Después de salvar el mundo Sonic, Tails y Knuckles disfrutan de unos merecidos días de asueto con Tom y Maddie, pero pronto requieren de sus servicios desde GUN, ante la aparición de otro veloz y misterioso erizo: Shadow.
Tercera (y raro sería que fuese la última) aventura cinematográfica del erizo azul de Sega, de nuevo dirigida por Jeff Fowler y repitiendo en la escritura del guion Pat Cassey, Josh Miller y John Whittington, quienes se inspiran mayoritariamente en Sonic Adventure 2, videojuego lanzado inicialmente para Dreamcast, para ofrecernos una historia más seria y oscura que las dos precedentes, pero sin olvidar nunca al público que se dirige (o sea, a las criaturillas gritonas y juguetonas que dominan millones de hogares).
Si en la primera entrega Sonic consiguió un hogar y una familia, en la segunda amigos (y fortaleció las relaciones paternales y maternales), en Sonic 3: La película (Sonic 3: The Hedgehog, 2024) deberá a aprender a tomar sus propias (y buenas) decisiones, a la par de no olvidar a aquellos que se preocupan por él, actuando con la cabeza (cosa que no suele hacer) y con el corazón. Y no lo tendrá fácil, pues se enfrentará a su reverso tenebroso, Shadow (al que le pone voz, en su versión original, Keanu Reeves), enigmático y afligido personaje, y para ello incluso deberá aliarse con su archienemigo, el inefable Doctor Robotnik, para así seguir los pasos del negro erizo y averiguar sus planes.
Lo que más destacaría de esta secuela es su regularidad. La primera fue sin duda la más errática, no por su marcado tono infantiloide, sino por un guion sin chispa y unos diálogos justitos, no le sacaron el jugo ni siquiera a un desatado Jim Carrey. La segunda supuso una evidente evolución, los implicados supieron darle mayor interés a la historia y que conectáramos más con los personajes, pero solo en la segunda mitad de su metraje, pues antes adolecía de males similares a los mencionados. En este Sonic 3 Fowler y compañía parecen que han dado con la tecla adecuada para hallar un tono que conjugue con el guion que, sin ser brillante (creo que, por ejemplo, la introducción de Shadow resulta brusca), sí que mantiene un nivel sólido a pesar de que algunas cosillas, como esas tarjetas y las peleas por las mismas (realmente no se ve por qué deben desconfiar tanto de GUN y cuál es la amenaza de esta organización... quizás viendo la miniserie de Knuckles), no terminen de encajar a la perfección, tiene múltiples aristas, pero son perfectamente perdonables dado el tipo de film que es (y quiere ser, no hay lucha interna por ser lo que no puede ser). Eso sí, a juicio de este humilde bloguero, o ha cambiado mucho mi sentido del humor (o mi capacidad de reír) o tengo razón al creer que en ninguna entrega de la trilogía han sabido exprimir debidamente el potencial cómico de Carrey, cuyo Robotnik (y aquí por partida doble) es del todo excéntrico y goza de todo esa gestualidad del actor canadiense, pero no brilla, no logra en ningún momento hacer reír como podría. En lo que se refiere al humor, destacan las referencias a la cultura popular, mencionando películas e incluso personajes de sagas de videojuegos de la competencia.
En definitiva, Sonic 3: La película es una veloz aventura donde el enérgico erizo de Sega se enfrenta a su mayor desafío, la más oscura y espectacular y, también, la más divertida. Casi dos horas de buen y familiar entretenimiento.
Tercera (y raro sería que fuese la última) aventura cinematográfica del erizo azul de Sega, de nuevo dirigida por Jeff Fowler y repitiendo en la escritura del guion Pat Cassey, Josh Miller y John Whittington, quienes se inspiran mayoritariamente en Sonic Adventure 2, videojuego lanzado inicialmente para Dreamcast, para ofrecernos una historia más seria y oscura que las dos precedentes, pero sin olvidar nunca al público que se dirige (o sea, a las criaturillas gritonas y juguetonas que dominan millones de hogares).
