La vida de Evelyn es un caos insatisfactorio, regenta una lavandería que está casi en quiebra, tiene de visita a su rígido padre y un cacao mental con todos los papeles que tiene que preparar, además de la celebración del año nuevo chino. Y por si esto fuera poco se le presenta alguien que dice ser de otro universo y que ella es la clave para salvar el multiverso.
Daniels, pseudónimo de Dan Kwan y Daniel Scheinert, me alucinaron con una comedia tan escatológica como original y divertida, Swiss Army Man, por lo que nada más enterarme de la existencia de Todo a la vez en todas partes (Everything Everywhere All at Once, 2022) y leer que era un film que también se salía de la norma, reservé un par de neuronas para no olvidar que tenía que ir a verlo.
Y sí, se sale de la norma. De hecho sorprende que hayan dado luz verde a una propuesta como esta, y más teniendo en cuenta que su presupuesto es relativamente alto para ser un film independiente. Y sorprende porque no son muy habituales los riesgos, aunque también es cierto que en esta producción están involucrados la gente de A24, quienes se han metido en fregados originales o arriesgados como la última película de Jordan Peele, la última de Alex Garland, cintas de terror como Midsommar o el oscarizado drama Moonlight.
Como ya hicieran en su anterior trabajo, tras una historia aparentemente surrealista los cineastas nos cuentan cosas más trascendentales, pero aquí la escala es más ambiciosa, y la mezcla de géneros más diversa (desde el cine chino clásico de artes marciales, pasando por Matrix o Wong Kar-wai).
Creo que cualquiera que ya tenga cierta edad se puede sentir identificado con el personaje de Michelle Yeoh (Guardianes de la galaxia Vol. 2), una mujer que siempre está viviendo en la urgencia, que no escucha o apenas lo hace por el lío de asuntos pendientes que siempre tiene por hacer. Una metáfora muy clara sobre ese embrollo es esa mesa repleta de tiques y todo tipo de papeles, su cabeza, como la de muchos de nosotros en algún (o muchos) momento(s) está en tantos sitios que es incapaz de estar en ninguna parte, y eso dejará de ser metafórico para ser algo físico, que obligará a la protagonista a reorganizarse y replantearse sus prioridades, a la par que fijarse más en las personas que tiene cerca, algunas de ellas no suficientemente valoradas quizás.
Así que, con un envoltorio de cine de acción y comedia, se nos plantea un drama de corte existencial sobre nuestra locura vital diaria. Un enredo notable, que los cineastas nos explican convenientemente y cuya lógica nos van mostrando dosificadamente, pero aun así es posible que haya quien se pueda perder en su universo particular.
Junto a Yeoh tenemos en el reparto a caras conocidas por todos como Jamie Lee Curtis (La noche de Halloween), quien tiene más de una estelar aparición, y el veterano James Hong, actor que ha aparecido como secundario malvado en incontables películas, como en el film de culto Golpe en la pequeña China. Y rostros que lo que es a mí me suenan poco como son los de Ke Huy Quan (o Jonathan Ke Quan), que es ni más ni menos que el mismo que interpretó a Tapón en Indiana Jones y el templo maldito, o uno de los miembros de la pandilla de Los Goonies, el sonriente marido de la atribulada protagonista, y, entre otros, Stephanie Hsu (Cómo deshacerte de tu jefe), quien da vida a la hija que está pasando por una etapa de desasosiego.
Todo a la vez en todas partes no es una película para todos los gustos. Tiene acción, pero algunas de las peleas son tan particulares que puede solo gustar a los amantes del humor más delirante, plantea cuestiones elevadas pero en la mayoría de las ocasiones de manera tan suigéneris que no convencerá a quienes busquen un drama... Es una película en la que es fácil no entrar y, por tanto, a la que es fácil odiar en estos tiempos sin escala de grises.
Daniels, pseudónimo de Dan Kwan y Daniel Scheinert, me alucinaron con una comedia tan escatológica como original y divertida, Swiss Army Man, por lo que nada más enterarme de la existencia de Todo a la vez en todas partes (Everything Everywhere All at Once, 2022) y leer que era un film que también se salía de la norma, reservé un par de neuronas para no olvidar que tenía que ir a verlo.
