Tras la confrontación que tuvieron en Hong Kong contra Mechagodzilla, Godzilla y Kong hacen cada uno su vida, la primera en la superficie, enfrentándose a todo bicho que ose entrar en su territorio, y el segundo en la Tierra Hueca, buscándose el papeo como buenamente puede y explorando con la esperanza de encontrar a otros de los suyos. Mientras tanto, la doctora Ilene Andrews y su equipo de Monarca (o Monarch) los observan desde la distancia, vigilantes ante la aparición de nuevas amenazas.
Tres años después de su anterior aventura, y una serie para Apple TV+ y otra serie animada mediante, nos llegan las nuevas andanzas de nuestros monstruos favoritos (con permiso de la Godzilla genuinamente nipona, que en 2023 se lucieron con una oscarizada película), comandados otra vez por Adam Wingard (Death Note) y con guion de viejos conocidos como Terry Rossio, Simon Barrett y Jeremy Slater. En Godzilla y Kong: El nuevo imperio (Godzilla x Kong: The New Empire, 2024), como indica su título, ambos titanes vuelven a compartir protagonismo, aunque de hecho se decanta un poco por King Kong, ya que la historia transcurre mayormente en Tierra Hueca. Gracias a ello conocemos un poco más de ese gigantesco mundo interior, su fauna, su flora y secretos insondables de siglos atrás, incluyendo a los antepasados de Jia.
Algo de lo que me he quejado en varias películas del Monsterverso (aunque supongo que es más correcto escribir Monsterverse), es lo desequilibrada que estaba la historia de los kaijus (o M.U.T.O.) respecto con la humana, al nivel de incluso llegar los protagonistas humanos a resultar antipáticos. Eso es algo que se ha corregido en esta entrega, estando bien enlazadas ambas tramas (aquí están más unidas) y no resultando repelentes los personajes, lo cual hace mucho para meterse en la historia (el que el resto de espectadores más o menos se comportaran, también) y simplemente disfrutar...
Disfrutar con el espectáculo que uno está deseando ver cuando va a una película de tan míticas criaturas, y es verlas luchar con otras bestias igual (o más grandes), dar puñetazos, lanzar rayos, incluso hacerse alguna llave de kárate, pero sobre todo destrozar ciudades como Roma o las pirámides de Egipto (sale hasta un poquito Cádiz). Eso es algo que parecen tener claro en Warner y Legendary, y por supuesto Wingard, y que nos dan en dosis más que suficientes en el film que nos ocupa; si a eso le añadimos que se nota que los guionistas (aunque haya habido reescrituras) sabían dónde querían llegar, ofreciéndonos información sobre la Tierra Hueca (un territorio que todavía debería darnos muchas sorpresas a tenor de lo que dicen desde Monarca) y unos personajes humanos que no se limitan a dar tumbos de un lado para otro.
Personajes que regresan, como los de Rebecca Hall (Whith/In), Brian Tyree Henry (Bullet Train) y Kaylee Hottle y nuevos rostros como Dan Stevens (The Guest), Alex Ferns (The Batman), Fala Chen (Turning Point) y Rachel House (Whale Rider). Un elenco variado, aportando cada personaje su punto serio o humorístico, sin ofrecer ninguno una actuación memorable pero divirtiéndose y transmitiendo eso buen rollo al espectador.
Godzilla y Kong: El nuevo imperio es un entretenimiento de primera, una película ideal para desconectar durante casi dos horas y asombrarse con los paisajes alucinantes, monstruos gigantes y adorables, y sus luchas por mantener el equilibrio, estando ahí en medio unos minúsculos humanos que no pueden hacer otra cosa que echar una mano. Ideal para sacar nuestro niño interior.
