08 julio 2018

Mayhem

Tras las tortas y el gore de la sesión estrella del viernes, tocaba otra sesión de cine sangriento pero con toque festivo (y la mandanga propia de la Muestra), el ideal, por otra parte, para no caer en las redes de Morfeo.

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Derek Cho (no se sabe si el nombre está puesto adrede -como Todd Acosta-, pero lo parece) empezó a trabajar en un gran bufete de abogados con la ilusión de subir peldaños y cambiar el mundo, pero la realidad lo aplastó y el mundo del derecho lo cambió a él, aunque gracias a un virus que hace que  los instintos más bajos se desaten consiguió un gran triunfo y, con ello, un ascenso. Pero en estos momentos una de sus superiores le ha tendido una embosca de la que no puede salir. Cuando un brote del virus aparezca en el edificio y se declare la cuarentena, aprovechará para hacer justicia.

Lo mejor de Mayhem (ídem, 2017) es que, desde el principio, con la voz en off del protagonista explicando cómo llegó hasta donde está y su situación actual, se deja claro que no es una película que se tome en serio a sí misma y eso, cuando se trata de una sesión que comienza más allá de la una de la madrugada, ya se agradece.

Dirigida por Joe Lynch (Los juegos del desmadre) y escrita por Matias Caruso (en el que es su primer libreto para un largo), la cinta es un festín de sangre, violencia y humor (incluyendo no poca ironía) desde su inicio hasta su desenlace, y es que no hay nada como la excusa de un virus que desata las pasiones humanas (curiosamente el sábado veríamos otro film de temática similar, aunque opuesta en sus pretensiones) como excusa para pasar un buen rato, además de, ya de paso, criticar al mundo de la abogacía y del derecho en general, más preocupados en engordar carteras que defender lo justo y a los débiles (cuyas cuentas corrientes, obviamente, están vacías).

Steven Yeun (Okja) y Samara Weaving (Tres anuncios en las afueras), por cierto, interpretan a los dos personajes principales, en inicio con intereses enfrentados, pero que pronto ven que les une un objetivo común, así que se pondrán hombro con hombro para subir hasta la planta más alta y dejar las cosas claras a los gerifaltes.

A pesar del sueño y el cansancio Mayhem, con un poco de esfuerzo en ciertos tramos eso sí, me mantuvo despierto, así que eso es un punto a su favor. Es una película con mucha hemoglobina, gente loca, humor negro, unos jefazos cabrones y unos subalternos que tampoco son unos santos.


LO MEJOR:
-Su tono festivo y un ritmo bastante acelerado.

LO PEOR:
-Podría haber sido más incisiva.

¿Quién debería verla?
Quien guste del cine donde prime la violencia y el cachondeo.

¿Y quién no?
Si con la sola visión de la sangre te dan mareos.

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