Si en la primera entrega Sonic consiguió un hogar y una familia, en la segunda amigos (y fortaleció las relaciones paternales y maternales), en Sonic 3: La película (Sonic 3: The Hedgehog, 2024) deberá a aprender a tomar sus propias (y buenas) decisiones, a la par de no olvidar a aquellos que se preocupan por él, actuando con la cabeza (cosa que no suele hacer) y con el corazón. Y no lo tendrá fácil, pues se enfrentará a su reverso tenebroso, Shadow (al que le pone voz, en su versión original, Keanu Reeves), enigmático y afligido personaje, y para ello incluso deberá aliarse con su archienemigo, el inefable Doctor Robotnik, para así seguir los pasos del negro erizo y averiguar sus planes.
Lo que más destacaría de esta secuela es su regularidad. La primera fue sin duda la más errática, no por su marcado tono infantiloide, sino por un guion sin chispa y unos diálogos justitos, no le sacaron el jugo ni siquiera a un desatado Jim Carrey. La segunda supuso una evidente evolución, los implicados supieron darle mayor interés a la historia y que conectáramos más con los personajes, pero solo en la segunda mitad de su metraje, pues antes adolecía de males similares a los mencionados. En este Sonic 3 Fowler y compañía parecen que han dado con la tecla adecuada para hallar un tono que conjugue con el guion que, sin ser brillante (creo que, por ejemplo, la introducción de Shadow resulta brusca), sí que mantiene un nivel sólido a pesar de que algunas cosillas, como esas tarjetas y las peleas por las mismas (realmente no se ve por qué deben desconfiar tanto de GUN y cuál es la amenaza de esta organización... quizás viendo la miniserie de Knuckles), no terminen de encajar a la perfección, tiene múltiples aristas, pero son perfectamente perdonables dado el tipo de film que es (y quiere ser, no hay lucha interna por ser lo que no puede ser). Eso sí, a juicio de este humilde bloguero, o ha cambiado mucho mi sentido del humor (o mi capacidad de reír) o tengo razón al creer que en ninguna entrega de la trilogía han sabido exprimir debidamente el potencial cómico de Carrey, cuyo Robotnik (y aquí por partida doble) es del todo excéntrico y goza de todo esa gestualidad del actor canadiense, pero no brilla, no logra en ningún momento hacer reír como podría. En lo que se refiere al humor, destacan las referencias a la cultura popular, mencionando películas e incluso personajes de sagas de videojuegos de la competencia.
En definitiva, Sonic 3: La película es una veloz aventura donde el enérgico erizo de Sega se enfrenta a su mayor desafío, la más oscura y espectacular y, también, la más divertida. Casi dos horas de buen y familiar entretenimiento.
LO MEJOR:
-Que es la mar de entretenida, desde el inicio hasta su fin.
-La historia, sin ser una obra maestra, está bien llevada.
-La banda sonora, de Tom Holkenborg, es muy cañera.
LO PEOR:
-El humor sigue sin brillar mucho, no aprovechan el potencial cómico de Carrey a pesar de que en algún momento se acercan.
¿Quién debería verla?
-Fanáticos de Sonic y segueros en general.
¿Y quién no?
Si odias a la mascota de Sega (¿existe alguien así?).
Otras pelis basadas en videojuegos:
Sonic 2: La película
Final Fantasy VII: Advent Children
-Que es la mar de entretenida, desde el inicio hasta su fin.
-La historia, sin ser una obra maestra, está bien llevada.
-La banda sonora, de Tom Holkenborg, es muy cañera.
LO PEOR:
-El humor sigue sin brillar mucho, no aprovechan el potencial cómico de Carrey a pesar de que en algún momento se acercan.
¿Quién debería verla?
-Fanáticos de Sonic y segueros en general.
¿Y quién no?
Si odias a la mascota de Sega (¿existe alguien así?).
Otras pelis basadas en videojuegos:
Sonic 2: La película
Final Fantasy VII: Advent Children
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