Y sí, se sale de la norma. De hecho sorprende que hayan dado luz verde a una propuesta como esta, y más teniendo en cuenta que su presupuesto es relativamente alto para ser un film independiente. Y sorprende porque no son muy habituales los riesgos, aunque también es cierto que en esta producción están involucrados la gente de A24, quienes se han metido en fregados originales o arriesgados como la última película de Jordan Peele, la última de Alex Garland, cintas de terror como Midsommar o el oscarizado drama Moonlight.
Como ya hicieran en su anterior trabajo, tras una historia aparentemente surrealista los cineastas nos cuentan cosas más trascendentales, pero aquí la escala es más ambiciosa, y la mezcla de géneros más diversa (desde el cine chino clásico de artes marciales, pasando por Matrix o Wong Kar-wai).
Creo que cualquiera que ya tenga cierta edad se puede sentir identificado con el personaje de Michelle Yeoh (Guardianes de la galaxia Vol. 2), una mujer que siempre está viviendo en la urgencia, que no escucha o apenas lo hace por el lío de asuntos pendientes que siempre tiene por hacer. Una metáfora muy clara sobre ese embrollo es esa mesa repleta de tiques y todo tipo de papeles, su cabeza, como la de muchos de nosotros en algún (o muchos) momento(s) está en tantos sitios que es incapaz de estar en ninguna parte, y eso dejará de ser metafórico para ser algo físico, que obligará a la protagonista a reorganizarse y replantearse sus prioridades, a la par que fijarse más en las personas que tiene cerca, algunas de ellas no suficientemente valoradas quizás.
Así que, con un envoltorio de cine de acción y comedia, se nos plantea un drama de corte existencial sobre nuestra locura vital diaria. Un enredo notable, que los cineastas nos explican convenientemente y cuya lógica nos van mostrando dosificadamente, pero aun así es posible que haya quien se pueda perder en su universo particular.
Junto a Yeoh tenemos en el reparto a caras conocidas por todos como Jamie Lee Curtis (La noche de Halloween), quien tiene más de una estelar aparición, y el veterano James Hong, actor que ha aparecido como secundario malvado en incontables películas, como en el film de culto Golpe en la pequeña China. Y rostros que lo que es a mí me suenan poco como son los de Ke Huy Quan (o Jonathan Ke Quan), que es ni más ni menos que el mismo que interpretó a Tapón en Indiana Jones y el templo maldito, o uno de los miembros de la pandilla de Los Goonies, el sonriente marido de la atribulada protagonista, y, entre otros, Stephanie Hsu (Cómo deshacerte de tu jefe), quien da vida a la hija que está pasando por una etapa de desasosiego.
Todo a la vez en todas partes no es una película para todos los gustos. Tiene acción, pero algunas de las peleas son tan particulares que puede solo gustar a los amantes del humor más delirante, plantea cuestiones elevadas pero en la mayoría de las ocasiones de manera tan suigéneris que no convencerá a quienes busquen un drama... Es una película en la que es fácil no entrar y, por tanto, a la que es fácil odiar en estos tiempos sin escala de grises.
LO MEJOR:
-Que se agradece ver en pantalla grande propuestas arriesgadas y orginales.
-El convincente reparto.
-Que a pesar de no ser un cine serio, habla de cosas serias.
-Tiene buenas dosis de acción y algunos buenos gags.
LO PEOR:
-Su sentido del humor es un arma de doble filo.
-Ese mensaje de que los impuestos son un asco... más bien lo es la burocracia.
¿Quién debería verla?
Especialmente a quien le guste el cine un tanto absurdo o propuestas que se salgan de lo habitual.
¿Y quién no?
Quien espere una de kung-fu de corte clásico.
-Que se agradece ver en pantalla grande propuestas arriesgadas y orginales.
-El convincente reparto.
-Que a pesar de no ser un cine serio, habla de cosas serias.
-Tiene buenas dosis de acción y algunos buenos gags.
LO PEOR:
-Su sentido del humor es un arma de doble filo.
-Ese mensaje de que los impuestos son un asco... más bien lo es la burocracia.
¿Quién debería verla?
Especialmente a quien le guste el cine un tanto absurdo o propuestas que se salgan de lo habitual.
¿Y quién no?
Quien espere una de kung-fu de corte clásico.
Más películas de artes marciales (más o menos serias):
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