Tres años después de su anterior aventura, y una serie para Apple TV+ y otra serie animada mediante, nos llegan las nuevas andanzas de nuestros monstruos favoritos (con permiso de la Godzilla genuinamente nipona, que en 2023 se lucieron con una oscarizada película), comandados otra vez por Adam Wingard (Death Note) y con guion de viejos conocidos como Terry Rossio, Simon Barrett y Jeremy Slater. En Godzilla y Kong: El nuevo imperio (Godzilla x Kong: The New Empire, 2024), como indica su título, ambos titanes vuelven a compartir protagonismo, aunque de hecho se decanta un poco por King Kong, ya que la historia transcurre mayormente en Tierra Hueca. Gracias a ello conocemos un poco más de ese gigantesco mundo interior, su fauna, su flora y secretos insondables de siglos atrás, incluyendo a los antepasados de Jia.
Algo de lo que me he quejado en varias películas del Monsterverso (aunque supongo que es más correcto escribir Monsterverse), es lo desequilibrada que estaba la historia de los kaijus (o M.U.T.O.) respecto con la humana, al nivel de incluso llegar los protagonistas humanos a resultar antipáticos. Eso es algo que se ha corregido en esta entrega, estando bien enlazadas ambas tramas (aquí están más unidas) y no resultando repelentes los personajes, lo cual hace mucho para meterse en la historia (el que el resto de espectadores más o menos se comportaran, también) y simplemente disfrutar...
Disfrutar con el espectáculo que uno está deseando ver cuando va a una película de tan míticas criaturas, y es verlas luchar con otras bestias igual (o más grandes), dar puñetazos, lanzar rayos, incluso hacerse alguna llave de kárate, pero sobre todo destrozar ciudades como Roma o las pirámides de Egipto (sale hasta un poquito Cádiz). Eso es algo que parecen tener claro en Warner y Legendary, y por supuesto Wingard, y que nos dan en dosis más que suficientes en el film que nos ocupa; si a eso le añadimos que se nota que los guionistas (aunque haya habido reescrituras) sabían dónde querían llegar, ofreciéndonos información sobre la Tierra Hueca (un territorio que todavía debería darnos muchas sorpresas a tenor de lo que dicen desde Monarca) y unos personajes humanos que no se limitan a dar tumbos de un lado para otro.
Personajes que regresan, como los de Rebecca Hall (Whith/In), Brian Tyree Henry (Bullet Train) y Kaylee Hottle y nuevos rostros como Dan Stevens (The Guest), Alex Ferns (The Batman), Fala Chen (Turning Point) y Rachel House (Whale Rider). Un elenco variado, aportando cada personaje su punto serio o humorístico, sin ofrecer ninguno una actuación memorable pero divirtiéndose y transmitiendo eso buen rollo al espectador.
Godzilla y Kong: El nuevo imperio es un entretenimiento de primera, una película ideal para desconectar durante casi dos horas y asombrarse con los paisajes alucinantes, monstruos gigantes y adorables, y sus luchas por mantener el equilibrio, estando ahí en medio unos minúsculos humanos que no pueden hacer otra cosa que echar una mano. Ideal para sacar nuestro niño interior.
LO MEJOR:
-Que ofrece diversión honesta y directa.
-Las luchas entre los kaijus y la variedad de estos.
-Han mejorado la parte humana respecto a películas anteriores.
LO PEOR:
-Es de las mejorcitas de la saga, así que poco que objetar.
-Que salga tan poco Cádiz.
¿Quién debería verla?
Si te gustan los kaijus.
¿Y quién no?
Si no te van los monstruos gigantes.
Todo un universo de monstruos:
-Que ofrece diversión honesta y directa.
-Las luchas entre los kaijus y la variedad de estos.
-Han mejorado la parte humana respecto a películas anteriores.
LO PEOR:
-Es de las mejorcitas de la saga, así que poco que objetar.
-Que salga tan poco Cádiz.
¿Quién debería verla?
Si te gustan los kaijus.
¿Y quién no?
Si no te van los monstruos gigantes.
Todo un universo de monstruos:
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