13 enero 2019

Spider-Man: Homecoming

Tras los hechos de Civil War, Peter Parker espera con ansías que Tony Stark le haga una llamada para una nueva misión con Los Vengadores; mas el teléfono no suena y se tiene que conformar con ayudar a ancianas perdidas y evitar robos de poca monta. El día que descubre unos tipos vendiendo armas con tecnología alienígena, ve el sol tras las nubes ante la posibilidad de ganar el respeto de Stark y, con ello, un puesto entre sus ídolos superheróicos.

A pesar de que las dos entregas de The Amazing Spider-Man tuvieron una taquilla nada desdeñable, se ve que la gente de Sony Pictures no tenían muy claro por dónde tirar con el trepamuros de Marc Webb, así que, supongo, prefirieron aprovechar la ocasión y llegar a un acuerdo con Marvel Studios, que sin duda estaban deseando recuperar (aunque fuera temporalmente) los derechos del personaje sabedores del tirón del mismo. Así que lo hicieron debutar en Capitán América: Civil War, con una breve pero divertida aparición y prosigue sus andanzas en el MCU con Spider-Man: Homecoming (ídem, 2017) el reinicio del reinicio cinematográfico del personaje arácnido.

Tom Holland me dejó contento con su participación en la mencionada última película del Capi, no obstante tampoco sentía grandes expectativas por la cinta dirigida por Jon Watts (The Onion News Network, Coche policial) y escrita por el mismo realizador y diez manos más, quizá por la tibia acogida que observé en Twitter, o puede porque simplemente las pocas imágenes que vi no me sorprendieron. No obstante, como me gusta el personaje y no me pierdo (hasta le fecha) ninguna película de superhéroes, era una parada obligatoria en el cine.
Y, si bien no me generó el entusiasmo que me produjo en Spider-Man 2, no es menos cierto que me lo pasé mejor de lo esperado viéndola. Y es que estamos ante una película sin complejos, un film de un chico de instituto (interpretado por un veinteañero, eso sí) y, por tanto, notablemente ligero (con menos carga dramática y más luminosa que las películas de Webb) donde prima el humor y las aventuras del superhéroe adolescente por excelencia; como su enamoramiento por la bella y angelical Liz, que será un punto importante y no por casualidad, y su dicotomía entre llevar una vida normal de estudiante, pasando tiempo con amigos y, por tanto, haciendo lo normal en estos casos, y su otra vida, la de la “beca Stark”, ser El Hombre Araña y salvar y ayudar a los inocentes, pero no quedándose contento con ello, deseando ser un Vengador y dejar todo lo demás a un lado. Pero antes de llegar a ese punto tendrá que aprender mucho y, para ello, inevitablemente, cometer errores, que quizá le hagan madurar y ver su situación actual con otros ojos.

Tom Holland (En el corazón del mar), por cierto, clava a Peter Parker y a su alter ego, es un pringado en el instituto y un héroe chistoso (y todavía en prácticas) fuera de las aulas, todo un acierto de casting que esperemos nos sorprenda todavía más en sus siguientes apariciones. Michael Keaton (Birdman) es la otra gran baza del filme, con un personaje que me encantaba de la serie animada de los noventa, aunque aquí el Buitre es menos cómico y mucho más serio, siniestro en ocasiones; mientras que Marisa Tomei (El inocente) sigue como la madura y atractiva tía May de Parker, con muy buenos puntos cómicos además; y Robert Downey Jr. (Tropic Thunder) es, de nuevo, Tony Stark, el mentor de Peter y quien le proporciona material para trepar muros de forma más cómoda y segura. Le acompañan Jacob Batalon (North Woods), el mejor amigo de Peter Parker y el chico de la silla; Jon Favreau (Iron Man), como el jefe de seguridad de Stark; mientras que Laura Harrier (Los últimos cinco años) es Liz, el interés romántico de Parker; el de Tony Revolori (El gran hotel Budapest) es el típico personaje que está ahí para dar por saco al protagonista y que caiga mal al espectador; y Zendaya (K.C. Agente Especial) da vida al futuro interés romántico de Peter Parker, un fichaje del que se ha hablado mucho por las redes pero que en esta primera entrega no es especialmente relevante.

Con Spider-Man: Homecoming el trepamuros vuelve a la carga con ganas de ofrecer, ante todo, diversión sin complicaciones, y ese es el gran punto a favor de este nuevo inicio (además de no mostrar otra vez cómo adquiere los poderes). Solo queda esperar que sigan esta línea y que sepan mantener el espíritu de las viñetas. Por ahora la cosa promete.


LO MEJOR:
-Diversión sin complicaciones ni complejos.
-Michael Keaton, Marisa Tomei y Tom Holland.
-Buena banda sonora de Michael Giacchino.
-Muy divertida la escena postcréditos final.

LO PEOR:
-Más de un momento donde se hace complicado ver lo que pasa.

¿Quién debería verla?
Seguidores del trepamuros y del cine de superhéroes en general.

Una curiosidad:
Parece que hace unos años le preguntaron a Holland que cuál era su papel soñado, a lo que respondió participar en el reinicio del reinicio de Spiderman.

2 comentarios:

Santiago Bobillo dijo...

Coincido contigo en prácticamente todo, subrayando el buen trabajo de Michael Keaton en particular como villano.

Neovallense dijo...

Michael Keaton es un estupendo actor, una estupenda elección como villano, que probablemente dé más juego en próximas entregas. Lo comprobaremos.

Saludos y muchísimas gracias por comentar, Santiago ^^