Grindelwald escapa de su reclusión y empieza a reunir adeptos, mientras que a Newt Scamander le han prohibido salir de Inglaterra por los destrozos que supuestamente causó en Nueva York. No obstante, Dumbledore le animará a ir a París, donde se encuentra Credence en su búsqueda de identidad, y el cual parece ser el objetivo de todo el mundo.
Animales fantásticos y dónde encontrarlos me pareció una película con muy buenos momentos, pero que se alargaba un poco de más, resultaba repetitiva en algunos puntos y con notas infantiloides que desentonaban mucho, por lo que me dejó cierto gusto agridulce, pero con curiosidad por ver la continuación. Y de nuevo con guion de la mismísima J.K. Rowling, David Yates dirigió esta secuela que, por suerte, corrige errores de la primera y sorprende con una historia muy entretenida y bien llevada en general.
Como era imaginable tras el final de Animales fantásticos y dónde encontrarlos, Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald (Fantastic Beasts: The Crimes of Grindelwald, 2018) es más oscura y, también, enrevesada. La oscuridad se ve desde un inicio, con un magnífico (aunque un pelín confuso) prólogo donde Grindelwald escapa durante su traslado, de ahí el foco va a parar el protagonista y su difícil situación, además de darnos apuntes de la coyuntura política del mundo mágico, con los aurores imponiendo la ley. Precisamente Rowling, como ya hizo en la anterior cinta, teje paralelismos entre la sociedad ficticia del momento (periodo de entreguerras, para más inri) y el momento actual, donde el fascismo (Grindelwald) gana adeptos con un discurso atractivo para unas masas que parecen estar ciegas o que no entienden lo que verdaderamente significa las palabras que escuchan con tanta devoción.
Personalmente ese es uno de los puntos que más me está gustando de esta incipiente saga, y que puede dar mucho de sí si la autora y el realizador saben llevarlo a buen puerto, incluso si son otros los elementos que priman al final (al fin y al cabo es una historia de fantasía dirigida a un público amplio, pero estaría bien que fueran valientes).
Aunque toda la película me resultó muy entretenida y me mantuvo atento, también es cierto que uno de sus defectos es que no es difícil perderse en ciertas secuencias (paradigmática es la de del panteón) con toda la retahíla de nombres y personajes que aparecen, sin duda aquí son los fieles del mundo creado por J.K. Rowling los que se confundirán menos (e incluso puede que lo gocen), pero el resto es inevitable que se pregunte de cuando en cuando quién es tal o cual personaje, o qué demonios pinta ese tipo ahí.
Otro de los puntos negativos, que desorientan, es la brusquedad del montaje en ciertas escenas. Por suerte es algo puntual, pero aún así descoloca que los personajes estén, por ejemplo, en una alcantarilla para, por corte, aparezcan en mitad de la carretera sin ninguna referencia visual mediante, dando la sensación de que faltan planos.
En cuenta al reparto, entre las nuevas incorporaciones se encuentran Poppy Corby-Tuech (La juventud), que interpreta a una fiel seguidora de Grindelwald; Callum Turner (Green Room), como el hermanísimo de Newt; David Sakurai (Dark Samurai), William Nadylam (El caso SK1), Claudia Kim (La Torre Oscura) y, por supuesto, Jude Law (Anna Karenina) como Albus Dumbledore. Manteniéndose los rostros más importantes de la primera parte, claro, Eddie Redmayne, Katherine Waterston, Ezra Miller, Alison Sudol, Dan Floger y Johnny Depp.
Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald tiene todos los ingredientes que se espera de un film de su categoría, mucha aventura, humor, un malvado carismático, buenos efectos visuales y hasta tenebrosos momentos. Me sorprendió gratamente.
LO MEJOR:
-Una historia oscura que traza paralelismos con la realidad.
-Que es muy entretenida.
-La secuencia inicial y la final.
-Las criaturas y el apartado técnico y artístico en general.
LO PEOR:
-En ocasiones con tantos nombre y personajes te acabas perdiendo.
