Isabelle es una adolescente que acaba de cumplir 17 años que, después de un verano donde pierde la virginidad, al salir del instituto un hombre le propone pagarle por tener sexo.
Su participación en Cannes, en la que tuvo una acogida polarizada, fue la primera noticia que tuve de Joven y bonita (Jeune & Jolie, 2013); la visión del tráiler, sutil e intrigante, hizo que estuviera atento a cuando llegara a España.
Esta es mi primera experiencia con François Ozon, el realizador y guionista galo, autor de filmes como la premiada En la casa o 8 mujeres, y, dado que se ha saldado de forma positiva, probablemente no sea la última. A Ozon le han acusado de contar la historia de una forma fría, personalmente no considero que sea así, aunque sí la calificaría como de distante, se limita a mostrar cómo una chica muy joven, que acaba de descubrir el sexo de forma un tanto frustrante, concierta encuentros con hombres mayores que ella a cambio de dinero. La cámara no juzga, muestra, no intenta explicar los motivos que la llevan a hacerlo (cosa que, de todos modos, la misma protagonista explicará).