Tanjiro y sus compañeros suben a Infinito, un tren donde se están produciendo muchas bajas de civiles y cazademonios, para unirse a Kyojuro Rengoku, un extrovertido pilar de los cazademonios, para averiguar quién, o quiénes, es el culpable y acabar con él. Todo parece ir viento en popa, pero las cosas no son siempre lo que parecen.
Que a pesar de la pandemia Guardianes de la noche: Tren Infinito (Kimetsu no Yaiba: Mugen Ressha-Hen, 2020) arrasara en Japón el pasado año, desbancando a El viaje de Chihiro como la película más taquillera del país, tiene mérito. Supongo que tal éxito se debe a una combinación de la gran popularidad del manga de Koyoharu Gotouge, una buena campaña publicitaria, cierta ausencia de grandes competidoras y el hecho de que sea una continuación directa del serial televisivo, o sea, que no sea una historia original sino que adapta un arco argumental del cómic. Pero eso son solo suposiciones, ya que lo que importa es que la película dirigida por Haruo Sotozaki (director también de la serie), y escrita por la misma Koyoharu Gotouge, haya llegado a un buen número de salas y encima haya conseguido el primer puesto de la taquilla española en su primer fin de semana.
El manga original despierta pasiones, y eso se nota también en la sala de cine, ya que no es raro, como me pasó a mí, que te toque cerca un (o varios) espectador que comente, con evidente emoción, constantemente todo lo que pasa. A mí me encanta que la gente viva la historia, tanto como a mí me gusta que me pase, pero que lo hagan para adentro mejor, así que me vi obligado a recordarle que no estaba en el salón de su casa. Y esto viene a cuento porque en esta ocasión no compartí su emoción, pero viví una distinta, la del neófito, el descubridor de los personajes y el mundo de los cazadores de demonios.
Quizá lo primero que llama la atención de Guardianes de la noche: Tren Infinito es su estética, los trazos gruesos de los personajes y los vivos colores en sus atuendos y en los ataques, que recuerdan un tanto a ciertos ukiyo-e (al menos a mí me retrotraen a ellos, como me sucedió con algunas viñetas en el recopilatorio de historias cortas de Gotouge), una estética llamativa y atractiva, que encandila la vista, acompañada con una buena animación, aunque, no sé si como recurso efectista o ahorrador, también utilice imágenes estáticas de vez en cuando (como usan habitualmente las series de animación japonesa).
Tras su cuidada estética y los atractivos diseños de personajes, con lo que uno se termina quedando es con el carácter de éstos y, por supuesto, con la historia. El protagonista es un cacho pan que se preocupa por no morirse para que no se convierta en asesino el hombre que le acaba de apuñalar, sus compañeros son dos locos la mar de majos y Rengoku un tipo de mirada fija que no quiere perder la pasión y las ganas de vivir, lo que viene siendo un personaje muy motivador.
El grueso de la historia trascurre en un solo escenario, el tren del título, pero aún así resulta variada y de interesante desarrollo, ya que a través del poder del demonio conocemos más sobre los protagonistas y sus pasados (de algunos más que de otros) o sus motivaciones (lo que viene bien para los novatos); ayuda mucho que, sobre todo a partir de cierto punto, la acción no cese y los diferentes enfrentamientos con el némesis estén ejecutados con gran ritmo y espectacularidad.
No sé por qué Guardianes de la noche: Tren Infinito genera tantas pasiones y está cosechando tanto éxito, al fin y al cabo es un shonen de manual (con sus toques distintivos) y mejores películas han pasado sin pena ni gloria por muchas carteleras, pero sí sé que es un digno espectáculo, con una dirección artística muy cuidada, vibrantes combates y emotivos momentos. Un buen anime para disfrutar en pantalla grande.
Que a pesar de la pandemia Guardianes de la noche: Tren Infinito (Kimetsu no Yaiba: Mugen Ressha-Hen, 2020) arrasara en Japón el pasado año, desbancando a El viaje de Chihiro como la película más taquillera del país, tiene mérito. Supongo que tal éxito se debe a una combinación de la gran popularidad del manga de Koyoharu Gotouge, una buena campaña publicitaria, cierta ausencia de grandes competidoras y el hecho de que sea una continuación directa del serial televisivo, o sea, que no sea una historia original sino que adapta un arco argumental del cómic. Pero eso son solo suposiciones, ya que lo que importa es que la película dirigida por Haruo Sotozaki (director también de la serie), y escrita por la misma Koyoharu Gotouge, haya llegado a un buen número de salas y encima haya conseguido el primer puesto de la taquilla española en su primer fin de semana.
El manga original despierta pasiones, y eso se nota también en la sala de cine, ya que no es raro, como me pasó a mí, que te toque cerca un (o varios) espectador que comente, con evidente emoción, constantemente todo lo que pasa. A mí me encanta que la gente viva la historia, tanto como a mí me gusta que me pase, pero que lo hagan para adentro mejor, así que me vi obligado a recordarle que no estaba en el salón de su casa. Y esto viene a cuento porque en esta ocasión no compartí su emoción, pero viví una distinta, la del neófito, el descubridor de los personajes y el mundo de los cazadores de demonios.
