09 diciembre 2021

Spider-Man: Lejos de casa

Tras el traumático lapso y, después de ayudar a salvar el universo en Vengadores: Endgame, lo que más desea Peter Parker es irse de vacaciones a Europa con sus compañeros de clase y declararse a MJ, pero unos ataques de unas extrañas criaturas y la aparición de un misterioso héroe no se lo van a poner fácil.

Spider-Man: Homecoming ofrecía diversión directa sin complejos y no les fue mal la cosa, así que para Spider-Man: Lejos de casa (Spider-Man: Far from Home, 2019) el director John Watts y las mentes pensantes de Marvel Studios debieron discurrir que esa era la línea a seguir, tanto, que esta entrega es todavía más desacomplejada.

De hecho, aquí la obsesión del protagonista ha pasado de convertirse en un Vengador (al fin y al cabo... ya lo es) a enamorar a MJ (Liz debe ser ya solo un bonito recuerdo) y, ya que está, pasar unos días de asueto por tierras europeas. Pero, obviamente, una aventura del trepamuros sin problemas no tendría mucha gracia, así que a pesar de los esfuerzos de Parker, las desgracias le persiguen y no podrá centrarse en su misión personal, que sería la de cualquier adolescente.

Y es que, antes que una aventura de acción con un porrón de efectos visuales, que lo es, Spider-Man: Lejos de casa, es una comedia romántica juvenil en toda regla. Hasta que no aparece el primer elemental en Venecia, asistimos principalmente a un desfile de las inseguridades y la torpeza de Peter, a los pésimos planes de Ned y a los encuentros e intentos de encuentros, siguiendo todo esto también tras el comienzo de la acción, solo que entre batalla y batalla (donde, curiosamente, Spidey no hace muchos chiste).

Esto hace que tras Endgame, una película que era relativamente seria y dramática, tengamos una continuación del UCM, un epílogo de la fase 3 según palabras de Kevin Feige, bastante ligero y veraniego, lo cual no viene mal, pero es una ligereza no siempre acertada totalmente (el ataque del dron en el bus, por ejemplo), y quizá incluso se pasan un poco con la ingenuidad de Parker (¿de verdad no le mosquea que al ceder algo tan importante el otro lo acepte tan rápido?). Así que, aunque se trata de un viaje del todo entretenido, al menos yo he mirado instantes con cierta incredulidad, porque si bien es genial que no se tomen el asunto tan en serio (al fin y al cabo es una película dirigida a un público de adolescente para abajo), les ha faltado modular un poco para mantener cierto equilibrio.

El elenco principal sigue siendo el mismo. Tom Holland (Lo imposible) haciéndolo bien como Spidey/Peter Parker, Marisa Tomei (Mi primo Vinny) como su atractiva tía May, Jacob Batalon (The True Don Quixote) como el tío de la silla sin silla, Tony Revolori (Larga vida y prosperidad) como el engreído del grupo; Zendaya (El gran showman) sigue siendo MJ, y ahora es, como era de esperar, el interés romántico del prota. Jon Favreau (Tiempo límite) tampoco falta a la cita, solo que aquí su personaje tiene más confianza con cierto personaje cercano a Peter; mientras que el simpático de Nick Furia, encarnado como siempre por Samuel L. Jackson (Glass), anda por ahí no quitándole el ojo a nada y Jake Gyllenhaal (Life (Vida)) pone cuerpo a un nuevo héroe llamado Mysterio, con el que el protagonista entablará una relación paternofilial (el trauma no se lo quita nadie al chico, desde luego).

Spider-Man: Lejos de casa es un divertimento típico de periodo vacacional. Una historia de un chico que quiere declararse a la moza de la que está coladito, por lo que sufrirá y padecerá todo tipo de horrores hasta que, para su fortuna, los dos se besen en un romántico escenario tras una dura batalla... No aburre pero, lo que es a mí, fue la gota que colmó el vaso del cine de superhéroes (especialmente el de Marvel), del que ya, y hasta nuevo aviso, me he cansado.

 
LO MEJOR:
-Una historia ligera, muy entretenida (tontorrona como ella sola) y que no se toma muy en serio a sí misma, aunque tiene sus peros.
-Buen trabajo del elenco.
-Unos efectos visuales majetes.
-Esa (superficial) reflexión sobre la verdad y el uso de las tecnologías.

LO PEOR:
-En el equilibrio está la cuestión, y esta es una película un poquito desequilibrada, creo yo.
 
¿Quién debería verla?
No hace falta ni decirlo.

¿Y quién no?
A la anterior cuestión me remito.

La frase (más o menos):
El problema de la gente es que cree en cualquier cosa.
 
No faltan héroes:

2 comentarios:

Santiago Bobillo dijo...

Película entretenida, justamente, y con buen fichaje de Jake Gyllenhaal para Misterio.

Neovallense dijo...

Gyllenhaal es de lo mejorcito de esta película, lo demás es bastante olvidable (aunque se vea con agrado).