-Algunos instantes confusos debido al montaje
¿Quién debería verla?
Casi que no hace falta decirlo.
¿Y quién no?
Quien no acabara de todo contento con la primera, ésta podría convencerle más.
Animales fantásticos y dónde encontrarlos me pareció una película con muy buenos momentos, pero que se alargaba un poco de más, resultaba repetitiva en algunos puntos y con notas infantiloides que desentonaban mucho, por lo que me dejó cierto gusto agridulce, pero con curiosidad por ver la continuación. Y de nuevo con guion de la mismísima J.K. Rowling, David Yates dirigió esta secuela que, por suerte, corrige errores de la primera y sorprende con una historia muy entretenida y bien llevada en general.
Como era imaginable tras el final de Animales fantásticos y dónde encontrarlos, Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald (Fantastic Beasts: The Crimes of Grindelwald, 2018) es más oscura y, también, enrevesada. La oscuridad se ve desde un inicio, con un magnífico (aunque un pelín confuso) prólogo donde Grindelwald escapa durante su traslado, de ahí el foco va a parar el protagonista y su difícil situación, además de darnos apuntes de la coyuntura política del mundo mágico, con los aurores imponiendo la ley. Precisamente Rowling, como ya hizo en la anterior cinta, teje paralelismos entre la sociedad ficticia del momento (periodo de entreguerras, para más inri) y el momento actual, donde el fascismo (Grindelwald) gana adeptos con un discurso atractivo para unas masas que parecen estar ciegas o que no entienden lo que verdaderamente significa las palabras que escuchan con tanta devoción.
Personalmente ese es uno de los puntos que más me está gustando de esta incipiente saga, y que puede dar mucho de sí si la autora y el realizador saben llevarlo a buen puerto, incluso si son otros los elementos que priman al final (al fin y al cabo es una historia de fantasía dirigida a un público amplio, pero estaría bien que fueran valientes).
Aunque toda la película me resultó muy entretenida y me mantuvo atento, también es cierto que uno de sus defectos es que no es difícil perderse en ciertas secuencias (paradigmática es la de del panteón) con toda la retahíla de nombres y personajes que aparecen, sin duda aquí son los fieles del mundo creado por J.K. Rowling los que se confundirán menos (e incluso puede que lo gocen), pero el resto es inevitable que se pregunte de cuando en cuando quién es tal o cual personaje, o qué demonios pinta ese tipo ahí.
Otro de los puntos negativos, que desorientan, es la brusquedad del montaje en ciertas escenas. Por suerte es algo puntual, pero aún así descoloca que los personajes estén, por ejemplo, en una alcantarilla para, por corte, aparezcan en mitad de la carretera sin ninguna referencia visual mediante, dando la sensación de que faltan planos.
En cuenta al reparto, entre las nuevas incorporaciones se encuentran Poppy Corby-Tuech (La juventud), que interpreta a una fiel seguidora de Grindelwald; Callum Turner (Green Room), como el hermanísimo de Newt; David Sakurai (Dark Samurai), William Nadylam (El caso SK1), Claudia Kim (La Torre Oscura) y, por supuesto, Jude Law (Anna Karenina) como Albus Dumbledore. Manteniéndose los rostros más importantes de la primera parte, claro, Eddie Redmayne, Katherine Waterston, Ezra Miller, Alison Sudol, Dan Floger y Johnny Depp.
Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald tiene todos los ingredientes que se espera de un film de su categoría, mucha aventura, humor, un malvado carismático, buenos efectos visuales y hasta tenebrosos momentos. Me sorprendió gratamente.
LO MEJOR:
-Una historia oscura que traza paralelismos con la realidad.
-Que es muy entretenida.
-La secuencia inicial y la final.
-Las criaturas y el apartado técnico y artístico en general.
LO PEOR:
-En ocasiones con tantos nombre y personajes te acabas perdiendo.
-Algunos instantes confusos debido al montaje
¿Quién debería verla?
Casi que no hace falta decirlo.
¿Y quién no?
Quien no acabara de todo contento con la primera, ésta podría convencerle más.
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