Quizá lo primero que llama la atención de Guardianes de la noche: Tren Infinito es su estética, los trazos gruesos de los personajes y los vivos colores en sus atuendos y en los ataques, que recuerdan un tanto a ciertos ukiyo-e (al menos a mí me retrotraen a ellos, como me sucedió con algunas viñetas en el recopilatorio de historias cortas de Gotouge), una estética llamativa y atractiva, que encandila la vista, acompañada con una buena animación, aunque, no sé si como recurso efectista o ahorrador, también utilice imágenes estáticas de vez en cuando (como usan habitualmente las series de animación japonesa).
Tras su cuidada estética y los atractivos diseños de personajes, con lo que uno se termina quedando es con el carácter de éstos y, por supuesto, con la historia. El protagonista es un cacho pan que se preocupa por no morirse para que no se convierta en asesino el hombre que le acaba de apuñalar, sus compañeros son dos locos la mar de majos y Rengoku un tipo de mirada fija que no quiere perder la pasión y las ganas de vivir, lo que viene siendo un personaje muy motivador.
El grueso de la historia trascurre en un solo escenario, el tren del título, pero aún así resulta variada y de interesante desarrollo, ya que a través del poder del demonio conocemos más sobre los protagonistas y sus pasados (de algunos más que de otros) o sus motivaciones (lo que viene bien para los novatos); ayuda mucho que, sobre todo a partir de cierto punto, la acción no cese y los diferentes enfrentamientos con el némesis estén ejecutados con gran ritmo y espectacularidad.
No sé por qué Guardianes de la noche: Tren Infinito genera tantas pasiones y está cosechando tanto éxito, al fin y al cabo es un shonen de manual (con sus toques distintivos) y mejores películas han pasado sin pena ni gloria por muchas carteleras, pero sí sé que es un digno espectáculo, con una dirección artística muy cuidada, vibrantes combates y emotivos momentos. Un buen anime para disfrutar en pantalla grande.
LO MEJOR:
-Su vistosa estética y efectiva animación, fruto del trabajo de ufotable, un estudio de animación que probablemente dé mucho que hablar en el futuro.
-Que es muy entretenida y divertida; sus personajes, algunos notablemente excéntricos.
-El malo también me ha parecido atractivo.
-Este espectacular mes de abril, con tres estrenos anime en cines.
-Ver tres películas de animación japonesa en la programación de un cine, un hecho inédito hasta la fecha (y con suerte serán cuatro a partir de este viernes).
LO PEOR:
-Los comentaristas en la sala.
-Quizá alargan los lloros finales un poco de más.
¿Quién debería verla?
Amantes de la animación y las aventuras fantásticas.
¿Y quién no?
Sin duda es una película que disfrutarán más los que conozcan, aunque sea superficialmente, la historia original.
Otras opiniones:
BlogVisual
El Palomitrón
Otros largometrajes anime estrenados en cines en España:
Shin chan en Australia, tras las esmeraldas verdes
Mirai, mi hermana pequeña
Maquia. Una historia de amor inmortal
En este rincón del mundo
A Silent Voice
La princesa Mononoke
-Su vistosa estética y efectiva animación, fruto del trabajo de ufotable, un estudio de animación que probablemente dé mucho que hablar en el futuro.
-Que es muy entretenida y divertida; sus personajes, algunos notablemente excéntricos.
-El malo también me ha parecido atractivo.
-Este espectacular mes de abril, con tres estrenos anime en cines.
-Ver tres películas de animación japonesa en la programación de un cine, un hecho inédito hasta la fecha (y con suerte serán cuatro a partir de este viernes).
LO PEOR:
-Los comentaristas en la sala.
-Quizá alargan los lloros finales un poco de más.
¿Quién debería verla?
Amantes de la animación y las aventuras fantásticas.
¿Y quién no?
Sin duda es una película que disfrutarán más los que conozcan, aunque sea superficialmente, la historia original.
Otras opiniones:
BlogVisual
El Palomitrón
Otros largometrajes anime estrenados en cines en España:
Shin chan en Australia, tras las esmeraldas verdes
Mirai, mi hermana pequeña
Maquia. Una historia de amor inmortal
En este rincón del mundo
A Silent Voice
La princesa Mononoke
2 comentarios:
Yo la vi en Amazon tras haber disfrutado de la serie en la misma plataforma y concuerdo contigo, muy divertida y entretenida. La serie, por supuesto, también muy recomendable.
Lo mejor es que se puede disfrutar sin haber visto la serie... o al menos yo la disfruté, aunque, obviamente, algo se pierde al no conocer bien a todos los personajes ni sus motivaciones.
Publicar un comentario