo estrecheces, dado el volumen de
stands y asistentes.
El grupo (éramos cinco, si mi malograda memoria me sigue funcionando) no tardó en separarse, dos tiramos (una vez compré los dos tomos de la
Línea Gaijin que me faltaban) para el escenario en busca de unas firmitas de las autoras y los otros tres no sé dónde irían, la verdad, ya que estaban allí y en un momento determinado dejé de verles... fue la magia de las muchedumbres, sin duda. En fin, que el bueno de Dani y yo nada más llegar al escenario nos percatamos que la sesión de firmas se iba a retrasar, aunque por suerte no fue mucho tiempo de espera, al menos no tanto como el retraso de la segunda edición de
Bloggerfesta. En fin, que una vez estuvieron colocados todos los dibujantes los organizadores nos quisieron hacer escalar el escenario, mas finalmente optaron por poner las escaleras que había por allí, bastante inteligente dicha decisión, sobre todo porque aún con ellas alguno estuvo a punto de estrellarse de morros contra el tablado. Allí conseguimos las firmas de quiénes queríamos (las bellas amazonas
mangakas Irene Roga, Noiry y Belén Ortega), además no tuvimos que soportar estar de píe mucho rato.
Conseguidas la dedicatorias y los dibujitos (es mi deseo reseñar las tres obras, así que los pondré en las correspondientes entradas en un futuro que espero no sea muy lejano), nos decidimos a recorrer el salón y de paso buscar a nuestros perdidos compañeros. No encontramos a éstos últimos, pero sí que ojeamos muchos puestos y compré cosas instigado por el mismísimo diablo capitalista de mi camarada Dani, quien con su lengua bífida casi me obligó a comprarme tres figuras pequeñas de
Berserk (en oferta), el
manga Hell's Heaven de Kaoru Okino (quien también me firmó) y un figurón (eso sí, a un gran precio) de Zodd el inmortal en su forma humana, personaje que también es de la obra maestra de Kentaro Miura anteriormente mencionada (y que
MangaLine, como otras tantas series, dejó tirada); a parte de ello adquirí, y en dicho momento sin la maléfica influencia (directa) del pequeño pero matón nombrado compañero, el cuarto número del
fanzine Andergraün. Ciertamente que me hubiese gustado adquirir un par más de figuras pequeñas de
Berserk, pero no quería aumentar los gastos.

Respecto a los puestos que había, pues probablemente había más que en pasadas ediciones y con material más o menos variados y precios igualmente diferentes, por lo que en un lugar te podía salir por cuarenta y cinco euros en otro te costaba diez, por poner un ejemplo de diferencia muy sustancial. Además de tiendas también había puestos de fanzinerosos, tres exposiciones, una dedicada al cosplay y dos a dibujantes (Arantza Sestayo, y Van Durán y Kaoru Okino); el stand más grande del evento estuvo reservado para los chicos de Ankama, donde se podía comprar cosillas y probar el juego Dofus y otro de Wakfu (cuya serie, por cierto, emite Boing y lo poco que he visto me ha encantado); por supuesto no faltaban las zonas de videojuegos, que no visité, en una había Xbox 360 y en la otra se podía probar la fantástica Nintendo 3DS.
En fin, después de dar vueltas llegó la hora de tirar para la zona multimedia, donde me volvería a reunir con mi camarada y una amiga suya. Nuestra intención no era otra que asistir a la Bloggerfesta, un encuentro de blogueros (o bloggers) donde éstos presentaban sus blogs (algunos conocidos y otros no tanto); pero antes de ello fuimos testigos de la mesa redonda sobre el mundo del cosplay, que como empezó tarde hizo que el encuentro posterior también comenzara con un notable retraso. La Bloggerfesta me pareció una iniciativa interesante, un punto de encuentro entre blogueros y lectores que tiene potencial, pero al que aún le queda mucho que pulir. Quizá estaría bien presentarme para la próxima edición...

Después de la charla salimos a comernos un bocata, ya eran las cinco pasadas y nuestros estómagos rugían con ansias. Mientras zampábamos disfrutamos con el espectáculo de un juego bastante curioso similar al quidditch de Harry Potter, aunque sin gente volando en escobas. Tras el almuerzo-merienda nos separamos, por lo que procedí a dar una vuelta e intentar hallar al resto del personal, con los que me topé en una de las exposiciones y con los que permanecería hasta que cerrara el evento.
Así pues, concluyendo, el Expomanga 2011 ha sido un paso adelante respecto a ediciones precedentes, sin embargo también tiene sus peros, como el hecho de tan sólo tener un baño, las colas para el de las féminas eran kilométricas, y muchas de éstas se nos colaban en el baño masculino; luego está el hecho de que los horarios no se cumplían mucho, y aunque había actividades hacen falta más y también es necesario más espacio, ya que había mucho calor humano y las aglomeraciones en los pasillos entre stand y stand eran una constante.
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Lo que me compré. |
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Zodd el Inmortal y su risueño rostro. |
He aquí el vídeo de la cola que había para comprar entradas: