26 julio 2018

Arashiyama, la montaña de los deseos, de Fidel de Tovar y Dani Bermúdez

Shin y Sumie son dos hermanos que van a la cima de Arashiyama para que los dioses allí presentes les concedan el deseo de hacer regresar a sus padres de su viaje por el cielo. Pero por el camino se toparán con Yamanba, una pérfida bruja con asesinas intenciones.

Es comenzar a leer las primeras viñetas de Arashiyama, la montaña de los deseos y se cata ese tono a historia iniciática a la par de cuento clásico, y ese es, para mí, uno de los puntos fuertes de este manga de Fidel de Tovar y Dani Bermúdez, el primero como mangakas profesionales, y que han visto publicado gracias a que salieron victoriosos en el Concurso Manga de Norma Editorial de 2016.

La historia se ambienta en escenarios japoneses (los autores han utilizado varias localizaciones reales de la geografía nipona, aunque los han concentrado en un solo lugar) y, por tanto, utiliza elementos del folclore y la mitología del país del sol naciente, y ello se ve reforzado por el punto de vista del relato, al ser dos niños los protagonistas del mismo. Así que en todo momento tenemos el elemento fantástico, ya sea como aliado (de forma más sutil generalmente) o como amenaza (Yamanba y sus acólitos, para nada sutiles) rondando, en esa búsqueda de los niños para conseguir sus deseos que se convierte en una huida.

Otro de los detalles que me han llamado la atención de la obra, ha sido el marco temporal de la misma o, al menos, de sus escenarios; hecho que hace que uno dude de en qué época situarla. Puesto si bien los niños parecen proceder de nuestra época (se confirma, además de en las primeras viñetas, en un flashback, que es una de las escenas más bonitas del tebeo), en la montaña parece que el tiempo se congeló décadas atrás, tanto en la forma de vestir de los personajes que la habitan (con prendas vastas de campesinos, aunque Yamanba tiene vestiduras lujosas) como en la misma aldea, con casas de madera y techos de paja (y fotografías con marcos de bambú).

El dibujo de Dani Bermúdez es sencillo en la mayoría de los personajes, para los cuales usa líneas finas y redondeadas, no obstante muchos fondos y escenarios resultan realistas, algunos aparentemente tiene una base fotográfica; mientras que Yamanba resulta algo más realista y puede llegar a ser muy tenebrosa (véase su última aparición). Habría que destacar que cambia de estilo en algunas viñetas, acercándolo al ukiyo-e, para contar así, sobre papiro, la oscura historia de la bruja.

Norma Editorial, como es lógico, ha editado este iberomanga de 192 páginas (la última de las cuales está dedicada a anotaciones de los autores y agradecimientos), dos de ellas a color y, como lleva haciendo desde hace algunas ediciones del concurso, con sobrecubierta. Una buena edición a 8 euros.

Arashiyama, la montaña de los deseos es el “típico” cuento de hadas con seres fantásticos, niños perdidos y una bruja que los persigue, pero enmarcado en un entorno más exótico para los occidentales como es Japón, con todo lo que ello conlleva en cuanto a mitología y folclore. Además la historia está bien desarrollada y tiene un buen dibujo, por lo que se hace una amena lectura.


LO MEJOR:
-Buen dibujo, dos protagonistas entrañables y una historia que, sin complicarse ni ser más ambiciosa de lo que debiera (el espacio es limitado), cumple.
-El flashback, el final y el emotivo epílogo.

LO PEOR:
-Nada en particular.

EDITADO [05/05/2019] Dejo la dedicatoria que los autores me hicieron amablemente en la presentación de su segunda obra, Liquid Memories, en la librería Omega Center:

2 comentarios:

Santiago Bobillo dijo...

Tuve la oportunidad de adquirirlo el pasado fin de semana en la Japan Weekend aprovechando que los autores venían a Madrid, y desde luego como compra no defrauda: es entretenida, bonita, directa y bien construida.

Neovallense dijo...

Un tebeo la mar de majo sin duda, habrá que esperar más historias interesantes de los autores.

¡Gracias por comentar!
P.S.: Me fue imposible pasarme por la Japan, así que me quedé sin dedicatoria :(