Cuenta la historia de un peculiar chico que está prendado por una alegre joven, y su estrategia para siempre tropezarse con ella.
Fui a ver (tiempo ha) Night is Short, Walk on Girl (Yoru wa Mijikashi Arukeyo Otome, 2017) con la única información del póster, de colores bastantes llamativos y repleto de personajes, así que, al comenzar la proyección, no tardé en darme cuenta de que se trataba de una cinta bastante particular.
Es fácil que el humor absurdo vaya a la deriva y, lo que en inicio pudiera ser una historia divertida y ocurrente, termine siendo cansina y sin gracia alguna. Por suerte ese no es el caso del film de Masaaki Yuasa (Lu Over the Wall, Devilman Crybaby) escrito por Makoto Ueda (basándose en el libro de Tomohiko Morimi), puesto que empieza de forma tranquila, metiéndonos en plena boda y presentándonos a los dos protagonistas, para luego, sobre todo a partir de la reunión de sofistas, desmadrarse la cosa con los absurdos más grandes que se les hubiera podido ocurrir (el baile sofista no tiene desperdicio). Así que estamos ante un tour donde la protagonista se dedica a beber sin parar, mientras que el chico intenta tropezarse casualmente con ella y por el camino sufre todo tipo avatares, estando siempre cerca de alcanzarla, pero pareciendo que el destino no desea que durante esa larga noche se tropiecen.
Una de las características de la historia que me ha llamado la atención es la dilatación del tiempo. Si en la mayoría de las películas el tiempo suele transcurrir muy rápido, aquí una noche se alarga durante casi todo el metraje, hecho que hasta notan los propios personajes, que muestran su extrañeza, e incluso en un momento dado uno cree que ya ha pasado la noche y estamos días después, pero pronto lo desmienten. Esto, creo, es así para reforzar el mensaje último que desea transmitir Yuasa, si a eso le sumamos a una protagonista del todo despreocupada, el mensaje queda alto y claro cuando, al final, el prota masculino se lanza a por ella (casualmente).
Estéticamente también llama mucho la atención desde el principio, con una paleta de colores llamativa y unos personajes cuya piel es casi blanca (o de otro color, según lo que hayan bebido...), además de un diseño de personajes que opta sobre todo por lo naíf, simplificando en ocasiones las líneas hasta lo paródico (de nuevo, el baile sofista).
En definitiva, Night is Short, Walk on Girl es una divertida comedia donde predomina el humor absurdo y unos personajes entre entrañables y excéntricos que viven todo tipo de situaciones, cada cual más loca. Es cierto que tiene algún momento donde decae el interés, pero el final, a pesar de que los acontecimientos precedentes no apuntaban a ello, resulta coherente y tiene un mensaje que nunca está de más recordar.
Fui a ver (tiempo ha) Night is Short, Walk on Girl (Yoru wa Mijikashi Arukeyo Otome, 2017) con la única información del póster, de colores bastantes llamativos y repleto de personajes, así que, al comenzar la proyección, no tardé en darme cuenta de que se trataba de una cinta bastante particular.
Es fácil que el humor absurdo vaya a la deriva y, lo que en inicio pudiera ser una historia divertida y ocurrente, termine siendo cansina y sin gracia alguna. Por suerte ese no es el caso del film de Masaaki Yuasa (Lu Over the Wall, Devilman Crybaby) escrito por Makoto Ueda (basándose en el libro de Tomohiko Morimi), puesto que empieza de forma tranquila, metiéndonos en plena boda y presentándonos a los dos protagonistas, para luego, sobre todo a partir de la reunión de sofistas, desmadrarse la cosa con los absurdos más grandes que se les hubiera podido ocurrir (el baile sofista no tiene desperdicio). Así que estamos ante un tour donde la protagonista se dedica a beber sin parar, mientras que el chico intenta tropezarse casualmente con ella y por el camino sufre todo tipo avatares, estando siempre cerca de alcanzarla, pero pareciendo que el destino no desea que durante esa larga noche se tropiecen.
Una de las características de la historia que me ha llamado la atención es la dilatación del tiempo. Si en la mayoría de las películas el tiempo suele transcurrir muy rápido, aquí una noche se alarga durante casi todo el metraje, hecho que hasta notan los propios personajes, que muestran su extrañeza, e incluso en un momento dado uno cree que ya ha pasado la noche y estamos días después, pero pronto lo desmienten. Esto, creo, es así para reforzar el mensaje último que desea transmitir Yuasa, si a eso le sumamos a una protagonista del todo despreocupada, el mensaje queda alto y claro cuando, al final, el prota masculino se lanza a por ella (casualmente).
Estéticamente también llama mucho la atención desde el principio, con una paleta de colores llamativa y unos personajes cuya piel es casi blanca (o de otro color, según lo que hayan bebido...), además de un diseño de personajes que opta sobre todo por lo naíf, simplificando en ocasiones las líneas hasta lo paródico (de nuevo, el baile sofista).
En definitiva, Night is Short, Walk on Girl es una divertida comedia donde predomina el humor absurdo y unos personajes entre entrañables y excéntricos que viven todo tipo de situaciones, cada cual más loca. Es cierto que tiene algún momento donde decae el interés, pero el final, a pesar de que los acontecimientos precedentes no apuntaban a ello, resulta coherente y tiene un mensaje que nunca está de más recordar.
LO MEJOR:
-Su absurda, pero con sentido, historia.
-Buena animación, con destacable plano estético.
LO PEOR:
-En algún punto hay algún bache narrativo.
¿Quién debería verla?
Amantes del anime y de las historias de humor absurdo.
¿Y quién no?
Quien espere una historia de amor convencional.
-Su absurda, pero con sentido, historia.
-Buena animación, con destacable plano estético.
LO PEOR:
-En algún punto hay algún bache narrativo.
¿Quién debería verla?
Amantes del anime y de las historias de humor absurdo.
¿Y quién no?
Quien espere una historia de amor convencional.
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